Globafascistización: un concepto nuevo para un problema viejo
23/06/2008
- Opinión
Introducción: La cuarta amenaza
Tres son las mayores amenazas globales que hoy día enfrenta la humanidad y sobre las cuales existe pleno consenso: el cambio climático, la crisis energética y la crisis alimentaria.
Y adicionalmente, en este artículo utilizo el nombre de “globafascistización”, para denominar lo que considero es la cuarta amenaza actual para la sobrevivencia de la humanidad.
Este término lo utilicé por vez primera (aunque de manera bastante embrionaria), en un artículo publicado en un medio escrito de difusión nacional en Nicaragua en 1999.
Habían transcurrido entonces 10 años a la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, y el curso que tomaban las cosas en la geopolítica dominante me inspiró su uso rudimentario (predominaba entonces en el ambiente una falsa alegría fukiyamista por el supuesto fin de la historia, y la mera mención de la palabra “imperialismo” era visto como un desliz propio de épocas jurásicas).
Ahora, transcurridos otros 10 años de aquellos acontecimientos históricos de 1989, el paso (y el peso) del tiempo y el afianzamiento de las tendencias hiper-hegemónicas del odiado bicentenario imperio, me proporcionan muchos más elementos de juicio para dar un nuevo paso en la construcción de éste concepto.
Globalización y fascismo; dos caras de una misma y vieja moneda
“Dios nos ha enseñado geografía a través de las guerras de conquista”, nos recuerda Eduardo Galeano, con su magistral genialidad e ironía en el uso del análisis macro-histórico (“Espejos”; E. Galeano: sigloxxieditores.com/galeano/).
Muchos años atrás, Karl Marx, dijo exactamente lo mismo cuando acuñó su famosa frase; “la violencia es la partera de la historia”.
En el fondo, ambas expresiones no aluden a otra cosa que no sea la eterna lucha por el acaparamiento de recursos económicos (tierra, poblaciones, recursos naturales etc.), por medio de ejércitos en plena expansión geográfica y económica.
Hablamos entonces del viejo fenómeno que Lenin solía describir con el término de “reparto del mundo”, y lo hizo justo en el momento histórico en el que el desarrollo del sistema capitalista mundial afianzaba su fase “imperial”, utilizando por vez primera en la era moderna, los dos instrumentos de mayor poder en este sistema; la especulación financiera y la agresión militarista de gran escala (transcontinental).
Lenin analizó con gran atención a inicios del siglo XX (1916), que el primero de éstos poderosos instrumentos (la especulación financiera), se debía fundamentalmente a la entonces reciente fusión entre el capital bancario y el capital industrial, lo cual permitía al sistema capitalista mundial dar el salto histórico para dar nacimiento al capital financiero, que le hacía posible pasar de la exportación de mercancías hacia la exportación de capitales (el inicio histórico de lo que décadas más tarde ha sido denominado como “desmaterialización creciente de los procesos productivos…”). (“El imperialismo, fase superior del capitalismo”; V. I. Lenin; Original de Ediciones en lenguas extranjeras, Pekín, 1975- Primera edición 1966 (4ta. Impresión) / versión digital preparada por David J. Romagnolo (Archivo de obras marxistas).
Mientras que el segundo de estos poderosos instrumentos (la agresión militarista de gran escala geográfica), se constituyó como la segunda pierna de este monstruo llamado imperialismo, y tuvo su más concreta expresión en el desenlace de la Primera Guerra Mundial, hecho que Lenin había previsto con suficiente antelación, pues veía que en éste “cuerpo” denominado sistema capitalista, tras la primera “pierna” en movimiento ineludiblemente se tenía que mover la otra.
Sirvan los párrafos arriba expuestos para sustentar la vigencia plena de un hecho incontrastable; a lo largo de la historia, y de manera especial y particular, en la fase del capitalismo maduro o avanzado, la única manera en que este sistema-mundo puede continuar y profundizar el proceso creciente de expansión y acumulación de capital (parte consustancial a su esencia sistémica, estructural e histórica), es a través del “reparto mundial de los mercados”, lo cual, como ya se sabe hasta el hartazgo, se producen con el uso de la violencia necesaria (pues el capitalismo está dividido en bloques y regiones distintas y algunas de ellas, decididamente antagónicas), como se vio con diáfana claridad en las dos grandes guerras del siglo XX, y como lo veremos en la venidera tercera gran conflagración en algún momento del siglo XXI.
Ello justifica en sí mismo, la necesidad de acuñar este término de “globafascistización”, no precisamente para describir un fenómeno nuevo, sino, para poder entender y explicar las nuevas complejidades y particularidades de un proceso ya bastante viejo pero en continua evolución y profundización, y que hoy precisamente se encuentra a las puertas de una nueva fase histórica.
Definición general del concepto:
Entiendo por globafascistización a la fase superior de la globalización, caracterizada entre otras cosas, por la elevación del autoritarismo y el vasallaje militar a nivel de política pública hegemónica a nivel mundial, como un medio para lograr la expansión y reparto de los mercados internacionales supeditados a los intereses de las más grandes corporaciones transnacionales y los bloques monopólicos regionales.
Raíces gnoseológicas del concepto:
El término globafascistización lo derivo de los conceptos previamente existentes de globalización y de fascismo. Pese a no existir consenso general sobre el significado de ambos términos, se aceptan de manera más o menos generalizada una serie de características básicas pertenecientes a ambos fenómenos o procesos.
Respecto a la globalización, la mayoría de sus principales exponentes teóricos (A. Guiddens, M. Kaplan, D. Held y A. McGrew entre otros), a pesar de sus grandes divergencias de enfoque y de interpretación, convergen básicamente en lo siguiente;
-Se trata de un fenómeno multidimensional (económico-financiero, social, político, comercial, tecnológico, cultural etc.).
-En relación al sentido de integración y articulación, la globalización se trata de un fenómeno paradojal, por cuanto alienta simultáneamente procesos de interrelación y a la vez de exclusión, ya sea de personas, comunidades, zonas, países, de bloques o regiones completas.
