Principio básico del binomio SIP-CIA
Miento, luego informo
09/04/2008
- Opinión
Seis años atrás, en febrero de 2002 escribimos a propósito de Venezuela un artículo titulado "En busca de un Pinochet perdido" en el cual pronosticábamos el golpe de estado que se produjo dos meses después. Apuntamos esta remembranza sin el ánimo de marcar un acierto periodístico y sí para subrayar la analogía con la sublevación de septiembre de 1973 en Chile que impuso una bárbara dictadura y provocó la muerte del presidente Salvador Allende. Para el vaticinio nos basamos en parte de la experiencia chilena.
Afortunadamente, en Venezuela fracasó el intento de romper la legalidad, pero en ambos casos y de manera muy semejante en la etapa pre golpista se empleó un elemento que tiene directa relación con la temática de este Encuentro: la utilización mañosa de los órganos de comunicación, especialmente los periodísticos, en el afán de crear un clima psicológico proclive al trastorno institucional. Tarea esa a cargo de la Central Intelligence Agency (CIA) y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En contra de Chávez- escribimos- actúa una jauría dispuesta a cazar su presa y compuesta por los periódicos asociados al Bloque de Prensa Venezolano (BPV) y, en el continente, por centenares de publicaciones miembros de la SIP. A este poderoso aparato publicitario se unen entidades que dicen ser de periodistas "independientes" y defensores de la libertad de prensa, como Reporteros Sin Frontera (RSF), en tanto que los propios periodistas venezolanos se han dividido entre quienes respaldan los cambios del proceso bolivariano y aquellos que participan de la ideología empresarial.
En estos casos, la acción del binomio CIA-SIP tiende a incrementarse no solamente desde la arista de una colaboración económica, pues lo que se persigue también es convertir a los medios de comunicación en personajes del conflicto ideológico. Se transforman así, singularmente los periódicos, en actores de una bien llamada guerra encubierta. Una de sus armas es la concentración – y repetición indiscriminada- de consignas como la imputación de una carencia de libertad de expresión. Cualquier ciudadano, venezolano o extranjero, puede confirmar aquí la falsedad de tal eslogan.
El conocimiento de hechos históricos es una factor esencial en el análisis del presente y de ese modo recordemos que como sostiene un informe del Senado estadounidense acerca del papel de la CIA en Chile "El tema de la libertad de prensa fue el más importante dentro de la campaña internacional contra Allende". Agrega el documento:"El principal proyecto propaganda de la CIA financió un variado surtido. Producía varias revistas de circulación nacional. Elaboraba materiales para colocarlos en la cadena `El Mercurio`, en todos los diarios de oposición; en todas las estaciones radiales controladas por los partidos de oposición, y en varios programas regulares de televisión en tres canales" (1)
En ese episodio del aporte financiero y técnico de la CIA el diario más favorecido fue "El Mercurio" que recibió millones de dólares en momentos en que su director-propietario, Agustín Edwards, fungía como vicepresidente de la SIP y de la multinacional Pepsi Cola. Para activar la formulación falaz de la carencia de libertad informativa, Edwards auto clausuró su diario por un día con el objetivo de armar un escándalo desinformativo que clamara por el "cierre" de "El Mercurio. En el marco de la maniobra los medios aseguraron que se agrediría a la "prensa libre" cortándole el suministro de papel. Ambas cosas fueron fabulosas mentiras: no hubo clausura ni el Gobierno tenía injerencia alguna en la distribución de papel.
No se cuenta aún con pruebas como las que arrojó la investigación del Senado de EE.UU., para los efectos de Venezuela, mas sólo el rey de los ingenuos podría colegir que no hay aquí participación de la CIA, organismo gubernamental estadounidense que fue creado precisamente para realizar operaciones encubiertas.
Como ocurrió bajo Allende, en Venezuela bajo el mando de Hugo Chávez hay una absoluta libertad de expresión, existe una mayor pluralidad informativa con la acertada creación de Telesur y otros medios y esa ruptura del antiguo cuasi monopólico es lo que irrita a la oposición. Se constata asimismo otra situación relacionada que los medios comerciales callan: que sí hubo y mucha represión contra la prensa bajo los dos gobiernos de Rómulo Betancourt y durante las presidencias de Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez y Jaime Luchinchi. Este tema fue documentado por el prestigioso colega venezolano Eleazar Díaz Rangel. (2)
Existe una tendencia dirigida a ubicar el nacimiento del periodismo en épocas remotas y a idealizarlo como aquellos que hablan con solemnidad de una "misión" periodística En nuestra percepción aquello es una historia para niños. El periodismo, sabemos, es un elemento superestructural que representa y defiende los intereses del sistema económico-social del cual emerge, aunque al tenor del desarrollo dialéctico de las sociedad, surjan asimismo los contrarios. Cosa distinta es el uso de técnicas profesionales que se practican en ambos sectores o contendientes.
