Perú

Hipocresía y privatización del Estado

Javier Diez Canseco

11/04/2010

Opinión

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Casi nadie les cree a los políticos ni siente la política como una actividad respetable. Dos hechos explicarían esta terrible realidad: la hipocresía, la doble moral de muchos políticos, y, por otro lado, la constatación de que el Estado lo ocupan los operadores de los principales grupos de poder económico.

¿Qué piensa la gente al ver las carreteras con pintas de Kuczynski Presidente? ¿Atraerá a algunos la desfachatada candidatura de un norteamericano a la Presidencia del Perú? Las encuestas no le dan bola. Pero, si ya fue Primer Ministro y dueño del MEF con Toledo, ¿por qué no de Palacio? Su grupo firma FAENA. No tiene inscripción pero sí símbolo: un sombrero, como el que usa un garboso chalán. Sin-vergüenza, debería llamarlo directamente FAENÓN. Químper y Rómulo quedan chiquitos frente a las faenas de PKK. ¿No frenó la investigación y la cobranza de cientos de millones de dólares en impuestos no pagados a SUNAT por empresas eléctricas, mineras y otras, amparadas en el ilegal DS 120-94-MEF impuesto por Camet y Fujimori? Ese DS se aplicó en beneficio de las 2 distribuidoras eléctricas de Lima y él era copropietario y directivo de una. Pero fue a chantajear al Congreso con su renuncia, junto a Popy Olivera y Quijandría, si seguía la investigación y se declaraba nulo el DS. Usó el poder en su beneficio y hasta frenó a la Dra. Merino, jefa de la SUNAT, para acallar la evidencia de lo denunciado.

A esa faena se suma la de Camisea. Metió a su empleador, Hunt Oil, a la concesión. Sin el dinero para invertir ni la categoría requerida, se hizo del negocio para buscar socios. Luego, con Quijandría, modificó la ley a favor del Consorcio para desabastecer al Perú y facilitarle exportar a México o Chile el gas barato que nos urge. De otro lado, íntimo de Susana de la Puente Wiesse, protegió a los implicados en el fraudulento salvataje del Banco Wiesse que costó muchos millones. ¿Necesitamos más muestras de doble faz y mal uso del poder?

En otro extremo, ¿es el presidente García el del “cambio responsable” o el hipócrita responsable de que no haya cambio? No eliminó –como ofreció– la “renta básica” que cobra Telefónica, pero ahora sabemos que no le cobra los S/.1,985 millones de soles de impuestos y multas que adeuda a SUNAT. No impuso el prometido impuesto a las sobreganancias mineras (que hubiera generado US$ 10,000 millones al 2008 y seguiríamos cobrando), pero ha regalado a la gigante Antamina US$ 270 millones de impuesto a la renta para que los reinvierta sin pagarlos al Estado y la Región. Y sigue entregando nuestros RRNN sin respeto por el medio ambiente ni consulta a los pueblos. Ofreció restituir la Constitución de Haya pero mantiene la de su nuevo guía, Alberto Fujimori. Llama “rata” a Rómulo (su pata, de Flores Aráoz, Rey, el tío George…) pero el juicio sigue estancado entre escándalos que amenazan quebrarlo. Justifica la muerte de 6 personas en la huelga de mineros artesanales, pero indultó a Crousillat y actuó para permitirle fugar impunemente.

Maestros de la hipocresía y el abuso de poder son Fujimori y su estirpe. Ofrecieron un Congreso con “sueldo mínimo” y nos dieron el más caro de la historia e instauraron el transfuguismo. En nombre de la libertad alquilaron a los dueños de la TV y en el de la defensa nacional compraron armas inútiles con comisiones millonarias. Prometieron Trabajo y Honradez, pero despidieron cientos de miles de trabajadores, destruyeron los derechos laborales, y robaron sin límites en privatizaciones, licitaciones y adquisiciones públicas fraudulentas y digitadas, hasta medicamentos vencidos y tractores inoperantes. Ahora postula la hija con programa de punto único: indultar al “salvador” que le pagó estudios fuera con dinero público. Y en Lima lanzan al angelito del SIN, Kouri, para dar “Seguridad” ¿a Lima o los pillos?

Los hipócritas coordinan de cara al 2011. ¿Lo permitirá el Perú? Quienes quieren a los mercaderes-doble faz fuera del templo debieran unirse para abrirle un nuevo rumbo al país.

La República, 12 de abril de 2010

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