Argentina firme en sus reclamos por Malvinas
Los británicos y el “mar negro”
22/02/2010
- Opinión
El Reino Unido, las corporaciones petroleras y el diseño estratégico del Norte para Suramérica. Decisiones políticas e iniciativas diplomáticas en el centro de la agenda trazada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El gobierno argentino sabe –y el conjunto de la sociedad argentina debería tenerlo presente, esté del lado que esté en términos de política doméstica- que entre las razones estratégico coloniales del Reino Unidos la más importante es la portentosa riqueza energética que subyace bajos las aguas de nuestro Atlántico Sur.
Lo decía y demostraba con contundencia el académico Adolfo Silenzi de Stagni, hace más de 30 años en sus clases de la Universidad de Buenos Aires, y lo recordó el jueves pasado el diario Página 12, en un artículo firmado por Federico Bernal, del cual es útil reproducir algunos párrafos.
“La inclusión del petróleo en la disputa por las islas Malvinas no es algo nuevo. Entre 1974 y 1980 el precio internacional de la lana –principal sustento económico kelper y único producto de exportación – sufrió una caída histórica, deprimiendo el PBI de las islas en un 25 por ciento (…).Gran Bretaña se vio entonces en la disyuntiva de ceder finalmente a los reclamos argentinos o bien intentar una urgente diversificación y modernización económica de las islas. El plan consistió en sustituir progresivamente la lana por otros recursos: los pesqueros, en el corto plazo, y los minerales e hidrocarburos, en el mediano y largo plazo. A los efectos de relevar la riqueza natural del archipiélago, fundamental para el éxito del plan, Gran Bretaña envió a las islas entre 1975 y 1976 sendas misiones integradas por parlamentarios, geólogos y militares. Los resultados fueron esperanzadores (…). Que hay petróleo en las Malvinas ya no es sorpresa para nadie. Sin embargo, cabe preguntarse en qué cantidad. Y para ello resulta clave conocer el precio mínimo del barril que viabilizará su explotación comercial y el tipo de crudo que se espera extraer. ¿Cuál es ese piso y cuál la calidad del crudo? Por debajo de una cotización internacional de 25 dólares/barril, según indicaron las mismas operadoras (Rockhopper-Interim Report 2008), la extracción del petróleo malvinense será inviable. Hoy el barril cotiza a 77 dólares y todas las proyecciones indican que se mantendrá en esos valores o incluso aumentará en los próximos años. En cuanto a su calidad –y en principio sólo para la Cuenca Norte de Malvinas–, el pozo 14/10-1 perforado en 1998 por Shell probó la existencia de un crudo de tipo medio o 27º API (North Falkland Basin-Desire Report 2009). Tras conocerse esos datos, se encaró la primera fase exploratoria entre 1998-2001, de la que participaron Shell, Amerada Hess, Lasmo, Lundin, el Servicio Geológico de Gran Bretaña y el Servicio Geológico de Estados Unidos. La segunda fase exploratoria, entre 2001 y 2009, contó con las compañías británicas Borders and Southern Petroleum, Rockhopper Exploration, Desire Petroleum, Arcadia Petroleum y Argos Petroleum. Ahora, la australiana BHP Billiton y la kelper Falkland Oil and Gas Limited (FOGL) se aprestan a adentrarse en la última fase exploratoria, aquella que finalmente ratificará la potencialidad petrolera malvinense e inaugurará la tan preciada fase extractiva. Según cálculos de las mismas operadoras, el potencial petrolero en el off-shore alrededor de las islas tendría un mínimo de 6525 millones de barriles de petróleo. De comprobarse estas reservas probables –equivalentes a unos 502.425 millones de dólares a 77 dólares/barril a la cotización de ayer–, el crudo malvinense más que triplicaría las reservas certificadas de nuestro país a diciembre de 2008 (1987 millones de barriles, según la Secretaría de Energía de la Nación)”.
En tanto, desde Londres se afirma, como recogieron algunos medios locales, que Gordon Brown, primer ministro británico, recibió pedidos para que fortalezca las fuerzas navales en las islas Malvinas, después de que Argentina tomara iniciativas diplomáticas.
Como medida en defensa de la soberanía nacional el gobierno argentino impuso nuevas restricciones para el tránsito de buques. Sin embargo, los grupos petroleros y diplomáticos británicos provocan: sostienen que los cambios no afectarán en gran medida los planes de perforación petrolera en áreas de Malvinas, dado que no se espera que buques o provisiones (del Reino Unido) deban atravesar aguas argentinas.
Los conservadores del Reino Unido le pidieron a Brown que despliegue más buques de guerra en la región para que “no queden dudas” sobre la determinación británica de explorar.
En los próximos días, el canciller argentino Jorge Taiana presentará una protesta ante las Naciones Unidas (ONU) por el avance de la exploración unilateral de hidrocarburos en Malvinas por parte de Gran Bretaña. Para ese entonces se espera una fuerte intervención de la presidenta ante el Grupo Río, durante la reunión programada en México.
Según Página 12, “el objetivo de Taiana será también que los presidentes de América Latina y el Caribe –en el Grupo Río no participa Estados Unidos – coincidan en un pronunciamiento común que reconozca los derechos argentinos sobre Malvinas.
Taiana recordará ante sus pares que el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ya se expidió varias veces sobre el conflicto en Malvinas: en todos los casos exhortó a las dos partes a no llevar adelante acciones unilaterales de ningún tipo.
Eso planteó la propia presidenta argentina hace pocos días: “hay numerosas resoluciones de Naciones Unidas en las que se pide a ambos países arribar a un acuerdo en materia de soberanía. Ninguna de las partes puede tomar medidas unilaterales. Estas resoluciones han sido desoídas sistemáticamente por el Reino Unido”.
