Tres obras gigantescas entre Bolivia y Argentina
07/03/2007
- Opinión
Bolivia y Argentina están unidas por historia común desde reconocimiento de América por españoles, y especialmente antes durante las civilizaciones indígenas madre como Tiwanaku, Incario, Guaraníes, y otras más. Son entrelazamientos que hoy deberían unir más que nunca, una vez que ambos países cuentan con gobiernos progresistas y de pensamiento integracionista.
Españoles en 1540 buscaban el reino de la plata que creían se remontaba por el actual río La Plata hasta los andes, donde se encontraba el fabuloso Potosí. Plata es argentum en latín y de ese denominativo proviene la palabra argentina, que es nombre actual de la república Argentina. Potosí es cuna de Virreinatos de Perú primero y de La Plata después. Mismo Charcas tuvo el nombre de La Plata. La plata hizo rica a Europa y posibilitó la primera revolución industrial.
Un diez de mayo de 1809 comenzó rebelión contra el imperio español en la culta Charcas y se repitió con casi los mismos personajes bolivianos y argentinos un diez de mayo de 1810 en Buenos Aires. Coincidencia o no se trataba de dos procesos emergentes similares que únicamente reflejaban antecedentes revolucionarios profundos en 300 años de colonialismo, como las rebeliones de Tomás y Tupac Katari en 1781. Figuras que unen ambos países y revoluciones son Zudáñez, Moreno, Saavedra, Manuel Padilla y Juana Azurduy, entre otros.
A comienzos siglo XXI ambos países se miran frente a frente y concluyen que en 200 años de vida republicana muy pocas obras en común se han realizado, excepto ferrocarriles que unen ambos países y compra-venta de gas natural por veinte años, desde 1971 hasta 1991. Es un déficit que solamente se explica por inacción de gobiernos oligárquicos que ambos países han tenido en abundancia, con excepciones como Sucre, Santa Cruz, Mitre, Busch, Villarroel, Perón, Ovando, Torres, Siles Zuazo y Cámpora. Comercio en materias primas con Europa y EE.UU. mayormente, no hubo planes de integración comunes. Es tiempo de corregir y enmendar.
Situación revolucionaria actual mundial y local permite encarar obras de gran magnitud entre Bolivia y Argentina, con proyección hasta fin de siglo y favoreciendo a poblaciones de ambos lados de la frontera común. Se trata en primer lugar de integración energética, construcción de canal Bermejo hacia el Atlántico y ciudad del acero en Puerto Suárez.
Integración energética significa que Bolivia y Argentina están decididos a complementarse con obras de beneficio mutuo como construcción Gasoducto Noreste que unirá ambos países para que Bolivia provea 30 millones metros cúbicos gas día ( MMMCD ) en próximos 40 años al menos. Este gasoducto será financiado por parte argentina, pero que sin embargo también debería tener participación accionaria de YPFB y ENARSA. Es importante participación de YPFB debido al valor agregado que significa recibir ingresos por transporte de gas natural, pero especialmente por la posibilidad cierta de aportar con tubos de acero construidos en Mutún.
ENARSA que ya ha cerrado contratos millonarios con PDVSA para explorar, certificar y explotar reservas petroleras bituminosas gigantescas del Orinoco, podría también asociarse con YPFB para participar en diseño, construcción y logística del Gasoducto Noreste que se licitará a partir de 26 marzo 2007. Es bueno que técnicos y científicos bolivianos participen también.
Argentina al igual que Venezuela Bolivariana posee reservas millonarias por 35 mil millones de dólares cada uno, que bien podría y debe usarse en estas obras comunes que favorecen a ambos países, región y MERCOSUR. Es hora que gobierno Kirchner se decida por invertir estos excedentes, al menos parcialmente, en financiar participación real de YPFB con ENARSA en Gasoducto Noreste. Tiene ventaja estratégica para crecimiento de economía argentina y regional.
También integración energética significa construcción de plantas de separación y fraccionamiento, petroquímicas, gas domiciliario, industrial y de transporte. Transferencia de tecnologías en todos sectores donde Argentina ya domina uso de gas natural en toda la cadena productiva industrial y agro-industrial gigantesca que posee. Es tiempo de crecer con equidad.
No en vano Argentina posee matriz energética con más de 60% en base a gas natural. Uno de los porcentajes más elevados del planeta que hace de Argentina país competitivo y más limpio que Chile o Brasil, por ejemplo. Argentina, por tanto, necesitará a futuro mucho más gas de Bolivia, más que Brasil inclusive. Este indicador debería servir para que tanto ENARSA como YPFB y PDVSA se unan para explorar y explotar otras regiones gasíferas de Bolivia, como Pando, Beni y norte La Paz y Cochabamba. Este acuerdo debería ser contractual y firmado desde ahora.
