¿Se abre un nuevo período?
Rigoberta Menchú oficializó su candidatura a la presidencia
23/02/2007
- Opinión
Como aseguraban varias versiones, la dirigente indígena aceptó la nominación presidencial por el partido Encuentro por Guatemala. La Premio Nobel de la Paz podría convertirse en la primera mujer indígena en alcanzar la primera magistratura.
Rigoberta Menchú, al frente de la alianza de Winaq y Encuentro por Guatemala (EG), irrumpió como la primera líder indígena que puede llegar al poder en Centroamérica. Todavía son los movimientos de la precampaña con alianzas y descartes. Pero el paso al frente dado por la Premio Nobel de la Paz generó expectativas a nivel internacional.
Al unir su joven partido con una formación ya cohesionada produjo un vuelco a las esperanzas electorales en Guatemala. La opción de Rigoberta Menchú puede ser aún más histórica que el paso dado por Evo Morales en Bolivia por el reconocimiento internacional a su figura en la convulsa historia de Guatemala.
La Premio Nobel de la Paz 1992 calentó anticipadamente el proceso electoral al aceptar la candidatura presidencial de un partido de centro-izquierda para las elecciones de septiembre próximo. Rigoberta Menchú es la primera mujer y la primera indígena en aspirar a la presidencia en este país centroamericano, en el que la mayoría de sus 13 millones de habitantes son indígenas y donde, según denuncian constantemente organizaciones de derechos humanos, impera la cultura machista y la discriminación de los aborígenes.
Al anunciar su postulación, Menchú explicó que "Vamos a firmar el acuerdo político entre Winaq y el EG para dar la seguridad a todos los ciudadanos que van a votar por nosotros; que vean que somos un equipo serio y que empeñaremos nuestra palabra de honor para sacar adelante el país".
Menchú adelantó que no responderá eventuales provocaciones de las otras agrupaciones políticas durante el proceso electoral, cuyo banderazo de salida será dado el próximo 2 de mayo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). "No responderé (a las provocaciones) porque soy una mujer de paz; los extremos matan las ilusiones, y lo más importante es sembrar la unidad. No vamos a responder. No tengo miedo a los fantasmas, esperamos ser un ejemplo de armonía" durante el proceso electoral, afirmó Rigoberta Menchú.
La determinación de Rigoberta Menchú en participar en la lucha por la presidencia ha provocado una serie de reacciones. Hay quienes estiman que su decisión fortalece la democracia en esta nación y que restará votos al favorito en las encuestas, Alvaro Colom.
Rigoberta Menchú aceptó ser la precandidata a la presidencia al unir su partido político indígena Winaq con la agrupación de centro-izquierda Encuentro por Guatemala (EG), formado por la ex dirigente humanitaria y actual diputada, Nineth Montenegro.
Ambas mujeres comparten experiencias similares. Rigoberta Menchú perdió a sus padres y hermanos durante la guerra que vivió este país hasta 1996 cuando se firmó la paz, mientras que las fuerzas del Estado secuestraron y desaparecieron al esposo de Nineth Montenegro, el dirigente sindical Edgar García. "No recuerdo que haya habido en la historia del país un encuentro de dos mujeres a este nivel; es un proceso histórico en el que asumimos un compromiso ético y moral para sacar adelante al país", afirmó Nineth Montenegro.
El miembro del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), Francisco García, aseguró que la participación de Rigoberta Menchú "abre una nueva época en la participación de los pueblos indígenas".
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
Rigoberta Menchú, al frente de la alianza de Winaq y Encuentro por Guatemala (EG), irrumpió como la primera líder indígena que puede llegar al poder en Centroamérica. Todavía son los movimientos de la precampaña con alianzas y descartes. Pero el paso al frente dado por la Premio Nobel de la Paz generó expectativas a nivel internacional.
Al unir su joven partido con una formación ya cohesionada produjo un vuelco a las esperanzas electorales en Guatemala. La opción de Rigoberta Menchú puede ser aún más histórica que el paso dado por Evo Morales en Bolivia por el reconocimiento internacional a su figura en la convulsa historia de Guatemala.
La Premio Nobel de la Paz 1992 calentó anticipadamente el proceso electoral al aceptar la candidatura presidencial de un partido de centro-izquierda para las elecciones de septiembre próximo. Rigoberta Menchú es la primera mujer y la primera indígena en aspirar a la presidencia en este país centroamericano, en el que la mayoría de sus 13 millones de habitantes son indígenas y donde, según denuncian constantemente organizaciones de derechos humanos, impera la cultura machista y la discriminación de los aborígenes.
Al anunciar su postulación, Menchú explicó que "Vamos a firmar el acuerdo político entre Winaq y el EG para dar la seguridad a todos los ciudadanos que van a votar por nosotros; que vean que somos un equipo serio y que empeñaremos nuestra palabra de honor para sacar adelante el país".
Menchú adelantó que no responderá eventuales provocaciones de las otras agrupaciones políticas durante el proceso electoral, cuyo banderazo de salida será dado el próximo 2 de mayo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). "No responderé (a las provocaciones) porque soy una mujer de paz; los extremos matan las ilusiones, y lo más importante es sembrar la unidad. No vamos a responder. No tengo miedo a los fantasmas, esperamos ser un ejemplo de armonía" durante el proceso electoral, afirmó Rigoberta Menchú.
La determinación de Rigoberta Menchú en participar en la lucha por la presidencia ha provocado una serie de reacciones. Hay quienes estiman que su decisión fortalece la democracia en esta nación y que restará votos al favorito en las encuestas, Alvaro Colom.
Rigoberta Menchú aceptó ser la precandidata a la presidencia al unir su partido político indígena Winaq con la agrupación de centro-izquierda Encuentro por Guatemala (EG), formado por la ex dirigente humanitaria y actual diputada, Nineth Montenegro.
Ambas mujeres comparten experiencias similares. Rigoberta Menchú perdió a sus padres y hermanos durante la guerra que vivió este país hasta 1996 cuando se firmó la paz, mientras que las fuerzas del Estado secuestraron y desaparecieron al esposo de Nineth Montenegro, el dirigente sindical Edgar García. "No recuerdo que haya habido en la historia del país un encuentro de dos mujeres a este nivel; es un proceso histórico en el que asumimos un compromiso ético y moral para sacar adelante al país", afirmó Nineth Montenegro.
El miembro del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), Francisco García, aseguró que la participación de Rigoberta Menchú "abre una nueva época en la participación de los pueblos indígenas".
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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https://www.alainet.org/en/node/119658?language=en
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