Raúl Vera: “Queremos redactar la constitución que necesitamos nosotros el pueblo”

15/03/2015
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Entrevista con Monseñor Raúl Vera
 
·         ° No vamos a dialogar con un equipo del gobierno deshonesto
·        °  Nosotros tenemos que plasmar las bases que rijan el nuevo pacto social
·         ° La ley indígena hoy es un plan de Sedesol para dar maíz
·         ° Las víctimas en México las crea este sistema injusto en el que estamos
 
“La apuesta del capitalismo neoliberal es la eliminación de una parte de la humanidad solo porque el 1 por ciento no quiere dejar su vida de lujo”: Raúl Vera
 
Monseñor Raúl Vera llega al aeropuerto como un pasajero más. Nadie imagina que este amistoso hombre vestido de negro, de pelo completamente blanco, con gracioso andar, y que, chatea con naturalizad por el celular es el promotor de un proceso diocesano para un nuevo constituyente a nivel nacional para reformular las bases jurídicas y de la organización política de México.
 
Me presento como periodista de medios alternativos a fin de poder realizarle una entrevista, él me sonríe preguntándome en broma si vengo del CISEN o de la PGR. Antes de contestar recuerdo el comentario del Padre Oscar, uno de sus antiguos colaboradores, sobre su personalidad sumamente bromista. Pero a pesar de los chistes, de las risotadas que sabe arrancar a quienes lo escuchan, no debe uno confundirse, la actitud alegre de Raúl Vera se conjunta con una energía férrea que podía hacerle vigilar asuntos diocesanos en otros estados, aún teniendo la pierna fracturada, como bien recuerda el mismo padre Oscar.
 
Le explico que la entrevista es para los medios alternativos, y me responde casi jugueteando “está bien, ¿qué quieres de mí?”. La entrevista transcurre en un automóvil en la carretera Tuxtla-San Cristóbal. Me interrumpe en la primera pregunta e inmediatamente pide descender del carro y tomar el asiento trasero para que podamos charlar de cara a cara.
 
Pensada en un formato corto, cada pregunta se alarga en respuestas que presentan un panorama agudo y crítico por este obispo asignado en los años intensos en Chiapas, y que se reveló al Presidente Zedillo, al mismo Episcopado mexicano, ya que como se puede ver, habla al parecer sin ningún tapujo. Aquí la entrevista:
 
¿Qué le evoca estar en Chiapas?
 
En primer lugar debo decirle que estoy bastante seguido en Chiapas porque presido el Centro de Derechos Fray Bartolomé de las Casas, tengo por lo menos tres reuniones al año, que además de las cuestiones emergentes, me hacen venir seguido. No necesito estar en Chiapas para que todo lo que yo aprendí aquí sea una evocación. Aquí, yo en medio de los hermanos mayas, choles, tzotziles, tzeltales y tojolabales, vi en una diócesis en donde Don Samuel espléndidamente organizó el trabajo pastoral y el proceso evangelizador integral que tiene hasta el día de hoy esta Diócesis en el espíritu del Concilio Vaticano segundo. Esta Diócesis refleja de manera muy completa e integra el espíritu del concilio que es lo que el espíritu santo le quiso decir a la iglesia para que ésta se convirtiera en un instrumento evangelizador en manos de Cristo. Así dice el momento de comunión de los hombres con Dios, y de los hombres entre sí y con Dios. Entonces mi comprensión de la evangelización y del trabajo que la Iglesia debe hacer el día de hoy es en el servicio de la humanidad: La iglesia no es para sí. La iglesia no es una autoridad –como dice hoy Francisco- autoreferencial, sino es una entidad para ponerse al servicio de la humanidad entera. Entonces el haber convivido con un hombre del talento de Don Samuel y del Espíritu generoso y de servicios al mundo como un auténtico pastor, y ver cómo los hermanos de los pueblos originarios que viven aquí concretizaron el evangelio, porque eso es también el asunto: No en cualquier lugar hubiera podido florecer con tanta intensidad y con tanta fuerza la iglesia que dibuja el concilio, no en cualquier lugar. Estos hermanos tienen una riqueza de humanismo extraordinaria como la tienen todos los pueblos originarios. Es más, antes de llegar aquí, como yo pertenecía a la comisión de paz, algunos planteaban “es que se idealizan los indígenas, es que no sé cuánto”, pero no se conocen. Estas personas que ponían en duda la idealización del mundo indígena, tenían como única mediatización para conocer este mundo eran las películas de la India María, y los comentarios racistas de las personas que se justifican en las distintas partes de México para tener a nuestros pueblos como los tienen ¡claro! Es también la mentalidad política del indigenismo en la que si los indígenas quieren realmente ser parte de México entonces tienen que ser como los mestizos: Tienen que abandonar su lengua, sus valores, sus costumbres de relación con la tierra y todo cuanto tienen ellos: Son los custodios del agua, del bosque, de la tierra, ¡por amor de Dios! Entonces, no en cualquier lado. Vamos a decirlo así, Don Samuel escuchó lo que el espíritu santo le decía al Concilio, siempre haciendo referencia a su pueblo y así se creó el concilio. Los obispos no fueron a encerrarse a Roma durante los cuatro años que duró el Concilio y se olvidaron de sus pueblos. Les llegaban los documentos conciliares y los tenían que reflexionar aquí in situ, aquí en sus propias tierras cada uno de los obispos, y por supuesto que la reflexión conciliar tuvo el empuje que tuvo, porque los obispos tenían que responder desde sus propias iglesias. Llenos de la riqueza de la iglesia. Don Samuel dice que a él lo impactaron para el tema de la inculturación del evangelio los obispos africanos. Ellos fueron los que lo convirtieron a una evangelización dentro de la propia cultura porque en ese momento los pueblos africanos estaban todavía bajo el dominio de los europeos, en una iglesia que aplastaba la cultura. Gritaban ahí en el concilio, protestaban porque les estaban desbaratando a sus pueblos por una cultura europea que era la que les envolvía la fe y se les imponía a esos pueblos. Entonces ahí Don Samuel se dio cuenta de lo mismo que el venía haciendo allá –él llegó aquí en 1960, y el concilio fue en 1962- pero él lo confiesa yo de ahí tuve una mentalidad completamente diferente. Entonces ahí él dice, que estos pueblos lo convirtieron, que estos pueblos lo acercaron al evangelio, por la riqueza de humanismo que hay en estos pueblos. Y no es exclusivo de aquí: Yo he escuchado a otros obispos de América hablar en el mismo sentido. En las comunidades de los pueblos originarios está una reserva de humanismo que necesita el mundo. Don Samuel, decía cuando el levantamiento zapatista “si estos hermanos quieren entrar en México a vivir con su cultura y su riqueza es porque saben lo que le pueden dar a este país” punto y se acabó. No estaban pidiendo limosna, estaban pidiendo entrar para darle la riqueza que este pueblo necesita y que ellos tienen.
 