-Es un reflejo (causa y efecto a la vez), del avance del proceso de modernización experimentado por la humanidad desde la revolución industrial hacia adelante.
-Es un proceso “modernizador” compuesto por 4 poderes centrales; el poder administrativo (los Estados-nación), el poder militar, el capitalismo (a cuya cabeza se hallaría el sector financiero), y el poder industrial.
-La revolución tecnológica y el sector financiero de la economía mundial son los factores que vanguardizan este proceso.
-Es un proceso con pretensiones de universalización y homogenización de culturas, ideologías, economías etc.
Es claro que se da por sentado que algunos de estos presupuestos básicos arriba citados pecan de excesiva ingenuidad positivista (como el hecho de considerar que la globalización y la modernización representan un avance lineal hacia la superación de la humanidad), o que minimice el hecho de que de los cuatro actores centrales en la globalización, el poder administrativo (Estado-Nación) se encuentre en condiciones de franca subordinación frente a los otros tres…con lo cual damos por hecho que muchos conceptos ampliamente aceptados sobre la globalización no conllevan el mundo feliz y democrático que prescriben en teoría. Sólo los presento aquí como parte de los principales “mojones” teóricos que componen el concepto de globalización en su versión más consensuada.
En cuanto al término de “Fascismo”, éste hace alusión a un fenómeno político relacionado con procesos de concentración y centralización, concomitantes a la creciente monopolización del capital y a la competencia entre potencias capitalistas rivales (“Wilhelm Reich y el fascismo”; Ignacio Dobles; Universidad de Costa Rica, Revista Actualidades en Psicología, 2003, Vol. 19, No. 106), y que en gran medida se sustenta en el uso racional de lo irracional...”(Emilio Gentile, 1973).
Es evidente que cuando se habla del uso racional de lo irracional, se está hablando por sobre todo de la explotación con fines políticos reaccionarios de las tendencias innatas hacia el autoritarismo, ampliamente promovido en las masas en los años 20s, 30s y 40s durante los proyectos políticos del fascismo italiano y el alemán, y cuyos resortes psicológicos casi atávicos se estarían empleando nuevamente hoy en día bajo la forma de instigación a la lucha contra un enemigo invisible y omnipresente esta vez llamado terrorista.
Consecuencias y necesidades epistemológicas derivadas de la construcción del término “globafascistización”:
Si asumimos la articulación del concepto general de globalización con el concepto de fascismo (incluyendo incluso sus complejas vertientes socio-psicoanalíticas), nos resulta que tenemos ante nosotros las posibilidades de explorar y profundizar una vertiente teórica que nos puede ayudar a entender las nuevas complejidades, alcances y desafíos del capitalismo post-neoliberal.
En ese sentido, tal concepto nos ayudaría a entender mejor las nuevas dimensiones e implicaciones que inequívocamente está asumiendo el sistema-mundo capitalista en su actual etapa totalitaria.
Por lo demás, bajo el supuesto de que en realidad estemos entrando en una verdadera fase post-neoliberal, el desarrollo de este concepto nos ayudaría a entender, entre otras cosas, la verdadera naturaleza y alcances de tales cambios, y que aspectos del Consenso de Washington permanecen vigentes y cuales han sido (o lo están siendo) abandonados.
Algunas expresiones de la globafascistización en los actuales momentos: (breve inventario de la agenda globafascistizadora)
1. El exagerado ensanchamiento del presupuesto militar mundial impulsado por el Pentágono
Nadal nos informa que hoy el gasto militar global asciende a 1.4 billones de dólares, lo cual supera con creces los niveles de gastos militares de hace 20 años, cuando estaba finalizando la “guerra fría” (“Adquisiciones militares; ocaso imperial”; Alejando Nadal; La Jornada, 18 junio, 2008).
Este mismo autor nos dice que tan sólo 15 países son responsables del 83 por ciento del gasto militar global, y un sólo país (EEUU), concentra el 46 por ciento del gasto militar total. Adicionalmente, nos expresa que los aumentos presupuestarios otorgados al Pentágono explican el 80 por ciento del incremento en el gasto militar global (planetario) (Ibíd.).
Todo esto mientras en los propios Estados Unidos (y en el mundo entero), se recorta drásticamente la inversión social estatal en salud, educación, vivienda y generación de empleo productivo.
2. La furibunda y genocida labor especulativa de Wall Street
Como nos dice el Académico Zibechi, “la crisis alimentaria en curso, es hija directa del estallido de la burbuja especulativa inmobiliaria” (“Desigualdad y pobreza: la urgencia de cambiar el modelo”; Raúl Zibechi; Alainet, 19 de junio, 2008).
A estas alturas para nadie es un secreto que la abrupta caída del dólar producida por la enloquecedora e irracional actividad especulativa promovida a escala mundial desde Wall Street, ha provocado la visceral escalada en los precios del barril de petróleo, como también, ha provocado el traslado de la actividad especulativa de los grandes inversionistas hacia las llamadas “commoditties” (materias primas y granos bàsicos entre otros).
Por ello, apenas y sorprende conocer de fuentes del Washington Post que hace pocos días, representantes de Goldman Sachs, Morgan Stanley y de otros bancos de inversión de Wall Street, hayan estado haciendo lobby en el Congreso de Estados Unidos para oponerse a la aprobación de nuevos proyectos de ley para intentar regular (controlar) la actividad especulativa de las petroleras (DemocracyNow/19-06-2008).
3. Resurgimiento a gran escala del “fascismo social”
Boaventura de Sousa Santos muy certeramente ha acuñado el término de “fascismo social”, al explicar el actual desorden neoliberal imperante en América Latina y el mundo, que alaba el establecimiento de las democracias formales pero con prácticas completamente despóticas en lo económico y en lo social (“Entre la represión del neoliberalismo y la imaginación utópica de los pueblos”: Boaventura de Sousa Santos; (Entrevista): Alainet; 09 de junio, 2008).
