Perú

Entre la rabia y la lástima

Javier Diez Canseco

16/05/2010

Opinión

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¿Hasta cuándo este día a día? ¿Pondremos límite a la ignominia que nos avasalla y a la inmundicia que nos invade? La semana pasada pinta de cuerpo entero lo que soportamos casi en silencio. Fujimori ha convertido el cuartel de la Dinoes, en el que supuestamente “cumple su pena”, en sede de su partido político, comando de campaña y escuela política central del fujimorismo. Con la anuencia de los mandos policiales, de los ministros del Interior y Justicia (de hoy y los anteriores) y del presidente García (que no puede pasar por tonto), este ladrón y criminal opera impunemente, como las bandas de secuestradores desde los penales.

Caretas lo llama “despelote”, dejando claro que ocurre hace buen tiempo, pero los responsables políticos no ven, no oyen, no saben nada, como varios de los comprometidos en los “petroaudios” que siguen en el Congreso o en empresas públicas. Y quien se levantó en peso el país, rematando a transnacionales extranjeras –a precio de huevo– los recursos y el patrimonio nacional mientras hacía del transfuguismo una virtud bien rentada y corrompía a los mandos de las FFAA, opera con toda libertad desde una “cárcel” policial.

Los otorongos en el Congreso siguen haciendo de las suyas. La Comisión de Levantamiento de Inmunidad Parlamentaria archiva los pedidos de la Corte Suprema para abrir proceso a Miró Ruiz, el mataperro con arma sin licencia, y al publicista de cabecera de Fujimori Carlos Raffo, que habría recibido cientos de miles de dólares de Montesinos. El fujimorismo y ese vientre de alquiler llamado UPP (Beteta) –con la “neutra” abstención de Lombardi (UN) y la presidencia del aprista Wilson– impusieron esta vergonzosa resolución. En paralelo, la Comisión de Fiscalización desistió de investigar a Luis Castañeda por la duplicación del costo del Metropolitano y archivó el caso con el voto del tránsfuga Mekler. ¡Con el gobierno de la alianza apro-fuji-transfuguista, la impunidad total avanza!

A la vez, una encuesta afirma que más de un tercio de los limeños no le hacen mala cara a una autoridad que haga obras aunque robe. Alex Kouri, acusado de graves irregularidades en el Callao y la vía al Aeropuerto, íntimo y delfín de Montesinos, postula a la alcaldía de Lima y alquila Cambio Radical –la casa de citas que regenta la mami José Barba– mientras se lleva a varios tránsfugas y alquilones de UN. ¡Tendremos unas elecciones de la PM!

Como cereza de la torta, el presidente García, quien demandaba se investiguen los delitos al manipular Toledo las normas para mal manejar el gas de Camisea, es hoy abogado principal el contrato del 2005 y la exportación del gas más barato del país. Todos saben que los lotes 88 y 56 de Camisea no alcanzan para abastecernos permanentemente y exportar. Ni siquiera hay un Plan Energético que defina nuestras necesidades reales, pues vivimos con un mercado comprimido para permitir exportar. Se debería exportar de otros lotes con gas más caro sin afectar nuestra seguridad energética barata. ¡El gas podría terminar en Chile, pues la planta en México recién se terminará a fines del 2011!

Cuando el país esperaba firmeza de los presidentes regionales del macrosur en impedir toda exportación de las reservas del lote 88 y 56, reservándolas para el consumo regional y nacional… aceptan el cuento de García de que hay no 8.8 TCF (trillones de pies cúbicos) en reservas probadas, sino 15 TCF en reservas “recuperables” (incluyendo el lote 57 de Repsol, en el que el gas tiene un precio más alto) y la promesa de que comenzarán a construir el ducto del sur el 2011. ¿Dejan de lado la demanda nacional a cambio de una floja promesa para la región, limitada a 1 TCF de los lotes de Camisea que el Consorcio ni siquiera ha aceptado? ¿Y los intereses de la patria, la defensa de sus recursos? Se diluyen por la “victoria” de una nueva promesa sin tocar el contrato.

La sensación es la de un país que se pudre y se descompone. ¡Basta ya! ¡Recuperemos la capacidad de indignarnos, la voz, la ira, las calles, la unidad de los justos!

La República, 17 de mayo de 2010

https://www.alainet.org/en/node/141504?language=en