En ese sentido ¿Qué papel juegan los pueblos originarios dentro de la propuesta de un nuevo constituyente?
 
Son parte integral de eso, el 5 de febrero se habló que este trabajo constituyente se tiene que hacer en las lenguas de nuestros hermanos. Por supuesto. La experiencia que tengo yo aquí, porque yo llegué a Chiapas como Obispo coadjutor de Don Samuel en el momento en que se estaban realizando los diálogos, y fui parte del dinamismo de lo que aquí pasaba en Chiapas a través de la Comisión Episcopal en Chiapas y estábamos en constante diálogo con la Diócesis, en constante diálogo con Don Samuel, y entendíamos perfectamente lo que aquí se estaba buscando: Llegar al restablecimiento de la paz por la vía de la justicia. Lo entendimos y nos pusimos al servicio al menos los primeros años de la Comisión. Así estaba fraguada la Comisión Episcopal para la Paz. La presidía en ese momento un originario de estas tierras que sabía lo ancestral de las humillaciones a las que fueron sometidos de nuestros pueblos, que era Don Adolfo Suárez Rivera, que fue el primer cardenal de Monterrey. Entonces el señor Adolfo presidía esa comisión y fue espléndido se fue alejando. Poco a poco fue cayendo en garras desgraciadamente de lo que el gobierno quería hacer aquí. Y empezamos ahí a dar tumbos y total que acabaron echándonos fuera a los más convencidos del proyecto y después el que presidía en ese momento la Comisión, me dijo “¡ya no estás en la comisión!”, ah que caray, ni siquiera supe cuando me sacaron de la comisión, porque yo me dije “es momento que reúnas a la Comisión”. Empezó a ser un juego político claro, ¡qué asco! Y yo me decepcioné mucho, y yo le dije sus verdades al señor presidente, no se puede hacer eso hermano, es una majadería ¿en qué momento decidieron y que justificación dieron? Los más virulentos echados fuera, por amor de Dios. Todo para servirle al papa de Gobierno, todo para hacer lo que hicieron con los acuerdos de San Andrés.
 
¿En qué se parece el proceso del nuevo constituyente con el que implicó la preparación y la construcción de los Acuerdos de San Andrés?
 
