Lugo en el ojo de la tormenta
- Opinión
Conflictos: tras los escándalos por las demandas de paternidad –aprovechadas por la oposición– y las amenazas de confrontación de los soyeros, Lugo pelea por darle estabilidad y rumbo a su gobierno. En este marco, los campesinos reclaman la reforma agraria y anuncian que harán nuevas ocupaciones de tierras. El 1º de mayo, luego de 20 años asilado en Honduras, regresó al país el represor Sabino Montanaro, uno de los principales rostros de la desaparición de personas y las torturas del stronismo. En este escenario, el Presidente hará una gira por Honduras, donde hablará ante
“Pueden acusarme de lento pero no de corrupto”, dijo Fernando Lugo en relación al escándalo público que se desató por los episodios de paternidad. En días pasados reconoció como su hijo al niño de Viviana Carrillo, Guillermo Armindo de 2 años. Se someterá a una prueba de ADN para ver si el hijo de Benigna Leguizamón es suyo y Damiana Morán se negó a presentar la demanda en sede judicial señalando que “sus enemigos políticos van a utilizar este tema”.
Aunque hubo ingentes esfuerzos de adversarios políticos y medios de comunicación de tratar de dar con un cuarto e inclusive un quinto caso, la cuestión se detuvo allí. Desde el Gobierno creen que, en general, el pueblo juzgó más importante la inflexión que representa Lugo como figura política que las demandas de paternidad.
Héctor Lacognata como Canciller en un intento por priorizar los reclamos de soberanía energética en las represas de Itaipú y Yacyretá, pero además, por ubicar al Mercosur como centro de la actividad diplomática nacional. Reemplazó así al polémico Alejandro Hamed Franco, un experto en temas de Medio Oriente, cuyo desempeño no convenció al Poder Ejecutivo.
El otro movimiento importante fue el paso del liberal Blas Llano del Ministerio de Justicia y Trabajo a
Por otra parte, el 20 de mayo, Lugo destituyó a los comandantes del Ejército, Ingeniería y Armada por haber permitido que dos semanas atrás se realizara un Congreso latinoamericano de jóvenes marxistas en el local del comando de Ingeniería. Los relevos fueron difundidos en la página electrónica del palacio de Gobierno: “
Amenazas de bomba en Asunción
En ese marco, una serie de amenazas de bomba se fueron sucediendo en lugares estratégicos de Asunción, obligando a bomberos y policías a desalojar edificios y cerrar el tráfico.
Hasta el cierre de esta edición, el Ministerio del Interior, a cargo de Rafael Filizzola, no pudo explicar de dónde vinieron estas amenazas. El Ejército Paraguayo del Pueblo (EPP), una célula guerrillera que las fuerzas de seguridad nunca termina de localizar pero se presume, actuarían en la zona Norte del país, teniendo como epicentro al departamento de San Pedro, se auto atribuyó la explosión de una bomba de estruendo que estalló en la sede del Poder Judicial.
La presidente del Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana, su nombre en los papeles), Lilian Samaniego apuntó que desde el Gobierno se encubría a los responsables de estas amenazas. “Es infantil”, respondió Lugo.
Por otro lado, el Presidente decretó una reglamentación para el uso de agroquímicos. Los soyeros amenazaron con hacer un tractorazo si no se derogaba la regulación. El Jefe de Estado debe resolver entre la vida de comunidades que son fumigadas y los intereses de los soyeros que publican solicitadas en los diarios llamando a “20 hombres valientes” para defender mil hectáreas de cultivo. Entre tanto, los campesinos sin tierras, cansados de la lentitud burocrática del Instituto de Tierras (Indert), volverán a las ocupaciones.
