Los cuatro integrantes acordaron la letra chica del ingreso al bloque. Se asegura la autonomía energética, e ingresan 26 millones de ciudadanos. Pero aún resta para que los beneficios sean palpables por la población. La historia que comenzó a escribirse en la última Cumbre de Presidentes del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) el 8 y 9 de diciembre pasados en Montevideo ayer tuvo su corolario. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez anunció anoche la incorporación de su país al bloque integrado hasta la fecha por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos. En la capital uruguaya, Venezuela había solicitado la membresía plena al bloque sudamericano, la cual fue aceptada en esa cumbre. Las negociaciones y reuniones de trabajo se sucedieron sin interrupciones, hasta arribar a la semana actual, donde en Buenos Aires se consensuó el ingreso de la nación bolivariana. En este contexto fue Chávez hizo el anuncio. Con este paso “el país sudamericano cumple con el papel de servir de engranaje para la integración entre las naciones", dijo el mandatario en conferencia de prensa en el Palacio Miraflores, sede del Ejecutivo. Luego agregó que la intención es contribuir a crear un "bloque necesario para convertir a Sudamérica en una potencia". El entusiasmo del jefe de Estado por el ingreso al bloque comercial se contrarresta con la sensación reinante en medio del bloque entre sus cuatro actuales miembros. El uruguayo Tabaré Vázquez reitera en cuanta oportunidad se le presenta que este MERCOSUR “no le conviene a nadie”, aunque aclara que su país no piensa en salirse de la unión aduanera. También se escucharon quejas desde Asunción, y a ambos países -que son los de menor peso económico en el MERCOSUR- advierten que quieren un mayor grado de autonomía dentro del bloque, lo cual está prohibido por los tratados fundacionales. ¿Cuál es el beneficio del ingreso de Venezuela al bloque? En el terreno político, se advierte un avance en la integración más allá de lo arancelario y netamente económico. Quizás, con el ímpetu del jefe de Estado caribeño, el MERCOSUR dé un paso más allá de lo arancelario. En el terreno económico, hay un punto central: se puede avanzar en la autonomía energética. Venezuela tiene las mayores reservas mundiales de petróleo –si se contabilizan los crudos pesados de la Faja del Orinoco- y las octavas reservas de gas natural. En palabras del propio presidente “Venezuela puede suministrar petróleo por 200 años”. Además, se incorporan 26 millones de personas con un poder adquisitivo en ascenso, y con demandas en productos manufacturados por Argentina y Brasil. El bloque pasa a tener unos 235 millones de habitantes, y una producción conjunta estimada de 990 mil millones de dólares en 2005. Venezuela es la cuarta economía de Latinoamérica, detrás de Brasil, México y Argentina, con un Producto Bruto Interno de 146.000 millones de dólares y una riqueza por habitante de 6.100 dólares. Una de las iniciativas energéticas impulsadas por Caracas es la construcción del Gasoducto del Sur, un ducto continental que termine en el Río de la Plata, con una inversión de 20.000 millones de dólares. El protocolo firmado el martes en la capital argentina establece que “la República Bolivariana de Venezuela adoptará el acervo normativo vigente del MERCOSUR en forma gradual, a más tardar cuatro años contados a partir de la fecha de entrada en vigencia del presente instrumento”. El mandatario venezolano dijo que el MERCOSUR no se parece a los tratados de libre comercio (TLC) que Colombia y Perú suscribieron con Estados Unidos, porque ninguno de los países miembros pide algo que afecte la soberanía de las naciones. “No nos pedimos nada que tenga que ver con la soberanía, que modifique en nada, la soberanía, que distinto a los TLC!” exhortó Chávez. El martes pasado se aprobó el protocolo de adhesión de Venezuela al MERCOSUR, documento que contiene 12 artículos, entre los que se destaca el tema de los aranceles. Argentina los debe eliminar en 2010, mientras que Brasil lo debe hacer en 2012. Los cinco países confirman de este modo su compromiso con "la consolidación del proceso de integración de América del Sur en el contexto de la integración latinoamericana", proceso que "debe ser un instrumento para promover el desarrollo integral, enfrentar la pobreza y la exclusión social, basado en la complementación, la solidaridad y la cooperación", según el comunicado distribuido entre la prensa tras la firma del acuerdo en Buenos Aires. Ahora, Caracas tiene que rubricar el Tratado de Asunción, que determina la creación del bloque, el Tratado de Ouro Preto, que crea la Unión Aduanera, y el Protocolo de Olivos, de solución de controversias. La incorporación definitiva de Venezuela al MERCOSUR puede anunciarse formalmente en la próxima cumbre presidencial, a realizarse en la ciudad argentina de Córdoba, los días 20 y 21 de julio próximo. El inconveniente a resolverse radica los plazos para la liberalización arancelaria y para la convergencia con el arancel externo común (AEC, eje del bloque). El MERCOSUR pretende que el proceso sea más rápido que lo que pretende Venezuela. En principio finalizaba en 2018. Los cuatro socios plenos aspiran a que ese período se acorte. El ingreso de Venezuela se convierte en el primero desde la entrada en vigencia del MERCOSUR, en la medianoche del 31 de diciembre de 1994. En la actualidad, el resto de los países de Sudamérica son miembros asociados del bloque, pero sólo Venezuela avanzó un paso más. Las clases políticas de los ahora cinco integrantes deben esforzarse para superar la faz económica del MERCOSUR y avanzar hacia la verdadera integración, y que la historia que comenzó a escribirse en la década de los ochenta tenga un final feliz. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=1857