Se trata de toda una ideología ultra-reaccionaria que desde fines de los años ochentas y la década de los noventa hasta hoy en día, vienen promoviendo el menosprecio, la criminalización y la represión política y económica de un conjunto de actores y sectores sociales; los indígenas anti-sistema (como los indígenas socialistas bolivianos bajo represión de las oligarquías de Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz, por ejemplo), los campesinos con demandas agro-estructurales, la marginación laboral y en casos extremos hasta familiar de intelectuales radicales anti-sistema, persecución sutil y abierta de las mujeres organizadas contra el capitalismo, hostigamiento y asesinato de los niños de la calle, invisibilización de la lucha de los homosexuales y lesbianas política y organizativamente activos, estigmatización de los ancianos que rechazan la caridad y reclaman programas estatales dignificantes, criminalización de los ambientalistas anti-sistema y de los gremios y sindicatos que luchan contra la mal llamada “flexibilidad laboral”, entre otros.
En este último aspecto (las conquistas laborales básicas), la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su director general, Juan Somavìa, recientemente acaba de lanzar un urgente llamado para luchar contra lo que él denomina la “globalización sin justicia social”, señalando que este proceso genera crecimiento económico pero no empleos de calidad, y que crea aumento de productividad pero no de salarios… (“OIT llama a tomar medidas contra globalización “sin justicia social”: Ginebra, Suiza; Telesur, 09 junio, 2008).
4. El retorno de la política norteamericana del “Big Stick” (Gran Garrote).
En concordancia con la vieja doctrina Monroe (1832), cuya máxima era; “América (todo el continente) para los americanos… (es decir, para los estadounidenses), hoy que ya terminó la guerra fría y el llamado “bloque comunista” es historia, EEUU está nuevamente relanzando su tradicional política de amenaza y chantaje hacia América Latina y el Caribe.
Como no encuentran una justificación real y de peso, ahora utilizan la mampara de una supuesta lucha frontal contra el terrorismo y contra el narcotráfico (dos pústulas que nacen, crecen y se alimentan desde las mismas entrañas de Estados Unidos), y para ello ordenan la reactivación de la IV Flota de la Marina de Guerra para patrullar cual policías las aguas del Caribe latinoamericano, presionan a Centroamérica para implementar el denominado “Plan Mérida” (presentado como un “regalo” que huele a “Caballo de Troya”), y otras políticas de clara injerencia norteamericana que hasta un gobierno conservador como el de Calderón en México ve con absoluta desconfianza.
Ya sabemos que esos planes y esas flotas marinas en realidad apuntan sus cañones en contra de las luchas y movilizaciones de los sectores populares y de los gobiernos latinoamericanos nacionalistas, progresistas y revolucionarios, quienes se oponen al despojo que entre nosotros promueven las grandes corporaciones transnacionales, cuyos socios principales son precisamente funcionarios de Estados imperiales (o sub-imperiales), acostumbrados a “abrirse mercado” a punta de cañonazos, golpes de estado, encarcelamiento y desapariciones forzadas de dirigentes sociales.
5. Las Aguas Negras del imperio y la privatización global (planetaria) de la represión y el injerencismo militar.
Sin hacer mucho aspaviento, Blackwater, probablemente la empresa privada militar más grande del mundo, poco a poco y con sigilo se está acercando a Latinoamérica.
Blackwater es prácticamente todo un ejército privado de mercenarios, y ha sido bajo la forma de sub-contratación a través de la cual Washington ha hecho el trabajo sucio del control (y represión) post-ocupación de EEUU en Irak desde hace varios años.
Esta empresa cuenta con miles de mercenarios, y ha sido acusada por graves violaciones a los Derechos Humanos, incluyendo asesinatos a sangre fría y tortura de civiles.
Ahora, recientemente se ha sabido que Blackwater, gracias a la aprobación favorable de un juez, ha conseguido la autorización judicial para instalar un campo de entrenamiento de 5,500 metros cuadrados en San Diego, California. La empresa ha sido acusada de construir secretamente las instalaciones valiéndose de permisos municipales utilizando el nombre de otras filiales (DemocracyNow/06 junio, 2008).
Se sospecha que ejércitos privados como éste funcionan clandestinamente desde hace un tiempo en países como Colombia.
Blacwater también ha sido denunciada por el periodista Jeremy Scahill, quien escribió el libro “Blackwater: el auge del ejército mercenario más grande del mundo”, señalando que la empresa recluta en todo el mundo y se nutre de gente con años de experiencia en contrainsurgencia, perfectamente reciclados para lo que el imperio ahora denomina “la guerra global contra el terrorismo” (Telesur; 08 de mayo, 2008).
Scahill sostiene en su libro que Blackwater tiene en la mira a Latinoamérica, región a la cual mira como mercado a futuro, y que podría terminar recibiendo inmensas cantidades de dinero como la DynCorp en Colombia. Según el periodista citado, el objetivo de Washington sería de esta forma garantizar su presencia en la región sin dejar una huella militar (Ibíd.).
6. El control fascista sobre la Internet
De acuerdo con análisis realizados por Elizalde y Polanco, el próximo mes de octubre (2008) se estaría dando oficialmente inicio a la ciberguerra. Será entonces cuando de manera abierta entrará en funcionamiento el Comando del Ciberespacio de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, programa impulsado desde hace varios años por el Pentágono, y que provisionalmente tendrá su sede física en la base de Barskdale, en Luisiana.
Este programa habría realizado ya algunos ejercicios de “calentamiento” al lograr desestructurar la infraestructura de comunicaciones electrónicas del ejército Iraki durante la invasión de las tropas norteamericanas en 2003 (“Ahora nos pescan en red”: R. ELizalde y R. Polanco; Humanidad en red).