El objetivo principal de la información noticiosa, con los matices doctrinarios del caso, consiste en reflejar la realidad y por cierto el gran enemigo de tal intención es la tergiversación, la falacia en torno de los sucesos. Hoy, luego del derrumbe del socialismo en Europa, el periodismo que predomina en los regímenes capitalistas, ha devenido como nunca antes en un método de propaganda que deforma los hechos y con ello presenta al público una realidad amañada.
Carente de los contradictores del ex campo socialista, la información con esa tónica se ha convertido, con más fuerza, en el aparato publicitario del modelo libre empresista y de su ideología neoliberal. Escribía ya hace diez años el notable Manuel Vázquez Montalbán: "Desde la caída del Muro de Berlín contemplamos la inculcación sistemática, masiva, uniforme, de que en el mundo hay una verdad, un mercado, una racionalidad, un ejército de vigilancia de esa verdad única, de ese mercado único y de esa racionalidad única".
El mensaje único, prosigue Vázquez persigue el objetivo de extirpar la capacidad de crear conciencia crítica, rasgo indispensable de una auténtica democracia. Apunta: En el pasado fueron los campanarios y los sacerdotes; en el presente pueden serlo la CNN y sus comentaristas pasteurizados" (3)
Bien, ¿Cómo luchar desde esta trinchera donde estamos en condiciones deficitarias respecto de la información noticiosa? Debemos considerar que, afortunadamente, la geografía político-social de Latinoamérica ha tenido un salto cualitativo con la instauración de gobiernos progresistas que objetan la imposición de un sistema neoliberal a ultranza que perjudica a nuestras naciones, al mismo tiempo que rechazan la ya bicentenaria injerencia de Washington en nuestro subcontinente. Este Encuentro, precisamente, ha sido posible en los marcos de una etapa en la que hasta la vilipendiada OEA (Organización de Estados Americanos) se ha puesto razonable.
Proponemos que como una de las formas de nuestra batalla, esta reunión propicie, como asunto prioritario, el combate ideológico por una información veraz. En seguida, con brevedad abordaré este punto. Fue justamente en Venezuela en la Cumbre Iberoamericana que se efectuó en 1997 (Isla Margarita) que este relevante asunto se trató en nivel de Jefes de Estado. La propuesta de una declaración fue planteada por el entonces presidente de la República, Rafael Caldera, en los siguientes términos:
"Los gobiernos y los propietarios de medios de comunicación social deben respetar el derecho de nuestros pueblos a recibir información veraz, sin omisiones ni manipulaciones de quienes recurrentemente caen en la tentación de controlar el flujo informativo por su poder político, económico o comunicacional".
Tan sensata proposición provocó la ira de la SIP y aunque suene a disparate la calificó como un "intento de censura".Para no extenderme, diré que el diario "El Nacional" (Caracas) publicó un editorial titulado "Estupidez veraz" mientras su director, Miguel Henrique Otero, proclamaba que "La información veraz es una clara y mal disfrazada estrategia de censura". No explicó porqué pensaba así. Díaz Rangel, quien fue jefe de prensa de la Cumbre comentó: "Es absurdo pensar que los gobiernos puedan controlar la información, (algo) que desde un punto de vista práctico es completamente irreal".
Finalmente y a pesar de los chillidos de la SIP, la VII Cumbre Iberoamericana de Margarita, aprobó la esencia de la propuesta venezolana al manifestar y reivindicar el derecho que tienen las personas a recibir información libre y veraz". Agreguemos que el principio se encuentra en la Constitución de España de 1978, en el Código Europeo de Deontología del Periodismo, en el Código Latinoamericana de Ética Periodística (FELAP) y en otros numerosos documentos.
La contienda por materializar un concepto clave del periodismo objetivo, posee entonces, sólidos cimientos en que afirmarse.
