El “discurso único” es de la SIP y de los monopolios mediáticos
Polémica por premio a Hugo Chávez en La Plata
30/03/2011
- Opinión
El justo premio de una facultad de La Plata al mandatario venezolano disparó una dura polémica. Lo acusan de tener un “discurso único” cuando ésta es una característica de Clarín y La Nación.
El presidente venezolano desembarcó en Buenos Aires y siguió por Uruguay y Bolivia, teniendo previsto cerrar el viaje en Colombia. Apenas supo del periplo, la prensa monopólica aprestó todas sus baterías para denostar al personaje y el vínculo entre Venezuela y Argentina. Todo lo contrario hicieron esos medios frente a la reciente gira de Barack Obama: alabaron al mandatario y su política exterior, cuestionando al gobierno argentino por haber quedado fuera de la agenda.
¿Cómo enfocaron los monopolios mediáticos la llegada del bolivariano? En forma híper crítica, tratándolo como “un dictador” pese a que desde 1998 ha ganado 14 de las 15 elecciones en la rebautizada República Bolivariana de Venezuela. Para la mayoría de los opinators de Argentina es “un tirano”, en sintonía con Washington.
El primer contrabando ideológico que hicieron Clarín, La Nación y demás eslabones mediáticos (Infobae, La Voz del Interior, Grupo Uno, etc), fue enfocar prioritariamente el premio que le concedió la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Al proceder de ese modo, se despacharon a gusto sobre la presunta afición antidemocrática del visitante, y –sobre todo- invisibilizaron un aspecto clave: los convenios bilaterales que vino a firmar con Cristina Fernández.
Dicho de otro modo, al apuntar al premio “Rodolfo Walsh”, los detractores evitaban informar que Caracas comprará 600.000 toneladas de alimentos y unos 400 millones de dólares en maquinaria agrícola. El venezolano dijo que estaba listo “para rubricar un convenio para que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina construya cerca de 20 plantas industriales en Venezuela”.
En el astillero Tandanor, Chávez recordó que allí se construyen para su país 50 barcazas tanques, 10 remolcadores y seis barcos tanques-alijadores, en cumplimiento de los acuerdos firmados en diciembre de 2009.
En otro astillero, el de Río Santiago, de Ensenada, está listo el tanque (de petróleo, se aclara por las dudas a algún antichavista se le ocurra que era un buque de guerra…) llamado “Eva Perón”. Será el primero que hace Venezuela en Sudamérica. Antes todos eran propiedad del Norte.
Cualquier persona con dos dedos de frente puede deducir la importancia de esos acuerdos, que los dos presidentes identificaron con la ecuación alimentos-energía. Son dos países perfectamente complementarios, sobre todo porque en Argentina la energía sigue dominada por Repsol, Panamerican, Shell, Petrobras, etc. Es obvio que tales convenios han tenido mucho que ver con que Argentina haya crecido al 9 por ciento anual. No todo es viento de cola, como cree la oposición derechosa y monopolios afines; algo tendrá que ver el “huracán Hugo”. Eso no se menta.
Justo premio
El miércoles 30, el visitante recibió la distinción de la facultad de periodismo platense, en un acto en un amplio predio del Conicet, al que asistieron miles de personas.
Las empresas periodísticas y los políticos de la oposición destituyente cuestionaron ese premio porque Chávez sería un enemigo de la libertad de expresión que ha cerrado innumerable cantidad de radios y canales de TV.
Antes de refutar esas acusaciones, hay que decir un par de cosas del premio y de Rodolfo Walsh. Este tema fue omitido por aquellos críticos de la decisión universitaria.
Rodolfo Walsh fue escritor, periodista y militante revolucionario; autor de Operación Masacre y cofundador de Prensa Latina en La Habana; director del periódico de la CGT de los Argentinos en 1968, donde colaboraba Emilio Jáuregui. En los ´70 militó en la organización Montoneros, donde actuaba en el área de Inteligencia. Fue asesinado por la patota de la ESMA el 24 de marzo de 1977, pero poco antes había despachado varias copias de su célebre “Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar”. Allí hizo una insuperable denuncia de lo que significaba la dictadura y el terrorismo de Estado.
