Hablemos afro…

21/01/2011
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¿Si somos hijos de Europa? Claro, mi apellido viene de Nottingham en Inglaterra y bla bla bla… Epa, también tuve un bisabuelo chino así que soy hija de Asia. ¿De América? Sí, ni modo, nací aquí y para ver… sí, como que hay una tatarabuelita por ahí que era india, india, india… ¿Que somos hijos de África? ¿Por qué dices eso? Pero… ¿qué quieres decir? ¿Que tengo algo de árabe? ¿De negra? ¡¿Negra, yo…?!!!
 
Mira, chico, reconozco mi raíz europea aunque fue un esclavista quien me dio el apellido. A la indiecita te la acepto y al chino, pero al negro… Tú quieres que yo eche para atrás hasta el negro fugado que llegó nadando a estas costas y yo no te puedo complacer en eso porque no lo sé, en mi familia no se habla de eso. Supongo que sí. Soy morena y me ha costado aquietar estos cabellos, pero tanto como declararme negra, no. Ah, ¿es que tú crees que aquí se acabó el racismo sólo porque tenemos a Aristóbulo ahí? ¿O porque Darío tenga tres pelitos arrugados en la barba? ¡No, señor! Hemos avanzado pero falta por hacer y el tiempo apremia.
 
Leí que el concepto de raza no se aplica a la gente pero aunque no existan las razas existe el “racismo”. Dejan de llamarme perro pero me siguen mostrando el tramojo. Estamos mezclados pero buena parte de nuestras raíces fueron enterradas en el estercolero y, para colmo, conquistados los saberes y colonizado el pensamiento. Nos tragamos una ideología que sirve para reproducir un orden económico que nunca ha estado a favor de los marginados. Estamos intentando cambiar ese orden y recién empezamos a escribir nuestros propios libros, a hacer nuestros periódicos, a hablar con nuestra voz. Tratamos de reescribir la historia pero si lo hacemos de rodillas lo más probable es que África termine arrestada y tenga que hacer silencio porque cualquier cosa que diga será usada en su contra. La necesidad de teorizar nos lleva a indagar en Petare, en el Congo, en Sevilla, en la Grecia antigua. No te sorprendas si en este siglo algún alienado, inspirado en la sabiduría aristotélica, grita que los esclavos no fueron seres humanos, que eran instrumentos que hablaban y que sólo comienzan a existir como seres humanos cuando es abolida la esclavitud. Fueron esclavizadas las mentes…
 
Hablemos desde el afro y con los grillos puestos: Aunque hayamos sido tratados como tal, los africanos y afrodescendientes nunca fuimos artículos, no fuimos mercancías. ¡No, señor! ¡Más mercancía será usted!
 
Publicado en Correo del Orinoco, 21 de enero de 2011.
https://www.alainet.org/en/node/147040?language=en

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