El objetivo fundamental de esta fuerza será “desarrollar estrategias militares que permitan interrumpir el sistema de comunicación enemigo…” (Ibíd.). Para efectos de interpretación, tómese en cuenta la elasticidad del concepto “enemigo” para el imperio…donde cabe desde Irán hasta las amas de casa descontentas.
7. La creación de un estado policial mundial
Recientemente, el consejero de Washington, D.C. Harry Thomas, dijo que le preocupa que Washington D.C. se esté convirtiendo en un “Estado Policial”.
Al respecto, a principios del presente mes de junio, el diario The Washington Examiner, informó que la policía de esa ciudad planea comenzar a sellar barrios enteros, estableciendo puntos de control y echando a extraños en virtud de un programa para combatir la violencia (DemocracyNow/06 de junio, 2008).
Parte de los controles consistirán en detener a todo auto en los puntos de control, anotar el número de placas, y preguntar a los conductores acerca de los motivos de su visita al barrio (¿le suena familiar esto a alguno de ustedes?).
Esto ya se viene practicando desde hace años en decenas de miles de barrios cerrados en centenares de ciudades en América Latina, tarea realizada por oscuras empresas que recogen y alimentan una inmensa base de datos privados sobre millones de personas, sin jamás rendir cuentas a los ciudadanos sobre sus múltiples ( y lucrativos) usos.
Esta tendencia se está generalizando a nivel global. Un reciente artículo de la revista The Economist analiza este alarmante y exagerado fenómeno en Gran Bretaña (millones de cámaras secretas de vigilancia en calles, edificios y sanitarios públicos por ejemplo).
La revista citada menciona que en los últimos años bajo gobierno de los laboristas, el país ha sido gravemente erosionado en múltiples de sus libertades civiles básicas, muchas de ellas históricamente refrendadas en la Carta Magna (“Civil liberties; Mary Poppins and Magna Carta”; The Economist; Jun 19th 2008).
En esa misma tónica, también recién nos enteramos de que los Demócratas y Republicanos (bajo la presión de las poderosas empresas de telecomunicación), acaban de aprobar en el Congreso la Ley de Espionaje Ciudadano, con la cual el gobierno de EEUU podrá espiar con total impunidad las comunicaciones (telefónicas, correos electrónicos etc.), de los ciudadanos y de extranjeros sospechosos de actividades terroristas…, ello, sin necesidad de una orden judicial tal y como garantizaba la Constitución (El País; 19 junio, 2008).
Ahora las empresas de telecomunicaciones que colaboren con estos programas estatales quedarán completamente inmunes (e impunes) a demandas juidiciales. En años recientes, en EEUU un número de hasta 40 ciudadanos norteamericanos habían emprendido millonarias demandas en contra de algunas de ellas, por ejercer el espionaje electrónico en clara violación a sus derechos constitucionales (Ibíd.).
8. La criminalización de la emigración
Finalmente, para completar estas pocas piezas del rompecabezas globafascistizador, hay que tomar en consideración el endurecimiento de las leyes anti-inmigratorias tanto en Estados Unidos como en Europa.
En esta última región, la recién aprobada “Directiva de Retorno” por el parlamento de la Unión Europea ha sido la culminación de un proceso de retorno de políticas sociales cuasi-hitlerianas en contra de los inmigrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos.
En gran medida esto se da por dos factores coyunturales que lo facilitan; el primero (y que es analizado por la BBC de Londres), se relaciona con el giro hacia la derecha y ultra derecha que se observa actualmente en gran parte de la Europa Occidental, donde apenas hace 8 años la mayoría de sus 15 gobiernos que en ese entonces componían la UE, estaban encabezados por fuerzas socialistas o centristas (“La historia secreta de la Directiva del retorno”; BBC Mundo; 19 junio, 2008).
Mientras que hoy en día la Unión Europea ampliada, compuesta ahora por 27 naciones, la mayoría de ellas están encabezadas por fuerzas políticas claramente definidas como de derecha (Ibíd.).
En cuanto al segundo factor que le ha permitido a Europa llegar a estos extremos, es analizado por Evo Morales, quien pocos días antes de que esta nefasta iniciativa de ley fuese aprobada por el parlamento europeo, hizo pública una carta abierta, en la cual advierte a las fuerzas parlamentarias de no utilizar a los inmigrantes extranjeros como un chivo expiatorio para justificar ante sus ciudadanos europeos los graves efectos económicos de la crisis económica mundial desatada por los irresponsables especuladores financistas del casino capitalista (“Carta abierta de Evo Morales a la UE”; diversos medios de prensa; 14 de junio, 2008).
De acuerdo con los analistas de la BBC, los antecedentes remotos de la Directiva del retorno se remontan a la aprobación en Tampere, Finlandia, de la política general de emigración de la Unión Europea, en 1999, pero que el proceso de preparación y discusión se detuvo por los atentados del 11 de septiembre del 2001, y no fue sino hasta el 5 de noviembre del 2004 que el Consejo Europeo de La Haya (Holanda), dio vía libre al proceso (BBC; Op cit).
En todo caso, la aprobación de esta ley, con toda justicia denominada por el presidente boliviano como la “Directiva de la vergüenza”, no refleja otra cosa más que la articulación de dos grandes procesos; la creciente derechización de la Unión Europea y la enorme presión política provocada por la crisis económica del capitalismo especulativo.
Resumen:
La globafascistizaciòn se puede sintetizar como la especulación de Wall Street más el keynesianismo militar del Pentágono.
Más que “post-modernidad”, la globafascistización es el motor que empuja a la humanidad entera hacia su re-feudalización, una nueva edad media en pleno siglo XXI (los procesos históricos son más circulares que lineales…).
En suma, es la implantación del estado de sitio global. La instauración de la dictadura del post-industrialado, propulsada por sus dos fuerzas ultra-reaccionarias de vanguardia; el gran capital financiero transnacional y el complejo industrial-militar. El gran “mundo feliz” y “democrático” pronosticado por Orwell y Aldous Huxley.
Sergio Barrios Escalante
Cientista Social e Investigador/ Editor de la Revista Tulum.
