Luchas contra la militarización y la criminalización

10/04/2008
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  • Opinión
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Ana Ester Ceceña, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), abrió el segundo día del VII Encuentro Hemisférico de Lucha contra los Tratados de Libre Comercio, en La Habana, Cuba como participante en un panel titulado "La Militarización, Leyes Anti-Terroristas y Criminalización de la Protesta". Ella ofreció un panorama de estrategias actuales para fortalecer la hegemonía militar de los EEUU en América Latina y el Caribe, particularmente con un resumen de las bases militares contemporáneas.

A pesar de que los EEUU pretenden estar reduciendo sus bases militares alrededor del mundo, Ceceña demostró que el número de instalaciones militares está en aumento.  La tendencia, sin embargo, es hacia instalaciones militares más pequeñas y más flexibles.  Además, la realización de ejercicios militares regulares permite que los ejércitos de América Latina se entrenen y construyan relaciones con los militares de EEUU, a la vez que sirven para fines de vigilancia e inteligencia.

Muchas de las nuevas instalaciones son parte de nuevas categorías, incluyendo las Forward Operating Bases (FOLs) o sea los Centros Operativos de Avanzada, por ejemplo el de Manta, Ecuador, si bien las bases militares tradicionales de los EEUU - las Main Operating Bases (MOBs) - siguen siendo muy importantes.  Las bases más antiguas son como ciudades militares, donde los efectivos y sus familias se encuentran encuartelados a largo plazo.  El costo y la necesidad de agilidad han motivado los cambios recientes.

Después del cierre de las bases (MOB) en Panamá, Manta, Ecuador se ha convertido en el "pivote del Plan Colombia", según Ceceña, en coordinación con otras dos instalaciones similares en Curazao y en El Salvador, las cuales conforman un triángulo sobre el norte de Suramérica y del área meridional de América Central hasta el Canal de Panamá, mientras que las operaciones anti-narcóticos en Key West, Florida, completan el cuadro.  El Plan Colombia sería "
centralísimo en la difusión de militarismo hacia el Cono Sur y Centroamérica también”.  La analista agregó que la base de Manta está especializada por sus sistemas de monitoreo y sus grandes aviones, y coordina con otras seis microbases ubicadas en puntos estratégicos de Colombia.

Esta red de instalaciones militares rodea un área estratégica, no solamente con propósitos militares, sino también porque esta parte de América Latina alberga la mayor biodiversidad y riqueza natural con respecto al agua, al petróleo, y a los minerales.

Ceceña también participa en un monitoreo permanente de los ejercicios militares que ocurren sistemáticamente durante el año a través de toda la región. Éstos incluyen nuevos tipos de operaciones denominadas “nuevos horizontes”.  Testimonios recientes destacan unos proyectos para la construcción de escuelas y otros para la atención médica en países como Paraguay. Se considera que el personal militar involucrado en tales proyectos recopila inteligencia y que la infraestructura civil establecida podría tener propósitos militares adicionales.

La ponente comentó
también el aumento notable de la presencia militar en Perú, desde el anuncio de Ecuador de que no renovará el convenio con los EEUU sobre la FOL de Manta, cuando termine en 2009.

Criminalización de la lucha popular


Los/las demás participantes en el panel trataron el tema de la criminalización de la protesta dentro del contexto de la fase actual del neoliberalismo y de la guerra anti-terrorista. Enfatizaron que el uso del sistema legislativo contra el pueblo, el cual no comparte los intereses económicos y políticos dominantes, no es nada nuevo, y llamaron la atención en particular al caso de Colombia.

Luís Arza Valdés de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) mencionó una serie de agresiones, a través de América Latina, contra líderes estudiantiles, por su activismo.  Observó que los estudiantes han sido históricamente involucrados en muchos de los movimientos más revolucionarios de la región.  Consecuentemente, han sido blancos de ataques y en numerosos casos han sido asesinados.

Actualmente los movimientos estudiantiles, dice Valdés, están enfrentando nuevos desafíos por la privatización de la educación y por su orientación hacia los intereses del mercado.  Se alienta a los estudiantes a abandonar sus valores, y en algunos casos se ha logrado movilizar a los estudiantes en defensa de los intereses neoliberales.

Irene León, ecuatoriana, de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), constató que la criminalización también afecta a los pobres y a los grupos que han estado marginalizados históricamente, por ejemplo los afro-descendientes y los pueblos indígenas.  Señaló vínculos entre la criminalización y el neoliberalismo, con la creciente industria de seguridad.  Recordó a la audiencia las declaraciones recientes del Presidente George W. Bush, después de la masacre del 1 de marzo en el territorio ecuatoriano, cuando las fuerzas armadas colombianas bombardearon un campamento de las FARC, quien dijo que el tratado de libre comercio entre los EEUU y Colombia es un asunto de seguridad para los estadounidenses.  La industria de la seguridad, agregó, representa ahora una de las mayores industrias del mundo, y es crecientemente privatizada.  Es más, la Unión Europea ha puesto en la mesa el tema de seguridad para las negociaciones próximas de libre comercio con la Comunidad Andina (CAN).

León concluyó
diciendo que "Tenemos que demostrar que estas leyes [antiterroristas] son leyes en contra las poblaciones y no en contra el terrorismo".  Y agregó que los intentos de criminalizar los movimientos y las organizaciones sociales dan más razones para luchar a favor de los proyectos alternativos ya en marcha.

La duración de los procesos penales desmoviliza a los activistas


"Somos todos casi terroristas confesos por estar aquí," dijo el abogado Beinusz Schmukler de la Asociación Americana de Juristas, quien comentó que hay muchos instrumentos jurídicos para reprimir a los movimientos sociales, pero precisó cómo, por ejemplo, en el caso de los cinco presos cubanos en los EEUU, ahora en su décimo año, una de las herramientas más poderosas en contra de la gente no es necesariamente la naturaleza del caso, sino por cuanto tiempo y con cuantos instrumentos se puede extender un proceso penal, con el propósito de desmovilizar a los activistas.

Los juristas están tratando de buscar diversas maneras de contrarrestar tal injusticia, pero esto "no puede ser la lucha únicamente de juristas". Hay límites a lo que ellos pueden hacer; "no vamos a derrotar el imperialismo en la corte suprema internacional...sino demostrar como el sistema por su naturaleza es opresivo y perverso, y mostrándolo por sus propias leyes”.

La invasión de los EEUU a Irak es el ejemplo más evidente de cómo el sistema ni siquiera respeta sus propias reglas, dijo Schmukler, proponiendo que durante el año que viene, se organice una campaña en solidaridad con el pueblo colombiano que busca un acuerdo humanitario.  Pues, Colombia es "el caso máximo del terrorismo de Estado en América Latina", afirmó.  Luis Arza, por su parte, afirmó que el movimiento estudiantil fijará su atención en el caso colombiano durante este año, para apoyar a los estudiantes activistas que recientemente han sido amenazados, indicando que son blancos de los paramilitares reorganizados, las Águilas Negras.


- Jennifer Moore
ALAI/Minga Informativa de Movimientos Sociales

https://www.alainet.org/en/node/126934
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