Renacer del panislamismo?

05/11/2012
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Sea cual fuere el resultado final de las elecciones presidenciales del 10 de Noviembre, (votaciones que se presumen tan reñidas como en el 2000 entre Al Gore y Bush y que por ironías del destino y la ayuda de Sandy, podrían tener el desenlace contrario: victoria de Obama por votos del colegio electoral y de Romney en número de votos a nivel nacional), el próximo Presidente de los EEUU deberá intentar recomponer el rompecabezas de Oriente Medio.
 
Reapertura del enésimo proceso de paz palestino-israelí: Así, el nuevo Presidente de EEUU se verá obligado a participar personalmente en el proceso de negociación con el objetivo de establecer las bases para la creación del futuro Estado Palestino( previo reconocimiento del Estado de Israel por parte palestina ) .
 
Dicho Proceso  podría concluir con la firma de un Tratado de Paz en el 2013 entre el nuevo Primer Ministro israelí y el nuevo Presidente de la Autoridad Palestina (que sería el representante del nuevo Gobierno de Unidad que surgiría tras las elecciones que se convocarán en el 2013 tras el acuerdo de Doha que supone la aproximación de Hamás y Al Fatah),  contando con la colaboración de la UE que sometería a estudio la revisión de los Tratados preferenciales con Israel como medida de presión para el retorno a las negociaciones de paz.
 
Acuerdos de Oslo III:   Bajo presión del Cuarteto para Oriente Próximo, Hamás procedería a  renunciar a la violencia y aceptar los acuerdos respaldados por la Autoridad Palestina como los de Oslo y en contrapartida, Israel accedería a flexibilizar el boicot a Gaza,no siendo descartable la aplicación por parte de la ONU del Capítulo VII de su Carta Constitutiva.
 
Dicha Carta establece que “cuando una zona o área determinada cae bajo el control de un grupo político-militar (como lo es la resistencia islámica de Hamas), y cuando la población civil está expuesta o bajo fuego debido a las acciones militares de ese grupo, el Consejo de Seguridad de la ONU debe intervenir para asegurar la protección de la población civil y al establecimiento de la paz allí donde se haya alterado” , emulando las pasadas intervenciones de la ONU en zonas como Bosnia y Timor Oriental.
 
El citado Acuerdo contaría con las bendiciones políticas de Egipto, Rusia, Siria e Irán y como colaboradores económicos necesarios en la reconstrucción de Gaza a Arabia Saudí, EEUU, UE, Japón, y Emiratos Árabes (con un costo aproximado de 3.000 millones de $) y debería ser global y vinculante para todos los países del área geopolítica de Oriente Próximo y lograr la instauración de un nuevo "status quo" en la zona una vez resuelto el contencioso nuclear de EEUU con Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países .
 
Dicha medida  contará con el beneplácito del influyente lobby judío de EEUU (AIPAC), al recibir Israel como contrapartida las bendiciones de EEUU a la culminación del Muro de Cisjordania (que incluiría aproximadamente el 10% del territorio de Cisjordania, incluida Jerusalén Este) y el incremento de la ayuda económica cifrada durante la Administración Bush en unos 3.000 millones de dólares de ayuda, (monto que representa casi el 2% del PIB de Israel) hasta los 5.000 millones.
 
No obstante, la paz será inestable y su duración dependerá de las negociaciones de Israel con Siria para la devolución de los Altos del Golán y de la futura actitud de Hisbolad y Hamas, pues si ambas formaciones persisten en sus ataques a territorio israelí, podría incrementarse la tensión en la zona y reeditarse la operación “Plomo Fundido”.
 
¿Acuerdo diplomático EEUU-Irán?: Irán ha adquirido una dimensión de potencia regional gracias a la política errática de Estados Unidos en Iraq  (fruto de la miopía política de la Administración Bush obsesionada con el Eje del Mal ) al eliminar a sus rivales ideológicos, los radicales talibanes suníes y a Sadam Husein con el subsiguiente vacío de poder en la zona.
 
Por ello, ha reafirmado su derecho inalienable a la nuclearización y el presidente Mahmoud Ajmadinejad , ha estirado la cuerda hasta el límite en la seguridad que Estados Unidos no atacará y limitará cualquier acción individual de Israel (proyecto descartado  de bombardear la central de Natanz con jets comerciales), pues un bloqueo del estrecho de Ormuz por el que pasa un tercio del tráfico energético mundial podría agravar la recesión económica mundial y debilitar profundamente todo el sistema político internacional.
 
La nueva ronda de diálogos entre Irán y G5+1 estaría de momento en suspenso pero es posible que después de las elecciones de Noviembre, E.UU dé su visto bueno a las actividades de enriquecimiento de uranio de Irán “si se supedita a la estricta supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”.
 
