ALBA o Alternativa Bolivariana para América es un proyecto esencial para proceso de integración que vive la región. Sus bondades se aprecian de inmediato con el incremento de comercio, relaciones científico-tecnológicas y de salud entre miembros actuales, Bolivia, Ecuador, Venezuela Bolivariana, Cuba y Nicaragua. Y de estos con países UNASUR.

Comercio que casi nunca existió en el pasado entre uno y otro país mencionado, se está incrementando a escala superior a la prevista. Entre Venezuela Bolivariana y Cuba se ha elevado giro comercial de ida y venida por encima de tres mil millones dólares. Y esta misma relación de aumento está prevista entre uno y otro país ALBA, especialmente cuando entre ellos vayan descubriendo aspectos de ventajas comparativas y competitivas que jamás antes conocieron ni tuvieron en cuenta para sus relaciones de comercio. Eran épocas neoliberales en que no importaba comercio entre países de la región, o si se hacía comercio intra-regional era exclusivamente entre empresas grandes pero no medianas, pequeñas y sociales como ahora tiende a serlo también en ALBA. Este camino se debe profundizar con apoyo de Banco Sur y participación activa de agentes económicos.

Comercio en el pasado mayormente estaba basado en exportar materias primas e importar bienes industriales de países del norte. Esta historia terminará y hay planes para profundizar industrialización con valor agregado y comercio integral. Ejemplo son plantas industriales, agro-industriales, siderurgias, petroquímicas, telecomunicaciones y obras de infraestructura, que se están construyendo tanto en Venezuela Bolivariana como en Cuba. Es relación que se transmitirá casi en forma automática a otros países ALBA y UNASUR.

Ambos países fundadores de ALBA, están apreciando cada vez con mayor vigor potenciales económicos de exportación en Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Y no es poco, pero que se necesita encauzarse por vías expeditas que solamente liderazgo político podría destrabar. Burocracias de países atentan contra el comercio ágil y expedito.

Por eso presidentes de países ALBA y otros invitados del Caribe se reunirán a fines de Abril 2007 en Venezuela Bolivariana para evaluar a fondo resultados alcanzados y posibilidades que se abren en el horizonte, todo de beneficio mutuo.

Sectores de derecha y empresarios liberales han creído falsamente que ALBA no es para ellos y se han dedicado a denostar desde estos países contra este mecanismo alternativo de comercio e integración, como ha sucedido y todavía sucede en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y misma Venezuela Bolivariana. Pero he aquí que Colombia regida por líderes de derecha y amigos de EE.UU., dan muestras palpables de cómo ellos mismos necesitan este comercio alternativo y de hecho se están beneficiando de ALBA.

ALCA, por el contrario, no encuentra eco ni asidero en ánimo de parlamentarios demócratas en EE:UU.. Es posible que hasta no sean ratificados tratados ALCA de EE.UU. con Colombia y Perú. No es buen negocio acercarse a gringos y mucho menos confortable hacer entrega de patentes y derechos intelectuales a transnacionales del norte.

Colombia tiene un comercio elevado con Venezuela Bolivariana porque le conviene, y que tiende a incrementarse. Mismo con Bolivia y Ecuador. Pero además se está construyendo el llamado gasoducto transguajiro que llevará gas de Venezuela a Colombia y Panamá. Es decir que ante todo es importante asegurar abastecimiento energético seguro y planificado. Y este pensamiento conduce a gobiernos de derecha como en Colombia y Panamá, por ejemplo, a determinar que no es mal negocio ni es dañino en absoluto comerciar a fondo con países ALBA. Al contrario ALBA les da seguridad jurídica y a largo plazo que ALCA y EE.UU. no les pude dar, o que estos condicionan hasta dejarlos debilitados. Colombia tiene un PIB elevado que se aproxima a 200 mil millones dólares, y por eso busca alianza con Venezuela Bolivariana y ALBA, pese a visión liberal y tratado ALCA asimétrico.

Es buen ejemplo para derecha y empresarios de Bolivia, en especial de región oriental de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Es decir que si Colombia comercia con países ALBA en condiciones óptimas, ¿ porqué no empresarios industriales y agro-industriales bolivianos ?.

Existe todavía mentalidad feudal en derecha y empresarios bolivianos que les perjudica enormemente, ya que Bolivia en conjunto debería estar aprovechando todos los acuerdos que bajo la filosofía ALBA se han firmado. Ya sea para exportar soya y sub-productos con valor agregado, como carnes, algodones, muebles, maíz, hierro y aceros, etc. Pero también biodiesel que Santa Cruz podría producir para mercado de países ALBA con gran aceptación, ya que se trata de complementar a combustibles líquidos tradicionales en 10% y con ello combatir la polución severa. Biocombustibles para países ALBA y UNASUR.

En lugar de seguir este ejemplo pragmático, se observa que prefectos, empresarios, agro-empresarios y cívicos de estas regiones orientales y sureñas de Bolivia, se dedican con gran desatino a confrontar y hasta insultar cualquier iniciativa de países ALBA y de Venezuela Bolivariana. Por este camino no se asemejan a pragmatismo de la mismísima esencia neoliberal en Sudamérica, como representa actualmente Colombia, Chile, Paraguay y Perú.

Santa Cruz que podría tener hasta 50% del PIB boliviano, no llegaría con esto ni a 5% de Colombia. O sea que Colombia muestra a esta derecha feudal y autonomista, que aún sin pertenecer a ALBA, como de hecho sí pertenecen empresarios de Bolivia, ha logrado hacer grandes negocios con países ALBA, sin despreciar liderazgo de presidentes socializantes y bolivarianos como son palpablemente Chávez, Evo, Correa, Ortega y por supuesto Fidel.

Mismo acontece con Argentina y su relación fluida con países ALBA. Construcción asegurada de gasoductos sur y noreste, precisamente con Venezuela Bolivariana y Bolivia, indica que países ALBA son una realidad tangible en la región y que no se puede dejar de lado. Incluso Brasil se cuida mucho de atacar a países ALBA para no perder liderazgo.

Venezuela Bolivariana ha decidido apoyar agro-industrias argentinas, financiando producción lechera de fábrica Sancor, que trabaja como empresa social. Este país líder dentro de ALBA, y con Banco Sur, y con todos, están dispuestos a levantar a Bolivia atrasada y todavía pobre con compra de alimentos y manufacturas, entre otros. Es lástima que sólo campesinos, artesanos, PYMES y empresas públicas aprovechen debidamente acuerdos marco ALBA y de UNASUR.