Tres son las mayores amenazas globales que hoy día enfrenta la humanidad y sobre las cuales existe pleno consenso: el cambio climático, la crisis energética y la crisis alimentaria.
Y adicionalmente, en este artículo utilizo el nombre de “globafascistización”, para denominar lo que considero es la cuarta amenaza actual para la sobrevivencia de la humanidad.
Este término lo utilicé por vez primera (aunque de manera bastante embrionaria), en un artículo publicado en un medio escrito de difusión nacional en Nicaragua en 1999.
Habían transcurrido entonces 10 años a la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, y el curso que tomaban las cosas en la geopolítica dominante me inspiró su uso rudimentario (predominaba entonces en el ambiente una falsa alegría fukiyamista por el supuesto fin de la historia, y la mera mención de la palabra “imperialismo” era visto como un desliz propio de épocas jurásicas).
Ahora, transcurridos otros 10 años de aquellos acontecimientos históricos de 1989, el paso (y el peso) del tiempo y el afianzamiento de las tendencias hiper-hegemónicas del odiado bicentenario imperio, me proporcionan muchos más elementos de juicio para dar un nuevo paso en la construcción de éste concepto.
Globalización y fascismo; dos caras de una misma y vieja moneda
“Dios nos ha enseñado geografía a través de las guerras de conquista”, nos recuerda Eduardo Galeano, con su magistral genialidad e ironía en el uso del análisis macro-histórico (“Espejos”; E. Galeano: sigloxxieditores.com/galeano/).
Muchos años atrás, Karl Marx, dijo exactamente lo mismo cuando acuñó su famosa frase; “la violencia es la partera de la historia”.
En el fondo, ambas expresiones no aluden a otra cosa que no sea la eterna lucha por el acaparamiento de recursos económicos (tierra, poblaciones, recursos naturales etc.), por medio de ejércitos en plena expansión geográfica y económica.
Hablamos entonces del viejo fenómeno que Lenin solía describir con el término de “reparto del mundo”, y lo hizo justo en el momento histórico en el que el desarrollo del sistema capitalista mundial afianzaba su fase “imperial”, utilizando por vez primera en la era moderna, los dos instrumentos de mayor poder en este sistema; la especulación financiera y la agresión militarista de gran escala (transcontinental).
Lenin analizó con gran atención a inicios del siglo XX (1916), que el primero de éstos poderosos instrumentos (la especulación financiera), se debía fundamentalmente a la entonces reciente fusión entre el capital bancario y el capital industrial, lo cual permitía al sistema capitalista mundial dar el salto histórico para dar nacimiento al capital financiero, que le hacía posible pasar de la exportación de mercancías hacia la exportación de capitales (el inicio histórico de lo que décadas más tarde ha sido denominado como “desmaterialización creciente de los procesos productivos…”). (“El imperialismo, fase superior del capitalismo”; V. I. Lenin; Original de Ediciones en lenguas extranjeras, Pekín, 1975- Primera edición 1966 (4ta. Impresión) / versión digital preparada por David J. Romagnolo (Archivo de obras marxistas).
Mientras que el segundo de estos poderosos instrumentos (la agresión militarista de gran escala geográfica), se constituyó como la segunda pierna de este monstruo llamado imperialismo, y tuvo su más concreta expresión en el desenlace de la Primera Guerra Mundial, hecho que Lenin había previsto con suficiente antelación, pues veía que en éste “cuerpo” denominado sistema capitalista, tras la primera “pierna” en movimiento ineludiblemente se tenía que mover la otra.
Sirvan los párrafos arriba expuestos para sustentar la vigencia plena de un hecho incontrastable; a lo largo de la historia, y de manera especial y particular, en la fase del capitalismo maduro o avanzado, la única manera en que este sistema-mundo puede continuar y profundizar el proceso creciente de expansión y acumulación de capital (parte consustancial a su esencia sistémica, estructural e histórica), es a través del “reparto mundial de los mercados”, lo cual, como ya se sabe hasta el hartazgo, se producen con el uso de la violencia necesaria (pues el capitalismo está dividido en bloques y regiones distintas y algunas de ellas, decididamente antagónicas), como se vio con diáfana claridad en las dos grandes guerras del siglo XX, y como lo veremos en la venidera tercera gran conflagración en algún momento del siglo XXI.
Ello justifica en sí mismo, la necesidad de acuñar este término de “globafascistización”, no precisamente para describir un fenómeno nuevo, sino, para poder entender y explicar las nuevas complejidades y particularidades de un proceso ya bastante viejo pero en continua evolución y profundización, y que hoy precisamente se encuentra a las puertas de una nueva fase histórica.
Definición general del concepto:
Entiendo por globafascistización a la fase superior de la globalización, caracterizada entre otras cosas, por la elevación del autoritarismo y el vasallaje militar a nivel de política pública hegemónica a nivel mundial, como un medio para lograr la expansión y reparto de los mercados internacionales supeditados a los intereses de las más grandes corporaciones transnacionales y los bloques monopólicos regionales.
Raíces gnoseológicas del concepto:
El término globafascistización lo derivo de los conceptos previamente existentes de globalización y de fascismo. Pese a no existir consenso general sobre el significado de ambos términos, se aceptan de manera más o menos generalizada una serie de características básicas pertenecientes a ambos fenómenos o procesos.
Respecto a la globalización, la mayoría de sus principales exponentes teóricos (A. Guiddens, M. Kaplan, D. Held y A. McGrew entre otros), a pesar de sus grandes divergencias de enfoque y de interpretación, convergen básicamente en lo siguiente;
-Se trata de un fenómeno multidimensional (económico-financiero, social, político, comercial, tecnológico, cultural etc.).
-En relación al sentido de integración y articulación, la globalización se trata de un fenómeno paradojal, por cuanto alienta simultáneamente procesos de interrelación y a la vez de exclusión, ya sea de personas, comunidades, zonas, países, de bloques o regiones completas.
