Si partimos de la base cierta de que periodismo y libertad son concomitantes y ambas: profesión y garantía son de tal interrelación que una no podría concebirse sin la otra, tendremos que reconocer las manifestaciones que a favor del periodismo agraviado han manifestado tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH; así como la decisión del Ejecutivo Federal de haber promulgado y publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Reforma Constitucional sobre el Derecho a la Información, sin dejar de manifestar nuestro total desacuerdo en las cifras dramáticas que manejan y en la actual ley mordaza, falsamente llamada, Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.

A ciencia cierta no entendemos porque la CNDH, que preside el doctor José Luís Soberanes Fernández, y cuyo encargado del área, es el buen amigo, licenciado Raúl González Pérez, desde siempre han recortado las cifras de las víctimas. Desde luego es un gran avance que la diferencia sea de un compañero más asesinado y otro desparecido. No importa que a la Federación Latinoamericana de Periodistas le nieguen la paternidad del trabajo de investigación y le den más crédito a organizaciones extranjeras. Aquí de lo que se trata es que por primera vez se conjugan dos denuncias, dos alertas sobre la gravísima situación que vive el periodismo mexicano.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) su informe sobre la situación actual y los riesgos del ejercicio periodístico en México. En el mismo sostiene y asegura que del 2000 a la fecha, 33 periodistas han sido ejecutados y 6 desaparecidos, cuando en realidad, de acuerdo a nuestro informe totalmente documentado, son otras las cifras.

Son 68 periodistas los asesinados desde 1968 a la fecha, pero es de resaltarse que la mitad de esos homicidios ocurrieron del 2000 a estos días, para precisar, desde el inicio del falsamente llamado gobierno del cambio. Solo en el sexenio de Vicente Fox Quesada fueron ejecutados 30 periodistas y ya van 4 en los pocos meses de Felipe Calderón Hinojosa.

Sobre las desapariciones forzadas que aún prevalecen, son 7. no 6. Este fenómeno que jamás antes se había presentado en la historia del país sino hasta que fue gobernado por los panistas alcanzó la cifra impresionante e intolerable de 9 casos, desgraciadamente 2 de los colegas fueron encontrados muertos, por lo que ya forman parte de la lista cruel.

De acuerdo con la CNDH, los agravios de mayor gravedad contra periodistas son: homicidios, lesiones, desapariciones forzadas, amenazas telefónicas, espionajes telefónicos, robo de materiales y atentados, y todo esto para socavar las libertades de prensa y expresión, así como el derecho a la información.

Buena noticia que a partir del 21 de julio último se convierta en obligatoria la homologación de la transparencia en México, en sus tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal. La Secretaría de Gobernación al fin decidió publicar en el Diario Oficial de la Federación la reforma al Artículo 6º. de la Constitución, que es la base sobre la cual las entidades gubernamentales deberán establecer sus criterios de acceso a la información pública, es la llamada Ley Reyes Baeza, el gobernador de Chihuahua que impulsó la enmienda.

Si el periodismo y la libertad no son disociables, mucho menos de ambos la verdad: Son 68 periodistas asesinados desde 1968 a la fecha, de ellos 34 ocurrieron desde el año 2000 con la ascensión del supuesto gobierno del cambio y prevalecen secuestrados 7 colegas, y en definitiva, mientras esté vigente la ley mordaza, ninguna reforma Constitucional, por importante que sea, favorecerá el régimen de libertades que precisamente garantiza nuestra Carta Magna.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.  

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