El regreso de Montanaro
“Estamos a 20 años de la caída de la tiranía stronista y hasta hoy siguen desaparecidos muchos luchadores por los ideales democráticos que han pasado por las salas de torturas en aquel régimen”, dijo el presidente Lugo ante el regreso del represor Sabino Augusto Montanaro que había estado asilado por 20 años en Honduras. “Ha llegado el tiempo de cubrir las heridas con la única actitud reparadora: la justicia. Por eso voy a levantar la voz y preguntar: Montanaro, ¿dónde están las tumbas de nuestros hermanos?”, exclamó Lugo.
Montanaro, ex ministro del Interior de Stroessner, el rostro de la desaparición de personas y la tortura de miles de paraguayos, regresó entre gallos y medianoche en la madrugada del 1º de mayo. Cuando se cierra esta nota, los defensores del represor, pedían que se lo trasladara a su domicilio desde el Hospital de Policía Rigoberto Caballero, donde quedó recluido para realizarle estudios que pidieron los médicos forenses, una oportunidad que no tuvieron sus víctimas.
A 20 años de la caída del régimen de violencia que impuso el dictador, las calles paraguayas volvieron a movilizarse ante la reaparición del represor. Ni bien arribó al país, dio sus primeras declaraciones a un canal de televisión. La noticia de su regreso circuló rápidamente y más de mil manifestantes se reunieron para repudiar su presencia.
El número fue en aumento y acompañó su traslado en ambulancia al Hospital de Policía, donde la represión contra la protesta tiñó de sangre la jornada:
“Nosotros, los familiares de las víctimas, vamos a montar una vigilancia especial para que este criminal no tenga privilegios ni lugar donde esconderse, o argumentar que está loco para evitar la justicia”, dijo Rolando Goiburu, hijo de Agustín Goiburú, desaparecido durante la dictadura.
El hastío también se reveló ante las pocas causas que se levantan contra Montanaro. El juez Arnaldo Fleitas lleva cuatro casos: dos por torturas a Celestina Pérez de Almada y Aníbal Miranda y dos por los crímenes de Agustín Goiburú y de los hermanos Rodolfo y Benjamín Ramírez Villalba. Un quinto proceso, por el asesinato de Mario Schaerer Prono, está en manos del juez Andrés Casati.
Entre los represores condenados, los periodistas que cubren la actividad del Poder Judicial, sólo recuerdan que Aniceto Martínez –comisario torturador del III Departamento de Investigaciones de
Luis Troche, abogado de Montanaro, se escudó en que “de acuerdo a la ley paraguaya, él es demasiado viejo para ir a la cárcel” y aduce que a sus 86 años, está senil y padece Parkinson. Por su parte, los médicos José Nicolás Lezcano y Pablo Lemir, forenses del Poder Judicial y del Ministerio Público, respectivamente, calificaron el estado del paciente como “confusional”. “¡Tuerca, tuerca, tuerca!”, era el grito más famoso de Montanaro. Una orden impiadosa de acrecentar las torturas contra los opositores a la tiranía de Stroessner.
Los procedimientos de tortura descriptos por
No faltaron las voces que indicaron que el regreso de Montanaro formó parte de un operativo para tapar el escándalo por las demandas de paternidad del Presidente.
Lugo sigue capeando el temporal. Quizá tenga un respiro en la gira que dará por Honduras donde hablará ante
America XXI, año VI, No. 50, Junio 2009.
Del mismo autor
- Cristóbal Colón, el de la estatua más derribada, el que nunca descubrió nada que no se conociera ya 30/10/2020
- Atilio Borón: “Si hay elecciones hoy en Paraguay gana Lugo” 26/04/2017
- Un juicio con la vara del patrón, la única que conocen 12/07/2016
- Paraguay, territorio de protestas sociales 01/03/2015
- Sin respuesta a las demandas sociales 07/05/2014
- El pueblo va a la huelga general 28/02/2014
- Cartes abre el proceso de privatizaciones 06/10/2013
- Fuerzas armadas para conflictos internos 08/09/2013
- El Partido Colorado retorna al poder 02/07/2013
- Candidatos del agronegocio lideran encuestas 14/03/2013