-Es un reflejo (causa y efecto a la vez), del avance del proceso de modernización experimentado por la humanidad desde la revolución industrial hacia adelante.
-Es un proceso “modernizador” compuesto por 4 poderes centrales; el poder administrativo (los Estados-nación), el poder militar, el capitalismo (a cuya cabeza se hallaría el sector financiero), y el poder industrial.
-La revolución tecnológica y el sector financiero de la economía mundial son los factores que vanguardizan este proceso.
-Es un proceso con pretensiones de universalización y homogenización de culturas, ideologías, economías etc.
Es claro que se da por sentado que algunos de estos presupuestos básicos arriba citados pecan de excesiva ingenuidad positivista (como el hecho de considerar que la globalización y la modernización representan un avance lineal hacia la superación de la humanidad), o que minimice el hecho de que de los cuatro actores centrales en la globalización, el poder administrativo (Estado-Nación) se encuentre en condiciones de franca subordinación frente a los otros tres…con lo cual damos por hecho que muchos conceptos ampliamente aceptados sobre la globalización no conllevan el mundo feliz y democrático que prescriben en teoría. Sólo los presento aquí como parte de los principales “mojones” teóricos que componen el concepto de globalización en su versión más consensuada.
En cuanto al término de “Fascismo”, éste hace alusión a un fenómeno político relacionado con procesos de concentración y centralización, concomitantes a la creciente monopolización del capital y a la competencia entre potencias capitalistas rivales (“Wilhelm Reich y el fascismo”; Ignacio Dobles; Universidad de Costa Rica, Revista Actualidades en Psicología, 2003, Vol. 19, No. 106), y que en gran medida se sustenta en el uso racional de lo irracional...”(Emilio Gentile, 1973).
Es evidente que cuando se habla del uso racional de lo irracional, se está hablando por sobre todo de la explotación con fines políticos reaccionarios de las tendencias innatas hacia el autoritarismo, ampliamente promovido en las masas en los años 20s, 30s y 40s durante los proyectos políticos del fascismo italiano y el alemán, y cuyos resortes psicológicos casi atávicos se estarían empleando nuevamente hoy en día bajo la forma de instigación a la lucha contra un enemigo invisible y omnipresente esta vez llamado terrorista.
Consecuencias y necesidades epistemológicas derivadas de la construcción del término “globafascistización”:
Si asumimos la articulación del concepto general de globalización con el concepto de fascismo (incluyendo incluso sus complejas vertientes socio-psicoanalíticas), nos resulta que tenemos ante nosotros las posibilidades de explorar y profundizar una vertiente teórica que nos puede ayudar a entender las nuevas complejidades, alcances y desafíos del capitalismo post-neoliberal.
En ese sentido, tal concepto nos ayudaría a entender mejor las nuevas dimensiones e implicaciones que inequívocamente está asumiendo el sistema-mundo capitalista en su actual etapa totalitaria.
Por lo demás, bajo el supuesto de que en realidad estemos entrando en una verdadera fase post-neoliberal, el desarrollo de este concepto nos ayudaría a entender, entre otras cosas, la verdadera naturaleza y alcances de tales cambios, y que aspectos del Consenso de Washington permanecen vigentes y cuales han sido (o lo están siendo) abandonados.
Algunas expresiones de la globafascistización en los actuales momentos: (breve inventario de la agenda globafascistizadora)
1. El exagerado ensanchamiento del presupuesto militar mundial impulsado por el Pentágono
Nadal nos informa que hoy el gasto militar global asciende a 1.4 billones de dólares, lo cual supera con creces los niveles de gastos militares de hace 20 años, cuando estaba finalizando la “guerra fría” (“Adquisiciones militares; ocaso imperial”; Alejando Nadal; La Jornada, 18 junio, 2008).
Este mismo autor nos dice que tan sólo 15 países son responsables del 83 por ciento del gasto militar global, y un sólo país (EEUU), concentra el 46 por ciento del gasto militar total. Adicionalmente, nos expresa que los aumentos presupuestarios otorgados al Pentágono explican el 80 por ciento del incremento en el gasto militar global (planetario) (Ibíd.).
Todo esto mientras en los propios Estados Unidos (y en el mundo entero), se recorta drásticamente la inversión social estatal en salud, educación, vivienda y generación de empleo productivo.
2. La furibunda y genocida labor especulativa de Wall Street
Como nos dice el Académico Zibechi, “la crisis alimentaria en curso, es hija directa del estallido de la burbuja especulativa inmobiliaria” (“Desigualdad y pobreza: la urgencia de cambiar el modelo”; Raúl Zibechi; Alainet, 19 de junio, 2008).
A estas alturas para nadie es un secreto que la abrupta caída del dólar producida por la enloquecedora e irracional actividad especulativa promovida a escala mundial desde Wall Street, ha provocado la visceral escalada en los precios del barril de petróleo, como también, ha provocado el traslado de la actividad especulativa de los grandes inversionistas hacia las llamadas “commoditties” (materias primas y granos bàsicos entre otros).
Por ello, apenas y sorprende conocer de fuentes del Washington Post que hace pocos días, representantes de Goldman Sachs, Morgan Stanley y de otros bancos de inversión de Wall Street, hayan estado haciendo lobby en el Congreso de Estados Unidos para oponerse a la aprobación de nuevos proyectos de ley para intentar regular (controlar) la actividad especulativa de las petroleras (DemocracyNow/19-06-2008).
3. Resurgimiento a gran escala del “fascismo social”
Boaventura de Sousa Santos muy certeramente ha acuñado el término de “fascismo social”, al explicar el actual desorden neoliberal imperante en América Latina y el mundo, que alaba el establecimiento de las democracias formales pero con prácticas completamente despóticas en lo económico y en lo social (“Entre la represión del neoliberalismo y la imaginación utópica de los pueblos”: Boaventura de Sousa Santos; (Entrevista): Alainet; 09 de junio, 2008).
