Ambas petroleras estatales se harán cargo de la operatoria de 170 estaciones de servicio pertenecientes a la privada Rhasa. Se trata de un alquiler, aunque no se descarta la compra de los activos.

Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) y Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PdVSA) habían suscrito acuerdos de integración en distintas oportunidades para el desarrollo energético de ambas naciones. Debido a que estos contratos no habían avanzado de acuerdo con los tiempos de la prensa hegemónica, se pudieron leer recientemente artículos referentes a las “promesas incumplidas” del presidente venezolano, Hugo Chávez. Pero ayer, en Río de Janeiro, ambas compañías se hicieron cargo de la operatoria en Argentina de la petrolera Rhasa, cumpliendo con lo que se había anunciado, le pese a quien le pese.

La información indica que en la ex capital de Brasil, donde hoy comienza la XXXI Cumbre de Presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Asociados, los ministros de Minas y Energía de Venezuela y presidente de PdVSA, Rafael Ramírez, y de Infraestructura de Argentina, Julio de Vido, y el presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, acordaron el alquiler de 170 estaciones de servicio que la empresa petrolera Rhasa posee en todo el territorio argentino por 1.300.000 dólares mensuales con opción a compra, para la comercialización de combustibles y lubricantes.

A futuro está prevista la adquisición de las estaciones de servicio por 31 millones de dólares, tal cual figura en el contrato celebrado ayer. PdVSA poseía hasta ayer dos establecimientos en Argentina, ubicadas ambas en la región de Buenos Aires. No se descarta tampoco que pueda operarse bajo el nombre de Petrosur, el proyecto de Chávez de petrolera supraestatal sudamericana.

Espinosa y de Vido participan de la delegación argentina que acompaña al presidente Néstor Kirchner en Brasil, en el marco de la Cumbre del Mercosur, convirtiéndose este acuerdo en el primer hecho concreto del cónclave sudamericano.

La empresa Rhasa perteneciente a la familia argentina Sambucetti, y es el único grupo que queda con capitales completamente argentinos entre los que cuentan con redes de estaciones de servicio. El anterior era la familia Pérez Companc, quienes hace un lustro vendieron la compañía EG3 a la brasileña Petrobras, quien ahora opera con este nombre.

Los escasos márgenes de ganancia con los que contaría la compañía Rhasa podrían impulsar la decisión de venderla, por tratarse de una empresa pequeña. Pero ahora, al depender de un consorcio donde participa PdVSA –una de las cinco mayores petroleras del mundo- la ecuación cambia radicalmente.

La familia Sambucetti tiene un interesante mercado en el gasoil, ya que cuenta con una planta de destilación primaria en la zona de Campana (100 kilómetros al norte de Buenos Aires), pero la devaluación que le impidió importar crudo y el incremento de los costos internos en los últimos tres años, redujo la rentabilidad de la compañía.

Para aquellos que esperan la caída del Mercosur y el aislamiento de Venezuela, aquí tienen un argumento menos al respecto. Como dice un director técnico argentino, es mejor avanzar “paso a paso”.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

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