En cuanto al canal Bermejo se trata de construir un “ canal panameño ” entre Bermejo en Tarija y la ciudad de Resistencia en el río Paraná con acceso directo al océano Atlántico. Este proyecto es del gobierno argentino y tiene un costo aproximado de tres mil millones dólares, donde 80% sería aportado por Argentina y 20% por residentes bolivianos en este país hermano que alberga a cinco millones de compatriotas. Este canal cuenta con diques niveladores, canales laterales, centrales hidroeléctricas, puerto de acceso a Bolivia y riego para chaco argentino y boliviano.
Si Bolivia pretende construir hidroeléctricas en río Madera con Brasil, entonces esta obra también contempla hidroeléctricas de uso compartido con Argentina. Por esta vía Bermejo y también por puerto Busch, podría exportarse producción siderúrgica, industrial y agro-industrial de Bolivia directamente a ultramar. Es otra obra gigantesca común que el gobierno popular y endógeno de Evo Morales y residentes bolivianos en Argentina no deberían dejar escapar.
Finalmente, se trata de construir la ciudad del acero más grande de Sudamérica en Puerto Suárez en base a yacimientos abiertos de hierro y manganeso de Mutún. Reciente acuerdo finalizado entre Bolivia con JINDAL de India para explotar estas reservas gigantescas, solamente tiene previsto inversiones de tres mil millones próximos diez años, siendo que Mutún amerita al menos diez veces más. Se trata de poner en funcionamiento el complejo siderúrgico más grande de MERCOSUR con capacidad de exportar aceros normales y especiales, laminados, manufacturas y maquinarias por al menos 20 mil millones de dólares en próximos diez años.
Esta meta nacional y popular no está en cabeza y planes inmediatos de empresa JINDAL de la India, si bien esta hará lo suyo de acuerdo a contrato firmado con ESM y COMIBOL. Por tanto Argentina y sus intereses geopolíticos deberían entrar en acción para participar junto a ESM y COMIBOL con inversiones que finalicen en construcción moderna y automatizada de puerto Busch, termoeléctricas, gasoductos y loops adicionales, plantas hierro esponja reducido con gas, hornos eléctricos de aceración, laminación directa, aceros especiales, equipos y maquinarias.
China y Rusia igualmente están dispuestas a participar en desarrollo integral de Mutún y ciudad del acero en Puerto Suárez, construyendo ferrocarriles modernos desde Tacna e Ilo hasta esta provincia Germán Busch rica en minerales precámbricos. Pantanal y su riqueza ganadera y turística une a Bolivia con Brasil y Paraguay, es tiempo que Argentina se una a Bolivia en la construcción de la más grande ciudad siderúrgica del continente, MERCOSUR y ALBA.
Españoles en 1540 buscaban el reino de la plata que creían se remontaba por el actual río La Plata hasta los andes, donde se encontraba el fabuloso Potosí. Plata es argentum en latín y de ese denominativo proviene la palabra argentina, que es nombre actual de la república Argentina. Potosí es cuna de Virreinatos de Perú primero y de La Plata después. Mismo Charcas tuvo el nombre de La Plata. La plata hizo rica a Europa y posibilitó la primera revolución industrial.
Un diez de mayo de 1809 comenzó rebelión contra el imperio español en la culta Charcas y se repitió con casi los mismos personajes bolivianos y argentinos un diez de mayo de 1810 en Buenos Aires. Coincidencia o no se trataba de dos procesos emergentes similares que únicamente reflejaban antecedentes revolucionarios profundos en 300 años de colonialismo, como las rebeliones de Tomás y Tupac Katari en 1781. Figuras que unen ambos países y revoluciones son Zudáñez, Moreno, Saavedra, Manuel Padilla y Juana Azurduy, entre otros.
A comienzos siglo XXI ambos países se miran frente a frente y concluyen que en 200 años de vida republicana muy pocas obras en común se han realizado, excepto ferrocarriles que unen ambos países y compra-venta de gas natural por veinte años, desde 1971 hasta 1991. Es un déficit que solamente se explica por inacción de gobiernos oligárquicos que ambos países han tenido en abundancia, con excepciones como Sucre, Santa Cruz, Mitre, Busch, Villarroel, Perón, Ovando, Torres, Siles Zuazo y Cámpora. Comercio en materias primas con Europa y EE.UU. mayormente, no hubo planes de integración comunes. Es tiempo de corregir y enmendar.
Situación revolucionaria actual mundial y local permite encarar obras de gran magnitud entre Bolivia y Argentina, con proyección hasta fin de siglo y favoreciendo a poblaciones de ambos lados de la frontera común. Se trata en primer lugar de integración energética, construcción de canal Bermejo hacia el Atlántico y ciudad del acero en Puerto Suárez.