Notas
(1) Valencia, Carlos. La CIA: 10 años contra Chile. Documentos del Senado de Estados Unidos, Bogotá, 1976
(2) Díaz Rangel, Eleazar. Discurso en la Asamblea Nacional de Venezuela, Caracas, 2002
(3) Vázquez Montalbán, Manuel. Sobre la incomunicación de la sociedad Comunicacional., México, 1998
Ponencia presentada en el Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático (Caracas, 27-31/03/08)
- Hernán Uribe, chileno, periodista y académico. Actual presidente de la Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas (CIAP), adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)
Santiago de Chile-Caracas, marzo 2008
Afortunadamente, en Venezuela fracasó el intento de romper la legalidad, pero en ambos casos y de manera muy semejante en la etapa pre golpista se empleó un elemento que tiene directa relación con la temática de este Encuentro: la utilización mañosa de los órganos de comunicación, especialmente los periodísticos, en el afán de crear un clima psicológico proclive al trastorno institucional. Tarea esa a cargo de la Central Intelligence Agency (CIA) y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En contra de Chávez- escribimos- actúa una jauría dispuesta a cazar su presa y compuesta por los periódicos asociados al Bloque de Prensa Venezolano (BPV) y, en el continente, por centenares de publicaciones miembros de la SIP. A este poderoso aparato publicitario se unen entidades que dicen ser de periodistas "independientes" y defensores de la libertad de prensa, como Reporteros Sin Frontera (RSF), en tanto que los propios periodistas venezolanos se han dividido entre quienes respaldan los cambios del proceso bolivariano y aquellos que participan de la ideología empresarial.
En estos casos, la acción del binomio CIA-SIP tiende a incrementarse no solamente desde la arista de una colaboración económica, pues lo que se persigue también es convertir a los medios de comunicación en personajes del conflicto ideológico. Se transforman así, singularmente los periódicos, en actores de una bien llamada guerra encubierta. Una de sus armas es la concentración – y repetición indiscriminada- de consignas como la imputación de una carencia de libertad de expresión. Cualquier ciudadano, venezolano o extranjero, puede confirmar aquí la falsedad de tal eslogan.
El conocimiento de hechos históricos es una factor esencial en el análisis del presente y de ese modo recordemos que como sostiene un informe del Senado estadounidense acerca del papel de la CIA en Chile "El tema de la libertad de prensa fue el más importante dentro de la campaña internacional contra Allende". Agrega el documento:"El principal proyecto propaganda de la CIA financió un variado surtido. Producía varias revistas de circulación nacional. Elaboraba materiales para colocarlos en la cadena `El Mercurio`, en todos los diarios de oposición; en todas las estaciones radiales controladas por los partidos de oposición, y en varios programas regulares de televisión en tres canales" (1)
En ese episodio del aporte financiero y técnico de la CIA el diario más favorecido fue "El Mercurio" que recibió millones de dólares en momentos en que su director-propietario, Agustín Edwards, fungía como vicepresidente de la SIP y de la multinacional Pepsi Cola. Para activar la formulación falaz de la carencia de libertad informativa, Edwards auto clausuró su diario por un día con el objetivo de armar un escándalo desinformativo que clamara por el "cierre" de "El Mercurio. En el marco de la maniobra los medios aseguraron que se agrediría a la "prensa libre" cortándole el suministro de papel. Ambas cosas fueron fabulosas mentiras: no hubo clausura ni el Gobierno tenía injerencia alguna en la distribución de papel.
No se cuenta aún con pruebas como las que arrojó la investigación del Senado de EE.UU., para los efectos de Venezuela, mas sólo el rey de los ingenuos podría colegir que no hay aquí participación de la CIA, organismo gubernamental estadounidense que fue creado precisamente para realizar operaciones encubiertas.
Como ocurrió bajo Allende, en Venezuela bajo el mando de Hugo Chávez hay una absoluta libertad de expresión, existe una mayor pluralidad informativa con la acertada creación de Telesur y otros medios y esa ruptura del antiguo cuasi monopólico es lo que irrita a la oposición. Se constata asimismo otra situación relacionada que los medios comerciales callan: que sí hubo y mucha represión contra la prensa bajo los dos gobiernos de Rómulo Betancourt y durante las presidencias de Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez y Jaime Luchinchi. Este tema fue documentado por el prestigioso colega venezolano Eleazar Díaz Rangel. (2)
Existe una tendencia dirigida a ubicar el nacimiento del periodismo en épocas remotas y a idealizarlo como aquellos que hablan con solemnidad de una "misión" periodística En nuestra percepción aquello es una historia para niños. El periodismo, sabemos, es un elemento superestructural que representa y defiende los intereses del sistema económico-social del cual emerge, aunque al tenor del desarrollo dialéctico de las sociedad, surjan asimismo los contrarios. Cosa distinta es el uso de técnicas profesionales que se practican en ambos sectores o contendientes.
