FSA: Estación en la vía de la esperanza
22/07/2004
- Opinión
Del 25 al 30 de julio,
más de 800 movimientos, organizaciones, asociaciones,
sindicatos y entidades diversas, de los diferentes países
del continente y de otras latitudes, se darán cita en Quito,
Ecuador, para celebrar el primer Foro Social de las Américas
(FSA), bajo la premisa de que "otro mundo es posible".
La reunión de Quito se inscribe en el proceso que viene
impulsando el Foro Social Mundial (FSM), para articular la
diversidad de sectores y fuerzas que se oponen a las
políticas neoliberales, y con esa diversidad ir tejiendo
conjuntamente propuestas alternativas con un sentido de
humanidad. El FSM nació a finales de enero de 2001, en un
evento celebrado en la ciudad brasileña de Porto Alegre,
como antípoda del Foro Económico Mundial (FEM) que
anualmente congrega en Davos, Suiza, a los líderes
financieros y políticos de los países ricos.
La acogida multitudinaria y plural de esta primera
convocatoria, que desbordó todas las expectativas iniciales,
se encargó de mostrar cuán extendida estaba la lucha contra
el neoliberalismo a escala planetaria y el cúmulo de
energías comprometidas en la implementación de iniciativas y
propuestas alternativas. A partir de entonces, el FSM no
solo que ha terminado por eclipsar el FEM, sino que el mismo
se ha transformado en un proceso permanente de articulación,
no circunscrito a los eventos que marcan su recorrido.
En esta perspectiva, se han venido configurando foros
locales, nacionales, regionales y temáticos que desde sus
particularidades buscan descifrar los acuciantes problemas
que se derivan de la inédita y acelerada concentración de la
riqueza, del poder y del saber, con la consecuente mayor
exclusión social y geográfica, registrada en los últimos
años, y, a la vez, anteponer las premisas de ese "otro mundo
posible", que abra las puertas a una participación ciudadana
plena y asegure el derecho de cada sociedad a decidir su
propio destino.
Para el FSM, la participación es un componente básico y
fundamental. Tan es así que no habría llegado muy lejos si
hubiese dependido financiera y organizativamente de una
instancia central para, por ejemplo, la realización de los
diversos eventos que hasta hoy se han realizado. Cada uno
de ellos ha sido posible gracias a la disposición y
compromiso de las organizaciones y entidades allí presentes.
La clave para que esto funcione radica en que el Foro se
asume como un "espacio" -descartando convertirse en una
organización-, y en consecuencia ha venido afinando una
metodología que se basa en las actividades autogestionadas,
pero que al mismo tiempo alienta y facilita la concreción de
todas las convergencias posibles.
En sus cuatro años y meses de existencia, este movimiento de
movimientos se ha convertido en una fenómeno social que
sorprende y desconcierta a propios y extraños. En tiempos
históricos este lapso equivale a un suspiro, pero alguien ya
dijo: "hay días que pasan en años y años que pasan en
días". Esto último suele corresponder con momentos de
quiebre; como, por ejemplo, mayo 68. No faltan quienes
consideran que el FSM hace parte de esta saga, mientras
otros aseguran que se trata de una moda pasajera que se
hundirá bajo el peso de las diferencias que pretende
articular.
Por una u otra razón, el futuro del FSM se ha convertido en
un tema de debate amplio. A lo interno, en mucho ha
gravitado la realización del último FSM en Mumbay, India; al
punto que se anticipa un nuevo perfil para el próximo -Porto
Alegre, 2005-, que aspira profundizar los niveles de
participación y afinar los mecanismos para facilitar las
convergencias.
Es en esta "encrucijada" -como sostiene Wallerstein- que
tendrá lugar el I Foro Social de las Américas; continente
donde mayor repercusión ha tenido el FSM. En buena medida,
porque Porto Alegre hace parte de esta geografía, pero sobre
todo porque la histórica resistencia de los pueblos
latinoamericanos a los designios imperiales de Estados
Unidos -la potencia indiscutible del mundo-, no sólo que
logró sobrevivir al exterminio programado de los años de las
dictaduras y los posteriores impactos de las políticas de
"ajuste estructural", sino que hoy es protagonista de
novedosas confluencias sociales y políticas. Por decir
algo, tal es el caso de la "Campaña Continental contra el
ALCA", o aquella contra la militarización.
https://www.alainet.org/en/node/110275
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