La institución armada de Guatemala, ha sido señalada constantemente de haber incurrido en actos de terrorismo en el pasado así como de estar protegiendo a los responsables de esas violaciones a los derechos humanos en la actualidad, igualmente sus integrantes han incurrido en actitudes poco legales, como por ejemplo estar al servicio del crimen organizado o de que sus integrantes han participado en actos de corrupción y malversación. Aunque reconocemos que como institución armada no existe una política de promover este tipo de actos, por omisión o por protección de los responsables si hay mucha responsabilidad. Esta política de bloquear cualquier investigación al interior del Ministerio de la Defensa, de impedir que se produzcan depuraciones o procesos judiciales en contra de los responsables de violaciones a los derechos humanos, ha producido que se genere una profunda descomposición, que ha implicado que muchos de sus integrantes se empiecen a vender como mercenarios al crimen organizado internacional. Ha salido a luz pública uno de estos hechos, la captura de 5 kaibiles trabajando como sicarios en el hermano país mexicano, debe llamar la atención de funcionarios del ministerio de defensa, porque podemos estar presenciando el inicio del resquebrajamiento del ejército o el nacimiento de una estructura de mercenarios que se ponga al servicio de cualquier grupo ilegal en cualquier parte del mundo. El secretario de defensa de México ha señalado que grupos de Kaibiles están buscando ser contratados como sicarios por el narcotráfico mexicano. Este tipo de aseveraciones no puede ser ocultado o minimizado como el General Carlos Aldana Ministro de la Defensa de Guatemala está intentando hacerlo. Esto debe ser el inicio de una profunda investigación, que permita iniciar procesos judiciales contra todos aquellos que participaron en masacres, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, amenazas, allanamientos, extorsiones, chantajes, secuestros y que en la actualidad gozan de impunidad. Esta investigación debe centrarse entre otros departamentos y sectores dentro del Ejército en la escuela Kaibil. Debe recordarse el tenebroso pasado que los egresados de esta escuela han tenido. Esta fue una escuela de asesinos, en donde se capacitó a los militares en prácticas terroristas. El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) espera una respuesta de parte del Ministerio de la Defensa a estos señalamientos que se hacen desde México.