Se trata de toda una ideología ultra-reaccionaria que desde fines de los años ochentas y la década de los noventa hasta hoy en día, vienen promoviendo el menosprecio, la criminalización y la represión política y económica de un conjunto de actores y sectores sociales; los indígenas anti-sistema (como los indígenas socialistas bolivianos bajo represión de las oligarquías de Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz, por ejemplo), los campesinos con demandas agro-estructurales, la marginación laboral y en casos extremos hasta familiar de intelectuales radicales anti-sistema, persecución sutil y abierta de las mujeres organizadas contra el capitalismo, hostigamiento y asesinato de los niños de la calle, invisibilización de la lucha de los homosexuales y lesbianas política y organizativamente activos, estigmatización de los ancianos que rechazan la caridad y reclaman programas estatales dignificantes, criminalización de los ambientalistas anti-sistema y de los gremios y sindicatos que luchan contra la mal llamada “flexibilidad laboral”, entre otros.
En este último aspecto (las conquistas laborales básicas), la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su director general, Juan Somavìa, recientemente acaba de lanzar un urgente llamado para luchar contra lo que él denomina la “globalización sin justicia social”, señalando que este proceso genera crecimiento económico pero no empleos de calidad, y que crea aumento de productividad pero no de salarios… (“OIT llama a tomar medidas contra globalización “sin justicia social”: Ginebra, Suiza; Telesur, 09 junio, 2008).
4. El retorno de la política norteamericana del “Big Stick” (Gran Garrote).
En concordancia con la vieja doctrina Monroe (1832), cuya máxima era; “América (todo el continente) para los americanos… (es decir, para los estadounidenses), hoy que ya terminó la guerra fría y el llamado “bloque comunista” es historia, EEUU está nuevamente relanzando su tradicional política de amenaza y chantaje hacia América Latina y el Caribe.
Como no encuentran una justificación real y de peso, ahora utilizan la mampara de una supuesta lucha frontal contra el terrorismo y contra el narcotráfico (dos pústulas que nacen, crecen y se alimentan desde las mismas entrañas de Estados Unidos), y para ello ordenan la reactivación de la IV Flota de la Marina de Guerra para patrullar cual policías las aguas del Caribe latinoamericano, presionan a Centroamérica para implementar el denominado “Plan Mérida” (presentado como un “regalo” que huele a “Caballo de Troya”), y otras políticas de clara injerencia norteamericana que hasta un gobierno conservador como el de Calderón en México ve con absoluta desconfianza.
Ya sabemos que esos planes y esas flotas marinas en realidad apuntan sus cañones en contra de las luchas y movilizaciones de los sectores populares y de los gobiernos latinoamericanos nacionalistas, progresistas y revolucionarios, quienes se oponen al despojo que entre nosotros promueven las grandes corporaciones transnacionales, cuyos socios principales son precisamente funcionarios de Estados imperiales (o sub-imperiales), acostumbrados a “abrirse mercado” a punta de cañonazos, golpes de estado, encarcelamiento y desapariciones forzadas de dirigentes sociales.
5. Las Aguas Negras del imperio y la privatización global (planetaria) de la represión y el injerencismo militar.
Sin hacer mucho aspaviento, Blackwater, probablemente la empresa privada militar más grande del mundo, poco a poco y con sigilo se está acercando a Latinoamérica.
Blackwater es prácticamente todo un ejército privado de mercenarios, y ha sido bajo la forma de sub-contratación a través de la cual Washington ha hecho el trabajo sucio del control (y represión) post-ocupación de EEUU en Irak desde hace varios años.
Esta empresa cuenta con miles de mercenarios, y ha sido acusada por graves violaciones a los Derechos Humanos, incluyendo asesinatos a sangre fría y tortura de civiles.
Ahora, recientemente se ha sabido que Blackwater, gracias a la aprobación favorable de un juez, ha conseguido la autorización judicial para instalar un campo de entrenamiento de 5,500 metros cuadrados en San Diego, California. La empresa ha sido acusada de construir secretamente las instalaciones valiéndose de permisos municipales utilizando el nombre de otras filiales (DemocracyNow/06 junio, 2008).
Se sospecha que ejércitos privados como éste funcionan clandestinamente desde hace un tiempo en países como Colombia.
Blacwater también ha sido denunciada por el periodista Jeremy Scahill, quien escribió el libro “Blackwater: el auge del ejército mercenario más grande del mundo”, señalando que la empresa recluta en todo el mundo y se nutre de gente con años de experiencia en contrainsurgencia, perfectamente reciclados para lo que el imperio ahora denomina “la guerra global contra el terrorismo” (Telesur; 08 de mayo, 2008).
Scahill sostiene en su libro que Blackwater tiene en la mira a Latinoamérica, región a la cual mira como mercado a futuro, y que podría terminar recibiendo inmensas cantidades de dinero como la DynCorp en Colombia. Según el periodista citado, el objetivo de Washington sería de esta forma garantizar su presencia en la región sin dejar una huella militar (Ibíd.).
6. El control fascista sobre la Internet
De acuerdo con análisis realizados por Elizalde y Polanco, el próximo mes de octubre (2008) se estaría dando oficialmente inicio a la ciberguerra. Será entonces cuando de manera abierta entrará en funcionamiento el Comando del Ciberespacio de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, programa impulsado desde hace varios años por el Pentágono, y que provisionalmente tendrá su sede física en la base de Barskdale, en Luisiana.
Este programa habría realizado ya algunos ejercicios de “calentamiento” al lograr desestructurar la infraestructura de comunicaciones electrónicas del ejército Iraki durante la invasión de las tropas norteamericanas en 2003 (“Ahora nos pescan en red”: R. ELizalde y R. Polanco; Humanidad en red).
El objetivo fundamental de esta fuerza será “desarrollar estrategias militares que permitan interrumpir el sistema de comunicación enemigo…” (Ibíd.). Para efectos de interpretación, tómese en cuenta la elasticidad del concepto “enemigo” para el imperio…donde cabe desde Irán hasta las amas de casa descontentas.