En el supuesto de lograrse la resolución del contencioso nuclear de EEUU-Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, Teherán conseguiría su objetivo de que  se reconozca su lugar en el concierto regional, recuperando el papel de “gendarme del Golfo” que los estadounidenses confiaron al Sha de Persia e incrementando la cooperación con EEUU relativa a la seguridad en Iraq y Afganistán.
 
¿Renacer del panislamismo?: Egipto siempre ha sido una pieza clave para mantener la hegemonía norteamericana en Oriente Medio y el norte de África pero los cambios producidos en el pueblo egipicio y que tuvieron su escenificación en la plaza Tahrir del Cairo el día 25 de enero. ( día de la ira), para pedir el fin de la dictadura de Hosni Mubarak, se han traducido en una creciente desavenencia entre los Gobiernos de Egipto e Israel.
 
Así, bajo el mandato de Bush Jr. , Egipto habría renunciado a la opción nuclear y entregado el control del espacio estratégico de Oriente Próximo a la aviación israelí a cambio de una ayuda anual de mil millones de dólares y debido a la presión de la opinión pública, se ha autorizado a Egipto y Jordania para que a finales de año emprendan la producción nuclear para uso civil bajo control estadounidense, con lo que han acumulado un retraso tecnológico de cincuenta años con respecto a su vecino israelí que se vería compensado con el incremento de la ayuda económica de EEUU hasta alcanzar los 3.000 millones de dólares anuales.
 
Sin embargo, los desencuentros se plasmaron tras conocerse el anuncio de la firma de un acuerdo de reconciliación el próximo 5 de mayo en El Cairo con la presencia de Abás y el líder de Hamás Jaled Meshal,  bajo supervisión de la Liga ärabe y el manifiesto del presidente palestino, Mahmud Abbas, de avanzar en los esfuerzos para la creación de un Estado palestino fuera de las negociaciones con Israel y teniendo en cuenta las fronteras con 1967.
 
A ello se sumaría la sospecha de que El Cairo espera reanudar sus vínculos con Irán y renegociar un antiguo contrato para suministrar gas natural a Israel además de la  presunta decisión de las autoridades egipcias de abrir el cruce hacia Gaza en Rafa, (cerrado durante los últimos cuatro años como parte del bloqueo del enclave, respaldado por Occidente, a fin de debilitar a Hamás, el grupo islamista que gobierna la Franja), lo que en la práctica equivaldría al fin efectivo del bloqueo.
 
Por otra parte, tras la intervención de la NATO en Libia, se habría producido un inusual coincidencia de China y Rusia en forma de veto en la ONU sobre Siria, con lo que podríamos asistir al nacimiento de una alianza ruso-china impulsada por Putin que tendría su plasmación con la aparición en el escenario geopolítico mundial de la Unión Euroasiática como alternativa económica y militar al bloque hegemónico occidental.
 
La nueva geopolítica rusa en Oriente Próximo pasaría por un decidido apoyo al régimen sirio de Al-Assad y al régimen iraní en su contencioso nuclear con los EEUU con el objetivo de fijar su posición como árbitro ineludible en los contenciosos sirios e iraníes . Así, Rusia quiere aparecer como colaborador necesario para coadyuvar a una transición sostenible tras el final de Al-Assad que permita la asunción de un régimen sunita moderado que sirva de contrapeso a las ambiciones iraníes y que se englobaría en un escenario de solución global a los contenciosos existentes en Oriente Medio.
 
Además, podríamos asistir al regreso de la Doctrina Brézhnev (también llamada doctrina de la soberanía limitada), doctrina que instauró que Rusia tiene derecho a intervenir ,incluso militarmente, en asuntos internos de los países de su área de influencia y su acción posterior se orientará a la ayuda de los grupos islamistas y su apoyo a los regímenes nacionalistas en su lucha contra la presencia occidental en el continente africano, basada en el pathos anticolonial, en los proyectos de cooperación económica y en la creciente cooperación militar,( política que tuvo un especial éxito durante el mandato de Jruschov, siendo Egipto el principal socio de la URSS en la región y su Presidente Nasser condecorado con la Estrella de Héroe de la Unión Soviética ).
 
Por todo ello, no sería descartable un estrechamiento de relaciones ruso-egipcias que convertirían a Egipto en el portaaviones continental de Rusia, lo que aunado con la extensión de su área de influencia al resto de países árabes que circundan a Israel ( Siria, Líbano, Palestina y Jordania) podría germinar la semilla de un nuevo movimiento panislamista en África  que abarcaría todos los países árabes de la fachada mediterránea y que presumiblemente utilizará el arma del petróleo y gas natural para estrangular las economías occidentales y financiar el acoso terrorista al infiel, (logrando de paso la anexión de obsoletas plazas coloniales como Ceuta y Melilla),no siendo descartable la reedición de la Guerra de los Seis Días en el horizonte del 2.016.
 
https://www.alainet.org/en/node/162351
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