La moda de los poderes en pugna
20/12/2012
- Opinión
Luego de la denuncia del presidente Lobo sobre un posible golpe en su contra y de la destitución de cuatro jueces de la Corte por supuesta connivencia con la cúpula policial y el poder mediático, la feria judicial postergó el diálogo para enero. El papel de Zelaya y las elecciones presidenciales de 2013.
El conflicto de poderes en el país centroamericano, a tono con el que se desarrolla en otros países de la región, tendrá una tregua autoimpuesta por el calendario de fin de año. Pero el comienzo de 2013, año electoral, augura una mayor confrontación, a pesar de los llamados a las negociaciones, en un escenario donde todas las corporaciones cumplen su rol de actores políticos.
El nuevo conflicto en Honduras se inició con la denuncia que realizó el presidente Porfirio Lobo hace dos semanas sobre un presunto complot para derrocarlo.
Según Lobo, un grupo de empresarios liderado por el magnate de la comunicación Jorge Canahuati habría negociado con algunos magistrados de la Corte Suprema para detener el proceso impulsado por el presidente de depuración de la policía hondureña, una de las más corruptas del mundo.
Canahuati es propietario de OPSA, el mayor grupo editorial del país y que imprime los dos diarios de mayor tirada de Honduras: El Heraldo y La Prensa. Fue representante de su país ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en varias ocasiones y uno de los mayores lobistas durante el golpe contra Manuel Zelaya en junio de 2009.
Al respecto, Lobo sostuvo el 7 de diciembre pasado que “hay una conspiración en marcha, en primera plana (…), lo que están haciendo es peligroso para la nación y van a generar un problema como el que ya hemos tenido”.
Y agregó luego: “Estos ciudadanos no aprenden: tuvimos una crisis en 2009 y la pueden repetir en 2012”, en clara alusión al golpe de Estado que derrocó a su antecesor Manuel Zelaya y que pone sobre el tapete la herida abierta que dejó ese golpe institucional en el país.
Pocos días después, el 12 de diciembre, el Congreso hondureño –con el voto de los nacionalistas y un sector de los liberales– destituyó a cuatro de los cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia, luego de que aceptaran un recurso de amparo y declararan inconstitucionales las pruebas de confianza que se realizan a los policías para la depuración de esa institución.
El proceso de reestructuración policial, que estuvo vigente entre mayo y noviembre por una ley votada en el Parlamento y que consta de pruebas toxicológicas, polígrafo y patrimoniales, hasta ahora separó del cuerpo a sólo 33 agentes de un total de 14.500.
En un intento de atemperar la crisis –que recuerda a una similar en 1985–, Lobo convocó a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, del Congreso de la República y al Fiscal General del Estado el viernes a un diálogo nacional del que todavía no trascendieron detalles.
Ese llamado al diálogo fue rechazado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras, agrupación que lidera el expresidente Manuel Zelaya y nuclea a los incipientes movimientos sociales de ese país. La organización evaluó que la convocatoria es “una trampa” ya que en el poder se mantienen las estructuras golpistas. Sin ir más lejos, todas las corporaciones que protagonizan el conflicto, incluidos los partidos Nacional y Liberal, legitimaron el golpe contra Zelaya.
Por su parte, sectores de derecha marchaban ese mismo viernes por las calles de Tegucigalpa en contra de las pruebas de confianza.
Honduras celebrará elecciones presidenciales el próximo 10 de noviembre de 2013. Las elecciones primarias de noviembre no proporcionaron mayores sorpresas sobre la centenaria disputa entre liberales y nacionalistas, a excepción del anuncio de Zelaya –quien buscará una diputación– sobre la impugnación que preparaban desde su partido por “manipulación en el conteo de votos”.
Entre los candidatos que quedaron oficializados se encuentran Juan Hernández, por el gobernante Partido Nacional. Hernández es el actual presidente del Parlamento que votó la destitución de los jueces.
También se presenta Mauricio Villeda, hijo del ex presidente Rafael Villeda derrocado en 1963. Representa al Partido Liberal –aquel que llevara en 2006 a Zelaya a la presidencia–.
Finalemente, Xiomara Castro, esposa de Zelaya, se candidatea por el Partido Libertad y Refundación (Libre), brazo electoral del FNRP.
