Una Ley de Medios que mueve multitudes
Clamor desde Buenos Aires y Mendoza
15/04/2010
- Opinión
Cientos de miles de argentinos salieron a las calles para exigir la inmediata aplicación de lo establecido por amplia mayoría en el Congreso Nacional, para democratizar la palabra, y que una camarilla de corporaciones mediáticas, políticos de la oposición neogolpista y de jueces hijos de la dictadura pretenden obstaculizar.
No es casual que, el jueves pasado, más de 50 mil personas se hayan congregado en Buenos Aires, frente a la sede del Poder Judicial, y que una multitud haya marchado en Mendoza, hacia la Legislatura de esa provincia, para defender la democracia, la Constitución y las leyes del Congreso ante una ofensiva neogolpista de las corporaciones mediáticas, la oposición política y los elementos más retrógrados del Poder Judicial, que pretenden inmovilizar el nuevo marco legal que regula la actividad audiovisual en el país, con pluralidad y sin monopolios.
Fue una jueza de Mendoza y una Cámara Federal con asiento en esa provincia, magistrados que son dignos herederos del Terrorismo de Estado impuesto por la pasada dictadura, quienes, con resoluciones sin otro fundamento que el servilismo a los grupos concentrados, trabaron la legítima aplicación de la nueva Ley de Medios.
Y es de Mendoza el Grupo Vila Manzano, socio menor del gran monopolio del Grupo Clarín, el que está detrás de esas decisiones judiciales. La vinculación estrecha de los oligopolios mediáticos con la pasada dictadura es de tal magnitud que la principal accionista del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, esta seriamente sospechada de haberse apropiado de hijos nacidos en cautiverio, en los campos de concentraciónque operaron en Argentina durante el régimen militar.
Las mismas camarillas políticas, empresarias y judiciales que pretenden trabar la aplicación de la Ley de Medios trabajan desde hace años para mantener a “la Noble” en la más descarada impunidad. Son las mismas camarillas que alimentan a la oposición rabiosa y neogolpista en el Congreso, contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Y es en Buenos Aires donde reside la Corte Suprema de Justicia, máximo tribunal que tiene en sus manos esas dos cuestiones que son vitales para el futuro y la salud de la Constitución y de la democracia: la Ley de Medios y el esclarecimiento del caso Ernestina Herrera de Noble, probable criminal de lesa humanidad.
En las últimas semanas, en todo el país se percibe un creciente clima de movilización callejera en defensa de la Ley de Medios, por el esclarecimiento de los hechos que envuelven a “la Noble”, a altos directivos y a una infame minoría de periodistas estrellas del Grupo Clarín que la encubren, mientras que la mayoría de los trabajadores de prensa, técnicos y administrativos de la empresa – y de otras similares- son víctimas de la propia estructura concentrada del sector mediático.
Los oradores en los dos actos –en Mendoza y en Buenos Aires- afirmaron que las movilizaciones populares continuarán hasta que la Ley de Medios sea aplicada, como lo prescribe la Constitución.
Fue una jueza de Mendoza y una Cámara Federal con asiento en esa provincia, magistrados que son dignos herederos del Terrorismo de Estado impuesto por la pasada dictadura, quienes, con resoluciones sin otro fundamento que el servilismo a los grupos concentrados, trabaron la legítima aplicación de la nueva Ley de Medios.
Y es de Mendoza el Grupo Vila Manzano, socio menor del gran monopolio del Grupo Clarín, el que está detrás de esas decisiones judiciales. La vinculación estrecha de los oligopolios mediáticos con la pasada dictadura es de tal magnitud que la principal accionista del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, esta seriamente sospechada de haberse apropiado de hijos nacidos en cautiverio, en los campos de concentraciónque operaron en Argentina durante el régimen militar.
Las mismas camarillas políticas, empresarias y judiciales que pretenden trabar la aplicación de la Ley de Medios trabajan desde hace años para mantener a “la Noble” en la más descarada impunidad. Son las mismas camarillas que alimentan a la oposición rabiosa y neogolpista en el Congreso, contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Y es en Buenos Aires donde reside la Corte Suprema de Justicia, máximo tribunal que tiene en sus manos esas dos cuestiones que son vitales para el futuro y la salud de la Constitución y de la democracia: la Ley de Medios y el esclarecimiento del caso Ernestina Herrera de Noble, probable criminal de lesa humanidad.
En las últimas semanas, en todo el país se percibe un creciente clima de movilización callejera en defensa de la Ley de Medios, por el esclarecimiento de los hechos que envuelven a “la Noble”, a altos directivos y a una infame minoría de periodistas estrellas del Grupo Clarín que la encubren, mientras que la mayoría de los trabajadores de prensa, técnicos y administrativos de la empresa – y de otras similares- son víctimas de la propia estructura concentrada del sector mediático.
Los oradores en los dos actos –en Mendoza y en Buenos Aires- afirmaron que las movilizaciones populares continuarán hasta que la Ley de Medios sea aplicada, como lo prescribe la Constitución.
APM | Agencia Periodística del Mercosur | http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4645
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
https://www.alainet.org/en/node/140742?language=en
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