El gran capital se apodera de la radiodifusión mexicana

23/03/2006
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Aunque se vislumbraba una traición al pueblo y por ende a México por parte de la mayoría de los senadores de la República, que a partir de ahora les deberíamos de llamar senadores de Telvisa, nos resistíamos a creer que se diera el albazo para aprobar dos de las leyes más aberrantes, anticonstitucionales y contrarias a los intereses de la nación, porque su objetivo fundamental consiste en favorecer al gran capital, venga de donde venga, nos referimos a las federales de Radio y Televisión y la de Telecomunicaciones. Después de que, también en una acción sorpresiva, llamada a la manera sajona de fast track, las minutas de las mismas fueran aprobadas por unanimidad en la Cámara de origen, la de Diputados, en medio del escándalo generalizado pasó al Senado de la República, colegiado que desde años discutía no una sino varias iniciativas de ley sobre esos temas polémicos por naturaleza, y después de toda clase de maniobras que van, se dice, desde el sometimiento al poderoso ente televiso hasta la compra económica de conciencias, hoy se aprobó en comisiones, en otro enjuague, para que el próximo martes 28 con dispensa de tramite las apruebe el pleno de la Cámara alta. Si así sucede, será “el martes de la ignominia”. Las primeras notas se conocían al través de los noticiarios radiofónicos de mediodía: Los grupos parlamentarios en el Senado de los partidos Acción Nacional y del Revolucionario Institucional, en sendas maniobras por separado, obvio ya arreglados de antemano en lo oscurito, decidieron avalar las minutas aprobadas en diciembre por los diputados "en sus términos" y sin quitarles ni un punto ni una coma, tal como se los ordenó el poderoso consorcio televisivo. Lo anterior quiere decir, que si en el pleno donde todavía se tiene la leve esperanza de que el enfrentamiento y las divisiones pudieran revocar el deshonesto acuerdo, estaríamos ante de la realidad de que el gran capital, venga de donde venga, del extranjero a pesar de que la radiodifusión ordena la exclusión precisamente de extranjeros, o del propio narcopoder, se apoderarían en su beneficio con las nuevas tecnologías del espectro radioeléctrico, que es parte fundamental de la soberanía nacional, y más cuando esas normatividades prevén la entrega de las concesiones mediante subasta pública, es decir al mejor postor. Es de no creerse el descaro de la mayoría de ambas bancadas. La del PRI declaró que a pesar de considerarla insuficiente y limitada, decidió aprobar la minuta de reformas a las leyes federales de Radio y Televisión y Telecomunicaciones. La del PAN en una reunión con su dirigente nacional, Manuel Espino, decidió anoche apoyar la minuta tal cual fue enviada en diciembre por los diputados. En el PAN hubo ocho votos en contra y cinco abstenciones, y en el PRI 15 en contra, pero de nada sirvieron, los lacayos de Televisa triunfaron con el voto maiceado de la mayoría. Por eso esos mismos senadores decidieron omitir en el dictamen, que será presentado al pleno cameral la próxima semana, las opiniones de permisionarios, organizaciones y órganos independientes, así como de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia y el Instituto Federal Electoral, que calificaron a las reformas como “regresivas” y “peligrosas”. La leve esperanza se funda en que la moral pública y nacionalista de algunos legisladores impidan tal traición al pueblo y a la nación. Que lo recuerden, la historia los juzgara, que no les quepa la menor duda. Teodoro Rentaría, periodista y escritor, es vicepresidente de FELAP-México. Más información: www.ciap-felap.org y www.fapermex.com
https://www.alainet.org/en/node/114695
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