El objetivo principal de la información noticiosa, con los matices doctrinarios del caso, consiste en reflejar la realidad y por cierto el gran enemigo de tal intención es la tergiversación, la falacia en torno de los sucesos. Hoy, luego del derrumbe del socialismo en Europa, el periodismo que predomina en los regímenes capitalistas, ha devenido como nunca antes en un método de propaganda que deforma los hechos y con ello presenta al público una realidad amañada.
Carente de los contradictores del ex campo socialista, la información con esa tónica se ha convertido, con más fuerza, en el aparato publicitario del modelo libre empresista y de su ideología neoliberal. Escribía ya hace diez años el notable Manuel Vázquez Montalbán: "Desde la caída del Muro de Berlín contemplamos la inculcación sistemática, masiva, uniforme, de que en el mundo hay una verdad, un mercado, una racionalidad, un ejército de vigilancia de esa verdad única, de ese mercado único y de esa racionalidad única".
El mensaje único, prosigue Vázquez persigue el objetivo de extirpar la capacidad de crear conciencia crítica, rasgo indispensable de una auténtica democracia. Apunta: En el pasado fueron los campanarios y los sacerdotes; en el presente pueden serlo la CNN y sus comentaristas pasteurizados" (3)
Bien, ¿Cómo luchar desde esta trinchera donde estamos en condiciones deficitarias respecto de la información noticiosa? Debemos considerar que, afortunadamente, la geografía político-social de Latinoamérica ha tenido un salto cualitativo con la instauración de gobiernos progresistas que objetan la imposición de un sistema neoliberal a ultranza que perjudica a nuestras naciones, al mismo tiempo que rechazan la ya bicentenaria injerencia de Washington en nuestro subcontinente. Este Encuentro, precisamente, ha sido posible en los marcos de una etapa en la que hasta la vilipendiada OEA (Organización de Estados Americanos) se ha puesto razonable.
Proponemos que como una de las formas de nuestra batalla, esta reunión propicie, como asunto prioritario, el combate ideológico por una información veraz. En seguida, con brevedad abordaré este punto. Fue justamente en Venezuela en la Cumbre Iberoamericana que se efectuó en 1997 (Isla Margarita) que este relevante asunto se trató en nivel de Jefes de Estado. La propuesta de una declaración fue planteada por el entonces presidente de la República, Rafael Caldera, en los siguientes términos:
"Los gobiernos y los propietarios de medios de comunicación social deben respetar el derecho de nuestros pueblos a recibir información veraz, sin omisiones ni manipulaciones de quienes recurrentemente caen en la tentación de controlar el flujo informativo por su poder político, económico o comunicacional".
Tan sensata proposición provocó la ira de la SIP y aunque suene a disparate la calificó como un "intento de censura".Para no extenderme, diré que el diario "El Nacional" (Caracas) publicó un editorial titulado "Estupidez veraz" mientras su director, Miguel Henrique Otero, proclamaba que "La información veraz es una clara y mal disfrazada estrategia de censura". No explicó porqué pensaba así. Díaz Rangel, quien fue jefe de prensa de la Cumbre comentó: "Es absurdo pensar que los gobiernos puedan controlar la información, (algo) que desde un punto de vista práctico es completamente irreal".
Finalmente y a pesar de los chillidos de la SIP, la VII Cumbre Iberoamericana de Margarita, aprobó la esencia de la propuesta venezolana al manifestar y reivindicar el derecho que tienen las personas a recibir información libre y veraz". Agreguemos que el principio se encuentra en la Constitución de España de 1978, en el Código Europeo de Deontología del Periodismo, en el Código Latinoamericana de Ética Periodística (FELAP) y en otros numerosos documentos.
La contienda por materializar un concepto clave del periodismo objetivo, posee entonces, sólidos cimientos en que afirmarse.
Notas
(1) Valencia, Carlos. La CIA: 10 años contra Chile. Documentos del Senado de Estados Unidos, Bogotá, 1976
(2) Díaz Rangel, Eleazar. Discurso en la Asamblea Nacional de Venezuela, Caracas, 2002
(3) Vázquez Montalbán, Manuel. Sobre la incomunicación de la sociedad Comunicacional., México, 1998
Ponencia presentada en el Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático (Caracas, 27-31/03/08)
- Hernán Uribe, chileno, periodista y académico. Actual presidente de la Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas (CIAP), adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)
Santiago de Chile-Caracas, marzo 2008
https://www.alainet.org/en/node/126841?language=en
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