Si el mapa político es complejo y problemático, el social no se queda atrás. Con un ingreso per cápita de 1.700 dólares y un 70 por ciento de sus 8,4 millones de habitantes por debajo de la línea de pobreza, Honduras es además el país con mayor tasa de criminalidad en el mundo, con 92 asesinatos anuales cada 100.000 habitantes, según datos de las Naciones Unidas.
El nuevo conflicto en Honduras se inició con la denuncia que realizó el presidente Porfirio Lobo hace dos semanas sobre un presunto complot para derrocarlo.
Según Lobo, un grupo de empresarios liderado por el magnate de la comunicación Jorge Canahuati habría negociado con algunos magistrados de la Corte Suprema para detener el proceso impulsado por el presidente de depuración de la policía hondureña, una de las más corruptas del mundo.
Canahuati es propietario de OPSA, el mayor grupo editorial del país y que imprime los dos diarios de mayor tirada de Honduras: El Heraldo y La Prensa. Fue representante de su país ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en varias ocasiones y uno de los mayores lobistas durante el golpe contra Manuel Zelaya en junio de 2009.
Al respecto, Lobo sostuvo el 7 de diciembre pasado que “hay una conspiración en marcha, en primera plana (…), lo que están haciendo es peligroso para la nación y van a generar un problema como el que ya hemos tenido”.
Y agregó luego: “Estos ciudadanos no aprenden: tuvimos una crisis en 2009 y la pueden repetir en 2012”, en clara alusión al golpe de Estado que derrocó a su antecesor Manuel Zelaya y que pone sobre el tapete la herida abierta que dejó ese golpe institucional en el país.
Pocos días después, el 12 de diciembre, el Congreso hondureño –con el voto de los nacionalistas y un sector de los liberales– destituyó a cuatro de los cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia, luego de que aceptaran un recurso de amparo y declararan inconstitucionales las pruebas de confianza que se realizan a los policías para la depuración de esa institución.
El proceso de reestructuración policial, que estuvo vigente entre mayo y noviembre por una ley votada en el Parlamento y que consta de pruebas toxicológicas, polígrafo y patrimoniales, hasta ahora separó del cuerpo a sólo 33 agentes de un total de 14.500.
En un intento de atemperar la crisis –que recuerda a una similar en 1985–, Lobo convocó a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, del Congreso de la República y al Fiscal General del Estado el viernes a un diálogo nacional del que todavía no trascendieron detalles.
Ese llamado al diálogo fue rechazado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras, agrupación que lidera el expresidente Manuel Zelaya y nuclea a los incipientes movimientos sociales de ese país. La organización evaluó que la convocatoria es “una trampa” ya que en el poder se mantienen las estructuras golpistas. Sin ir más lejos, todas las corporaciones que protagonizan el conflicto, incluidos los partidos Nacional y Liberal, legitimaron el golpe contra Zelaya.
Por su parte, sectores de derecha marchaban ese mismo viernes por las calles de Tegucigalpa en contra de las pruebas de confianza.
Honduras celebrará elecciones presidenciales el próximo 10 de noviembre de 2013. Las elecciones primarias de noviembre no proporcionaron mayores sorpresas sobre la centenaria disputa entre liberales y nacionalistas, a excepción del anuncio de Zelaya –quien buscará una diputación– sobre la impugnación que preparaban desde su partido por “manipulación en el conteo de votos”.
Entre los candidatos que quedaron oficializados se encuentran Juan Hernández, por el gobernante Partido Nacional. Hernández es el actual presidente del Parlamento que votó la destitución de los jueces.
También se presenta Mauricio Villeda, hijo del ex presidente Rafael Villeda derrocado en 1963. Representa al Partido Liberal –aquel que llevara en 2006 a Zelaya a la presidencia–.
Finalemente, Xiomara Castro, esposa de Zelaya, se candidatea por el Partido Libertad y Refundación (Libre), brazo electoral del FNRP.
Si el mapa político es complejo y problemático, el social no se queda atrás. Con un ingreso per cápita de 1.700 dólares y un 70 por ciento de sus 8,4 millones de habitantes por debajo de la línea de pobreza, Honduras es además el país con mayor tasa de criminalidad en el mundo, con 92 asesinatos anuales cada 100.000 habitantes, según datos de las Naciones Unidas.
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
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