Es preocupante que el periódico Financial Times resaltará a mediados de la semana pasada las invocaciones conservadoras de Londres a reforzar la presencia militar en el Atlántico Sur.
Lo decía y demostraba con contundencia el académico Adolfo Silenzi de Stagni, hace más de 30 años en sus clases de la Universidad de Buenos Aires, y lo recordó el jueves pasado el diario Página 12, en un artículo firmado por Federico Bernal, del cual es útil reproducir algunos párrafos.
“La inclusión del petróleo en la disputa por las islas Malvinas no es algo nuevo. Entre 1974 y 1980 el precio internacional de la lana –principal sustento económico kelper y único producto de exportación – sufrió una caída histórica, deprimiendo el PBI de las islas en un 25 por ciento (…).Gran Bretaña se vio entonces en la disyuntiva de ceder finalmente a los reclamos argentinos o bien intentar una urgente diversificación y modernización económica de las islas. El plan consistió en sustituir progresivamente la lana por otros recursos: los pesqueros, en el corto plazo, y los minerales e hidrocarburos, en el mediano y largo plazo. A los efectos de relevar la riqueza natural del archipiélago, fundamental para el éxito del plan, Gran Bretaña envió a las islas entre 1975 y 1976 sendas misiones integradas por parlamentarios, geólogos y militares. Los resultados fueron esperanzadores (…). Que hay petróleo en las Malvinas ya no es sorpresa para nadie. Sin embargo, cabe preguntarse en qué cantidad. Y para ello resulta clave conocer el precio mínimo del barril que viabilizará su explotación comercial y el tipo de crudo que se espera extraer. ¿Cuál es ese piso y cuál la calidad del crudo? Por debajo de una cotización internacional de 25 dólares/barril, según indicaron las mismas operadoras (Rockhopper-Interim Report 2008), la extracción del petróleo malvinense será inviable. Hoy el barril cotiza a 77 dólares y todas las proyecciones indican que se mantendrá en esos valores o incluso aumentará en los próximos años. En cuanto a su calidad –y en principio sólo para la Cuenca Norte de Malvinas–, el pozo 14/10-1 perforado en 1998 por Shell probó la existencia de un crudo de tipo medio o 27º API (North Falkland Basin-Desire Report 2009). Tras conocerse esos datos, se encaró la primera fase exploratoria entre 1998-2001, de la que participaron Shell, Amerada Hess, Lasmo, Lundin, el Servicio Geológico de Gran Bretaña y el Servicio Geológico de Estados Unidos. La segunda fase exploratoria, entre 2001 y 2009, contó con las compañías británicas Borders and Southern Petroleum, Rockhopper Exploration, Desire Petroleum, Arcadia Petroleum y Argos Petroleum. Ahora, la australiana BHP Billiton y la kelper Falkland Oil and Gas Limited (FOGL) se aprestan a adentrarse en la última fase exploratoria, aquella que finalmente ratificará la potencialidad petrolera malvinense e inaugurará la tan preciada fase extractiva. Según cálculos de las mismas operadoras, el potencial petrolero en el off-shore alrededor de las islas tendría un mínimo de 6525 millones de barriles de petróleo. De comprobarse estas reservas probables –equivalentes a unos 502.425 millones de dólares a 77 dólares/barril a la cotización de ayer–, el crudo malvinense más que triplicaría las reservas certificadas de nuestro país a diciembre de 2008 (1987 millones de barriles, según la Secretaría de Energía de la Nación)”.
En tanto, desde Londres se afirma, como recogieron algunos medios locales, que Gordon Brown, primer ministro británico, recibió pedidos para que fortalezca las fuerzas navales en las islas Malvinas, después de que Argentina tomara iniciativas diplomáticas.
Como medida en defensa de la soberanía nacional el gobierno argentino impuso nuevas restricciones para el tránsito de buques. Sin embargo, los grupos petroleros y diplomáticos británicos provocan: sostienen que los cambios no afectarán en gran medida los planes de perforación petrolera en áreas de Malvinas, dado que no se espera que buques o provisiones (del Reino Unido) deban atravesar aguas argentinas.
Los conservadores del Reino Unido le pidieron a Brown que despliegue más buques de guerra en la región para que “no queden dudas” sobre la determinación británica de explorar.
En los próximos días, el canciller argentino Jorge Taiana presentará una protesta ante las Naciones Unidas (ONU) por el avance de la exploración unilateral de hidrocarburos en Malvinas por parte de Gran Bretaña. Para ese entonces se espera una fuerte intervención de la presidenta ante el Grupo Río, durante la reunión programada en México.
Según Página 12, “el objetivo de Taiana será también que los presidentes de América Latina y el Caribe –en el Grupo Río no participa Estados Unidos – coincidan en un pronunciamiento común que reconozca los derechos argentinos sobre Malvinas.
Taiana recordará ante sus pares que el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ya se expidió varias veces sobre el conflicto en Malvinas: en todos los casos exhortó a las dos partes a no llevar adelante acciones unilaterales de ningún tipo.
Eso planteó la propia presidenta argentina hace pocos días: “hay numerosas resoluciones de Naciones Unidas en las que se pide a ambos países arribar a un acuerdo en materia de soberanía. Ninguna de las partes puede tomar medidas unilaterales. Estas resoluciones han sido desoídas sistemáticamente por el Reino Unido”.
Es preocupante que el periódico Financial Times resaltará a mediados de la semana pasada las invocaciones conservadoras de Londres a reforzar la presencia militar en el Atlántico Sur.
https://www.alainet.org/en/node/139574?language=en
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