En la capital nigeriana, 53 naciones africanas y las 12 sudamericanas tendrán el primer encuentro para afianzar las relaciones en el Atlántico Sur.

Mucho se ha hablado de la integración Sur-Sur. Esta es una expresión geopolítica, surgida en momentos de la descolonización que siguió al fin de la II Guerra Mundial, donde el Sur se correspondía con las naciones subdesarrolladas en contrapartida con el Norte desarrollado. Pero ayer comenzó a gestarse el primer encuentro de esta característica, al iniciarse el encuentro entre diplomáticos de los países de Africa y Sudamérica en la capital nigeriana y que sirvió de prolegómeno a la I Cumbre de Africa y Sudamérica que se inicia hoy en Abuja.

En esa ciudad de Nigeria se van a reunir representantes de 53 naciones integrantes de la Unión Africana y 12 estados de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), con el liderazgo del mandatario local, Olosegun Obasanjo, y de su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. También serán de la cita el presidente de Bolivia, Evo Morales, y de Paraguay, Duarte Frutos.

Entre los objetivos formulados se va a debatir la creación de un Banco del Sur, una iniciativa original del venezolano Hugo Chávez e impulsada por su par argentino, Néstor Kirchner, pero en su momento acotada al Cono Sur; incrementar el comercio biregional y adoptar una posición más firme en la agónica Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En este punto quizás sea donde la comunidad de intereses es más estrecha. Ambas regiones son las máximas perjudicadas por el proteccionismo agrícola que aplican Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón. Dentro de la OMC se ha conformado el Grupo de los 20 (G-20) naciones productoras agrícolas, que integran países de ambas regiones, además de China e India y que se convirtió en el mayor impedimento para que las potencias avasallen los reclamos de los países más pobres.

Ambas regiones se caracterizan por los nefastos indicadores sociales. Africa es el continente más pobre, mientras que Sudamérica es el más injusto. La producción primaria todavía es la base productiva mayoritaria, aunque la industria florece en algunas regiones. Y dispone de los mayores recursos minerales y agrícolas del mundo.

Ambas regiones comparte el Atlántico Sur, pero a pesar de la cercanía geográfica, los lazos no son demasiado estrechos. Aunque la población negra de Sudamérica es descendiente de los africanos cazados en la zona de Guinea a partir del Siglo XVI, en la actualidad tanto el comercio como la circulación de personas no es intenso, aunque en los últimos años se encuentra en crecimiento. El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) contribuyó a despertar el interés por crear otra estructura que de igual manera consolidara relaciones entre las ex colonias. Entre los antecedentes figuran, además, la cumbre Arabe-Sudamericana de 2005, o la segunda conferencia de intelectuales de Africa y la Diáspora, en ese mismo año.

La Cumbre recibió un espaldarazo a partir de la visita de Lula da Silva, en abril de 2005 a Nigeria, y la recíproca de su similar nigeriano en septiembre de ese año, a Brasilia. Ambos mandatarios priorizaron el concepto de que solo en la unión de las antiguas colonias del Sur hay una posibilidad de éxito ante la contraparte geográfica que sacó, saca y sacará ventajas del actual intercambio comercial internacional, si no hay cambios.

Con cinco visitas a Africa desde que accedió al Planalto en 2003, Lula ha sido el más activo representante de esta bandera de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Había dicho en una de ellas: "vengo a saldar una deuda con el continente africano, desangrado por las colonias".

La reunión de ministros de Exteriores que se inició ayer estuvo precedida por deliberaciones de los diplomáticos hace una semana, pero algunos temas sensibles quedaron sin ninguna declaración concreta. Una de ellas fue presentada por Argentina, que pidió que todos los países dieran su apoyo al reclamo que mantiene con Gran Bretaña por la soberanía sobre de las Isla Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.

Al inaugurar la reunión ministerial ayer, la ministra de Asuntos Exteriores de Nigeria, Joy Ogwu, habló de la necesidad de forjar una "alianza para el progreso" entre las dos regiones aprovechando las áreas y los esfuerzos comunes.

Se firmaron dos documentos: una declaración final y un plan de acción. Las divergencias fundamentales se presentaron en el primer documento, mientras que en el segundo el consenso fue grande. Con respecto al tercer documento, referido al reclamo argentino sobre las islas Malvinas, quedó en el aire se ha pedido tiempo para consultarlo con niveles superiores, según se anunció en la reunión.

Venezuela propuso la iniciativa de crear una comisión de Energía afro-sudamericana, y ser sede de la próxima cita presidencial, en 2009.

La propuesta de crear esta comisión, incluida en la Declaración que adoptarán los presidentes hoy, "busca intercambiar experiencias técnicas, investigadores, tecnología y eventualmente llegar a programas conjuntos que beneficien a los países sudamericanos y africanos", explicó el viceministro de Relaciones Exteriores para Africa de Venezuela, Reinaldo Bolívar.

Aunque muchos medios de la prensa hegemónica le han restado trascendencia a esta Cumbre, puede ser el inicio de algo importante. Orígenes distintos pero presentes similares pueden ser aprovechados para sumar fuerzas en aras de superar el atraso y la pobreza actual.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar