Prensa tradicional bajo la lupa
28/04/2007
- Opinión
(De la Serie: “Hacia la Comunicación Comunitaria”. Parte II)
Los ciudadanos reciben a diario de los medios (tradicionales) de comunicación “información incompleta, deficiente y distorsionada, que le impide comprensión de temas estratégicos y sensibles” como la Constituyente, es una de las conclusiones de siete estudios sobre comportamiento periodístico y libertad de prensa en Bolivia.
Esos sistemas mediáticos inducen también (esto desde el año 2000) a la conflictividad, a utilizar una sola fuente de información o a convertirse ellos en escenario de lucha política con otras armas. La “guerra mediática” se intensifica. Pero la sociedad parece ir a contramano de esa des-información. Si es así: ¿Quién informa a la sociedad más allá del libertinaje mediático? ¿Alguien hace contra-información? ¿Hay otros medios? ¿Cuáles?
Estas interrogantes y algunas respuestas están en la ponencia “Inseguridad comunicacional y democratización mediática” que presentamos en el “V Encuentro de Investigadores de la Comunicación” (Sucre, 20 y 21-IV-07) organizado por ABOIC (www.aboic.org) y la Carrera de Comunicación de la Universidad San Francisco Xavier y al que acudieron estudiantes, estudiosos extranjeros y algunos investigadores.
7 estudios, 5 del extranjero
De diciembre 2005 a marzo 2007 existen 7 estudios sobre realidad mediática. Solo 2 son bolivianos: 1) “Clasificación mundial de la libertad de prensa 2006”, de Reporteros Sin Fronteras–RSF; 2) “Situación de la Libertad de Prensa en Bolivia” conocida en la 63 Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa–SIP (Colombia, 16 al 19-III-2007); 3) “Nivel de equilibrio en los contenidos informativos de los principales medios de comunicación de Bolivia en la cobertura de la elección presidencial de 2005” de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social–Comunican. 4) “Monitoreo de coberturas informativas y editoriales. Reporte integrado sobre 16 diarios”, del Observatorio Nacional de Medios-ONADEM (Fundación UNIR y Asociación Boliviana de Carreras de Comunicación Social); 5) “La Gestión de Evo Morales en la Prensa Boliviana” del Observatorio de Medios–APM de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina); 6) “Políticos y periodistas; enemigos íntimos o aliados funcionales; el caso de la Asamblea Constituyente: cómo informaron los medios de comunicación en Bolivia” de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria–FBDM; y 7) “Medios y conflicto en Bolivia: Caminos para fomentar el papel constructivo de los medios en una Gobernabilidad vulnerable” de Internacional Media Support–IMS, Dinamarca.
Alguien diría: ¿Tantos estudios en tan poco tiempo (16 meses)? Ergo, hay mucho que hurgar e infinidad de lecciones.
Algunas conclusiones
La ponencia analiza a los medios (y a sus operadores) en 3 aspectos: Periodismo, Medios y Sociedad y sería largo tratar todo aquí. Pero, todos esos estudios se refieren a la denominada “gran prensa” o medios tradicionales y deja de lado a sus pares contestatarios, mencionados tangencialmente y solo en uno de esos estudios (el de IMS).
Por otro lado, en Bolivia parecen convivir dos lógicas de hacer comunicación (y periodismo): 1) Lógica de lucro e incidencia hacia el consumo masivo de bienes y servicios, practicada por los medios tradicionales; 2) Lógica de servicio e incidencia cultural hacia la educación a cargo de redes y medios alternativo-contestatarios, invisibilizados (aún).
Los siete estudios pintan un panorama de subestimación, presiones, subvaloración, generación de temor y vulnerabilidad hacia el ciudadano y a los públicos mediáticos (del sistema tradicional) lo que configura inseguridad y búsqueda de alternativas, aún no encontradas. A ello debemos sumar: “unifuentismo”, propensión a generar conflictividad, extravío periodístico, extralimitaciones empresariales, negocio basado en libertinajes por “demasiada desregulación y una ley (de Imprenta) imposible de aplicar” porque “los medios tienen libertad irrestricta, están en una fase de excesos y abusaron de su libertad”, según dice uno de esos estudios. Continuará.
- Edgar Ramos Andrade. Comunicador UNLP–Argentina. Investigador y activista social. Autor de los libros “Medios de Comunicación por Municipio”, y “aGONIa y Rebelión Social”, entre otros.
Los ciudadanos reciben a diario de los medios (tradicionales) de comunicación “información incompleta, deficiente y distorsionada, que le impide comprensión de temas estratégicos y sensibles” como la Constituyente, es una de las conclusiones de siete estudios sobre comportamiento periodístico y libertad de prensa en Bolivia.
Esos sistemas mediáticos inducen también (esto desde el año 2000) a la conflictividad, a utilizar una sola fuente de información o a convertirse ellos en escenario de lucha política con otras armas. La “guerra mediática” se intensifica. Pero la sociedad parece ir a contramano de esa des-información. Si es así: ¿Quién informa a la sociedad más allá del libertinaje mediático? ¿Alguien hace contra-información? ¿Hay otros medios? ¿Cuáles?
Estas interrogantes y algunas respuestas están en la ponencia “Inseguridad comunicacional y democratización mediática” que presentamos en el “V Encuentro de Investigadores de la Comunicación” (Sucre, 20 y 21-IV-07) organizado por ABOIC (www.aboic.org) y la Carrera de Comunicación de la Universidad San Francisco Xavier y al que acudieron estudiantes, estudiosos extranjeros y algunos investigadores.
7 estudios, 5 del extranjero
De diciembre 2005 a marzo 2007 existen 7 estudios sobre realidad mediática. Solo 2 son bolivianos: 1) “Clasificación mundial de la libertad de prensa 2006”, de Reporteros Sin Fronteras–RSF; 2) “Situación de la Libertad de Prensa en Bolivia” conocida en la 63 Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa–SIP (Colombia, 16 al 19-III-2007); 3) “Nivel de equilibrio en los contenidos informativos de los principales medios de comunicación de Bolivia en la cobertura de la elección presidencial de 2005” de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social–Comunican. 4) “Monitoreo de coberturas informativas y editoriales. Reporte integrado sobre 16 diarios”, del Observatorio Nacional de Medios-ONADEM (Fundación UNIR y Asociación Boliviana de Carreras de Comunicación Social); 5) “La Gestión de Evo Morales en la Prensa Boliviana” del Observatorio de Medios–APM de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina); 6) “Políticos y periodistas; enemigos íntimos o aliados funcionales; el caso de la Asamblea Constituyente: cómo informaron los medios de comunicación en Bolivia” de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria–FBDM; y 7) “Medios y conflicto en Bolivia: Caminos para fomentar el papel constructivo de los medios en una Gobernabilidad vulnerable” de Internacional Media Support–IMS, Dinamarca.
Alguien diría: ¿Tantos estudios en tan poco tiempo (16 meses)? Ergo, hay mucho que hurgar e infinidad de lecciones.
Algunas conclusiones
La ponencia analiza a los medios (y a sus operadores) en 3 aspectos: Periodismo, Medios y Sociedad y sería largo tratar todo aquí. Pero, todos esos estudios se refieren a la denominada “gran prensa” o medios tradicionales y deja de lado a sus pares contestatarios, mencionados tangencialmente y solo en uno de esos estudios (el de IMS).
Por otro lado, en Bolivia parecen convivir dos lógicas de hacer comunicación (y periodismo): 1) Lógica de lucro e incidencia hacia el consumo masivo de bienes y servicios, practicada por los medios tradicionales; 2) Lógica de servicio e incidencia cultural hacia la educación a cargo de redes y medios alternativo-contestatarios, invisibilizados (aún).
Los siete estudios pintan un panorama de subestimación, presiones, subvaloración, generación de temor y vulnerabilidad hacia el ciudadano y a los públicos mediáticos (del sistema tradicional) lo que configura inseguridad y búsqueda de alternativas, aún no encontradas. A ello debemos sumar: “unifuentismo”, propensión a generar conflictividad, extravío periodístico, extralimitaciones empresariales, negocio basado en libertinajes por “demasiada desregulación y una ley (de Imprenta) imposible de aplicar” porque “los medios tienen libertad irrestricta, están en una fase de excesos y abusaron de su libertad”, según dice uno de esos estudios. Continuará.
- Edgar Ramos Andrade. Comunicador UNLP–Argentina. Investigador y activista social. Autor de los libros “Medios de Comunicación por Municipio”, y “aGONIa y Rebelión Social”, entre otros.
https://www.alainet.org/en/node/120845
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