7. La creación de un estado policial mundial
Recientemente, el consejero de Washington, D.C. Harry Thomas, dijo que le preocupa que Washington D.C. se esté convirtiendo en un “Estado Policial”.
Al respecto, a principios del presente mes de junio, el diario The Washington Examiner, informó que la policía de esa ciudad planea comenzar a sellar barrios enteros, estableciendo puntos de control y echando a extraños en virtud de un programa para combatir la violencia (DemocracyNow/06 de junio, 2008).
Parte de los controles consistirán en detener a todo auto en los puntos de control, anotar el número de placas, y preguntar a los conductores acerca de los motivos de su visita al barrio (¿le suena familiar esto a alguno de ustedes?).
Esto ya se viene practicando desde hace años en decenas de miles de barrios cerrados en centenares de ciudades en América Latina, tarea realizada por oscuras empresas que recogen y alimentan una inmensa base de datos privados sobre millones de personas, sin jamás rendir cuentas a los ciudadanos sobre sus múltiples ( y lucrativos) usos.
Esta tendencia se está generalizando a nivel global. Un reciente artículo de la revista The Economist analiza este alarmante y exagerado fenómeno en Gran Bretaña (millones de cámaras secretas de vigilancia en calles, edificios y sanitarios públicos por ejemplo).
La revista citada menciona que en los últimos años bajo gobierno de los laboristas, el país ha sido gravemente erosionado en múltiples de sus libertades civiles básicas, muchas de ellas históricamente refrendadas en la Carta Magna (“Civil liberties; Mary Poppins and Magna Carta”; The Economist; Jun 19th 2008).
En esa misma tónica, también recién nos enteramos de que los Demócratas y Republicanos (bajo la presión de las poderosas empresas de telecomunicación), acaban de aprobar en el Congreso la Ley de Espionaje Ciudadano, con la cual el gobierno de EEUU podrá espiar con total impunidad las comunicaciones (telefónicas, correos electrónicos etc.), de los ciudadanos y de extranjeros sospechosos de actividades terroristas…, ello, sin necesidad de una orden judicial tal y como garantizaba la Constitución (El País; 19 junio, 2008).
Ahora las empresas de telecomunicaciones que colaboren con estos programas estatales quedarán completamente inmunes (e impunes) a demandas juidiciales. En años recientes, en EEUU un número de hasta 40 ciudadanos norteamericanos habían emprendido millonarias demandas en contra de algunas de ellas, por ejercer el espionaje electrónico en clara violación a sus derechos constitucionales (Ibíd.).
8. La criminalización de la emigración
Finalmente, para completar estas pocas piezas del rompecabezas globafascistizador, hay que tomar en consideración el endurecimiento de las leyes anti-inmigratorias tanto en Estados Unidos como en Europa.
En esta última región, la recién aprobada “Directiva de Retorno” por el parlamento de la Unión Europea ha sido la culminación de un proceso de retorno de políticas sociales cuasi-hitlerianas en contra de los inmigrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos.
En gran medida esto se da por dos factores coyunturales que lo facilitan; el primero (y que es analizado por la BBC de Londres), se relaciona con el giro hacia la derecha y ultra derecha que se observa actualmente en gran parte de la Europa Occidental, donde apenas hace 8 años la mayoría de sus 15 gobiernos que en ese entonces componían la UE, estaban encabezados por fuerzas socialistas o centristas (“La historia secreta de la Directiva del retorno”; BBC Mundo; 19 junio, 2008).
Mientras que hoy en día la Unión Europea ampliada, compuesta ahora por 27 naciones, la mayoría de ellas están encabezadas por fuerzas políticas claramente definidas como de derecha (Ibíd.).
En cuanto al segundo factor que le ha permitido a Europa llegar a estos extremos, es analizado por Evo Morales, quien pocos días antes de que esta nefasta iniciativa de ley fuese aprobada por el parlamento europeo, hizo pública una carta abierta, en la cual advierte a las fuerzas parlamentarias de no utilizar a los inmigrantes extranjeros como un chivo expiatorio para justificar ante sus ciudadanos europeos los graves efectos económicos de la crisis económica mundial desatada por los irresponsables especuladores financistas del casino capitalista (“Carta abierta de Evo Morales a la UE”; diversos medios de prensa; 14 de junio, 2008).
De acuerdo con los analistas de la BBC, los antecedentes remotos de la Directiva del retorno se remontan a la aprobación en Tampere, Finlandia, de la política general de emigración de la Unión Europea, en 1999, pero que el proceso de preparación y discusión se detuvo por los atentados del 11 de septiembre del 2001, y no fue sino hasta el 5 de noviembre del 2004 que el Consejo Europeo de La Haya (Holanda), dio vía libre al proceso (BBC; Op cit).
En todo caso, la aprobación de esta ley, con toda justicia denominada por el presidente boliviano como la “Directiva de la vergüenza”, no refleja otra cosa más que la articulación de dos grandes procesos; la creciente derechización de la Unión Europea y la enorme presión política provocada por la crisis económica del capitalismo especulativo.
Resumen:
La globafascistizaciòn se puede sintetizar como la especulación de Wall Street más el keynesianismo militar del Pentágono.
Más que “post-modernidad”, la globafascistización es el motor que empuja a la humanidad entera hacia su re-feudalización, una nueva edad media en pleno siglo XXI (los procesos históricos son más circulares que lineales…).
En suma, es la implantación del estado de sitio global. La instauración de la dictadura del post-industrialado, propulsada por sus dos fuerzas ultra-reaccionarias de vanguardia; el gran capital financiero transnacional y el complejo industrial-militar. El gran “mundo feliz” y “democrático” pronosticado por Orwell y Aldous Huxley.
Sergio Barrios Escalante
Cientista Social e Investigador/ Editor de la Revista Tulum.
https://www.alainet.org/en/node/128310
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