Integración energética significa que Bolivia y Argentina están decididos a complementarse con obras de beneficio mutuo como construcción Gasoducto Noreste que unirá ambos países para que Bolivia provea 30 millones metros cúbicos gas día ( MMMCD ) en próximos 40 años al menos. Este gasoducto será financiado por parte argentina, pero que sin embargo también debería tener participación accionaria de YPFB y ENARSA. Es importante participación de YPFB debido al valor agregado que significa recibir ingresos por transporte de gas natural, pero especialmente por la posibilidad cierta de aportar con tubos de acero construidos en Mutún.
ENARSA que ya ha cerrado contratos millonarios con PDVSA para explorar, certificar y explotar reservas petroleras bituminosas gigantescas del Orinoco, podría también asociarse con YPFB para participar en diseño, construcción y logística del Gasoducto Noreste que se licitará a partir de 26 marzo 2007. Es bueno que técnicos y científicos bolivianos participen también.
Argentina al igual que Venezuela Bolivariana posee reservas millonarias por 35 mil millones de dólares cada uno, que bien podría y debe usarse en estas obras comunes que favorecen a ambos países, región y MERCOSUR. Es hora que gobierno Kirchner se decida por invertir estos excedentes, al menos parcialmente, en financiar participación real de YPFB con ENARSA en Gasoducto Noreste. Tiene ventaja estratégica para crecimiento de economía argentina y regional.
También integración energética significa construcción de plantas de separación y fraccionamiento, petroquímicas, gas domiciliario, industrial y de transporte. Transferencia de tecnologías en todos sectores donde Argentina ya domina uso de gas natural en toda la cadena productiva industrial y agro-industrial gigantesca que posee. Es tiempo de crecer con equidad.
No en vano Argentina posee matriz energética con más de 60% en base a gas natural. Uno de los porcentajes más elevados del planeta que hace de Argentina país competitivo y más limpio que Chile o Brasil, por ejemplo. Argentina, por tanto, necesitará a futuro mucho más gas de Bolivia, más que Brasil inclusive. Este indicador debería servir para que tanto ENARSA como YPFB y PDVSA se unan para explorar y explotar otras regiones gasíferas de Bolivia, como Pando, Beni y norte La Paz y Cochabamba. Este acuerdo debería ser contractual y firmado desde ahora.
En cuanto al canal Bermejo se trata de construir un “ canal panameño ” entre Bermejo en Tarija y la ciudad de Resistencia en el río Paraná con acceso directo al océano Atlántico. Este proyecto es del gobierno argentino y tiene un costo aproximado de tres mil millones dólares, donde 80% sería aportado por Argentina y 20% por residentes bolivianos en este país hermano que alberga a cinco millones de compatriotas. Este canal cuenta con diques niveladores, canales laterales, centrales hidroeléctricas, puerto de acceso a Bolivia y riego para chaco argentino y boliviano.
Si Bolivia pretende construir hidroeléctricas en río Madera con Brasil, entonces esta obra también contempla hidroeléctricas de uso compartido con Argentina. Por esta vía Bermejo y también por puerto Busch, podría exportarse producción siderúrgica, industrial y agro-industrial de Bolivia directamente a ultramar. Es otra obra gigantesca común que el gobierno popular y endógeno de Evo Morales y residentes bolivianos en Argentina no deberían dejar escapar.
Finalmente, se trata de construir la ciudad del acero más grande de Sudamérica en Puerto Suárez en base a yacimientos abiertos de hierro y manganeso de Mutún. Reciente acuerdo finalizado entre Bolivia con JINDAL de India para explotar estas reservas gigantescas, solamente tiene previsto inversiones de tres mil millones próximos diez años, siendo que Mutún amerita al menos diez veces más. Se trata de poner en funcionamiento el complejo siderúrgico más grande de MERCOSUR con capacidad de exportar aceros normales y especiales, laminados, manufacturas y maquinarias por al menos 20 mil millones de dólares en próximos diez años.
Esta meta nacional y popular no está en cabeza y planes inmediatos de empresa JINDAL de la India, si bien esta hará lo suyo de acuerdo a contrato firmado con ESM y COMIBOL. Por tanto Argentina y sus intereses geopolíticos deberían entrar en acción para participar junto a ESM y COMIBOL con inversiones que finalicen en construcción moderna y automatizada de puerto Busch, termoeléctricas, gasoductos y loops adicionales, plantas hierro esponja reducido con gas, hornos eléctricos de aceración, laminación directa, aceros especiales, equipos y maquinarias.
China y Rusia igualmente están dispuestas a participar en desarrollo integral de Mutún y ciudad del acero en Puerto Suárez, construyendo ferrocarriles modernos desde Tacna e Ilo hasta esta provincia Germán Busch rica en minerales precámbricos. Pantanal y su riqueza ganadera y turística une a Bolivia con Brasil y Paraguay, es tiempo que Argentina se una a Bolivia en la construcción de la más grande ciudad siderúrgica del continente, MERCOSUR y ALBA.
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