Hace varios años que la mencionada facultad entrega ese premio a presidentes latinoamericanos por sus méritos en la comunicación popular. Ya lo había recibido Evo Morales y ahora fue el turno de Chávez. Lo merece por su atención a esa problemática, habiendo enlazado la presidencia con la población mediante el “Aló presidente”, la creación de Telesur y la Radio del Sur, su impulso a la democratización de los medios en Venezuela, capaces de llamar al magnicidio una y otra vez; por su comparencia a las cumbres sociales para dialogar con los representantes de “un nuevo mundo es posible”, etc.
¿A quién le iban a dar el premio Rodolfo Walsh? ¿A Barack Obama o Hillary Clinton, especialistas en bombardear pueblos del Tercermundo y reclamar la extradición de Julian Assange de WikiLeaks porque les sacó a relucir varios trapos inmundos? ¿Se lo iban a entregar a Roberto Micheletti, el golpista de Honduras? ¿O a Pedro Carmona, el golpista breve de Caracas en 2002? ¿O quizás al senador de Anillaco, como recompensa por haber destruido la economía y dar continuidad al saqueo denunciado por Walsh?
El discurso único
Infobae aseguró que “Chávez, el dictador caribeño (sic) realiza una gran censura y ya cerró varios medios periodísticos -hasta 2009 eran 30- por ser opositores a su mandato”.
Un editorial de La Nación, “Otra cruel burla al periodismo”, del 30/3, elevó la cuenta: “el mandatario cerró 32 emisoras radiales y ahora amenaza y hostiga a otras. El presidente de Globovisión ha enfrentado un sistemático hostigamiento policial y judicial ordenado por Chávez y ante la última orden de aprehensión que lo enviaría a la cárcel, emprendió el exilio”.
Otro editorial de ayer de La Voz del Interior (grupo Clarín), titulado “Perseguidor premiado”, juzgó: “que una facultad de periodismo distinga a Hugo Chávez es un alarde de sectarismo que pervierte la formación intelectual y moral de los futuros profesionales”.
Antes de evaluar la mendacidad de esas afirmaciones, hay que subrayar que suponen el “discurso único” que sus autores enrostran a Chávez. Esas editoriales de los directores, los artículos de sus corresponsales de Estados Unidos y los comentarios de sus periodistas, algunos reputados como Joaquín Morales Solá y otros pinches sin mayor trayectoria, todos, todos, opinan lo mismo. Un libreto. Todo igual, sin un matiz, una duda, un gris. Nada. Chávez es enemigo de la prensa libre tal como dice la SIP.
¿Cuál SIP? ¿La misma que en sus reportes semestrales sindica a Cuba y Venezuela como los mayores enemigos de la libertad de expresión pese a que el mayor número de periodistas muertos en la región se produce en México, Honduras y Colombia?
En Venezuela rige una ley de responsabilidad de los medios de comunicación, un marco legal apropiado luego del golpe de Estado de 2002 llevado adelante por los empresarios, políticos, militares filo-estadounidenses y monopolios de la comunicación. En ese putsch hubo varios muertos y el propio Chávez, prisionero, estuvo a punto de ser ejecutado en la isla de Orchilla.
En Caracas no se cerró ningún canal de TV, se limitó a no renovarle la licencia a RCTV, el adelantado de esa campaña golpista, cuando se le venció. Siguen envenenando conciencias el canal Globovisión de Guillermo Zuloaga, Univisión de Gustavo Cisneros y una mayoría de medios privados gráficos, radiales, televisivos y electrónicos furiosamente antichavistas. Las radios cerradas lo fueron por estar en infracción con la ley, operar sin permiso o superponerse en el espectro con los titulares de esas licencias. No lo fueron por razones de “limpieza étnica” como macanean los amigos del Departamento de Estado.
Ese Departamento es experto en mentiras. Roger Noriega, el ex subsecretario adjunto para Asuntos Hemisféricos, escribió en The Washington Post: “Irán y Venezuela están conspirando para sembrar ´la marca de Teherán´, ejecutar acciones terroristas mediante entidades sustitutas en el Hemisferio Occidental. El 22 de agosto de 2010, a sugerencia de Irán, el presidente venezolano Hugo Chávez recibió a altos dirigentes de HAMÁS, HEZBOLÁ Y LA YIHAD ISLÁMICA PALESTINA (PIJ) en una cumbre secreta celebrada en una base de inteligencia militar en el complejo de Fuerte Tiuna, al sur-oeste de Caracas”.
El objetivo de Estados Unidos sigue siendo derribar y aún asesinar a Chávez. Le viene muy bien la demonización de aquél aportada por los amigos y asalariados del Departamento de Estado en Argentina.
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