Pues es un diálogo con el pueblo. Y además los diálogos se pararon porque Don Samuel siempre habló de que se trataba de encapsular a Chiapas. Entonces mientras se estuvo hablando de derechos y cultura indígena “pues son las cosas que les interesan a esos inditos” así la mentalidad que se le veía. Hasta el día de hoy los pueblos originarios no son sujetos de derecho, son objetos de derecho. La ley indígena no es otra cosa que un planecito de Sedesol para seguir dando maícito y para seguir dando lechita y para seguir dando tonterías. No darles derechos a los pueblos, no otorgarles lo que se había diseñado en la ley indígena de los municipios autónomos. Reconstruir los distritos electorales para que siempre cada uno de los grupos y de las familias dispersas en la república tuviera una representación en las cámaras. Todo eso estaba establecido. Y también homologar su manera de ejercer la justicia, su manera de cultivar el bosque, de cultivar la tierra: Analogar. Siempre discutieron que no podría haber un cuarto nivel de gobierno, pues si somos una nación plural, no lo dice el artículo 2do de la constitución que “somos una nación plural”. ¡Ah no! Entonces en ese sentido cuando empiezan a hablar de Derechos y Cultura indígena, pues adelante, pero además ni siquiera llevaron a la constitución esa ley, pero sí se mantenían en el diálogo. Aunque ya empezaban a hacer su estrategia contrainsurgente de guerra de baja intensidad con los paramilitares matando y echando fuera a los hermanos de sus comunidades para quitarle el agua al pez para que se muriera. Era destruir la base social, irse contra la sociedad y principalmente las comunidades indígenas para que no hubiera ningún soporte para los insurrectos. ¡Eso era! Pero además gastando el dineral del mundo porque tenían que para atacar a los 15 mil sublevados atacar a los otros 85 mil. Magnifico, eso les diría Estados Unidos, y Estados Unidos era el que les vendía las armas y era el que proveía de todo. No pues mejor así: En lugar de darte armas para que persigas a 15 mil, mejor te doy armas para que persigas a 85 mil y haces todo lo que quieres. Entonces en ese sentido, cuando empiezan a hablar de democracia y de justicia, y cuando empezó a salir en el diálogo que la estructura de México tiene que cambiar, tiene que haber verdadera democracia y verdadera justicia porque eso es lo que nos tiene sumidos a todos los pueblos originarios de aquí y no solo a nosotros sino a todos los pobres, pues ahí pararon todo. Entonces nosotros ahí empezamos a pensar en una nueva constitución. Se necesita una nueva reforma constitucional en grande. Aquí salió el peine. Desde aquí la idea de una nueva constitución, porque no quisieron que desde aquí surgiera un camino hacia un nuevo México para que se integraran no solamente los hermanos, sino todos los mexicanos que estaban afuera. Hoy México está en hambre, en miseria, en violación de los derechos humanos, todo el país está como estaba Chiapas en esos días.
 
En ese mismo sentido, ¿cómo se articulan la propuesta del nuevo constituyente con el contenido y método de otras propuestas como la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, que ya también proponía un nuevo constituyente?
 
Bueno, no hemos nosotros ese ejercicio. Ese ejercicio lo van a tener que hacer nuestros hermanos, pero las experiencias que ha habido ya de búsqueda de restablecimiento de la paz y la justicia por supuesto que van a ser un abono. Pero aquí, vamos a decir, no se trata de ninguna manera yo quisiera que se pensara que un grupo va a avasallar, y que es el que…, no señor, se trata de que todo el pueblo sea consciente. No vamos a “ah ellos ya lo hicieron entonces vamos a hacer lo mismo”. No señor, no queremos algo que “como ya lo hicieron entonces les copiamos todo” No, momento. Si algo nos enseñó el camino que realizaron aquí los pueblos de Chiapas -que fue una organización de la iglesia, aquí lo hizo la iglesia- el hecho de que yo esté metido y que soy un obispo, de ninguna manera quiero que… la iglesia católica nos va a decir algo así como que la iglesia católica de acá fue la que hizo el garlito. Porque además era una iglesia muy ecuménica la de acá. No, no. No queremos que un grupo avasalle, vamos a volver otra vez a lo mismo. No queremos que “hay que salga otro…”, hubo un grupo que dijo “nosotros ya tenemos una constitución hecha”, querían que el 5 de febrero les diéramos cuatro horas. Que todo lo utilizaran para enseñar “ah sí, no se trata de un libro”. Aquí l gran riqueza que le dio fuerza no solo nacional sino mundial a este movimiento fue el sujeto social que aquí se creó, el sujeto político que aquí surgió, ¡el sujeto del hombre integró! Por eso decía yo que, aquí el proceso evangelizador que abrió Don Samuel estaba abonado de toda la riqueza abundante de humanismo que hay en los pueblos. Y si algo nos pueden dar los pueblos originarios a este proceso es su riqueza humanística que tienen. Ellos pueden dar mucho, ellos saben del cuidado de tierra, del cuidado del bosque, saben del cuidado del agua, saben de comunidad, del cuidado de la familia, del cuidado del niño y del anciano. Aquí el anciano es una persona cuidada porque es el sabio. Los indígenas no tienen asilo, no tienen al niño empujándolo hasta que gatee. Los indígenas hasta que el niño no camina ella lo trae cargado.
 
¿Pero cuál sería la diferencia de su concepción del sujeto social en este proceso de construcción de un nuevo constituyente de la que tuvo en su momento Don Samuel Ruíz?
 
Es lo mismo, es el ser humano, es un amor libre, crítico. Capaz de tener una cultura de servicio en el ámbito político, que entiende que la tierra es de todos, que esta casa es la casa de todos. Hay valores universales. No estamos inventando eso. Son valores universales del evangelio. Es exactamente lo que aquí predicó Samuel Ruiz fue el evangelio. Él siempre lo dijo, ahí cuando le dijeron, en una de las asambleas del episcopado, en una conferencia se abrió no un juicio, pero una especie de reclamo, y eso porque el mismo nuncio dijo, lo que vayan a decir de Don Samuel, díganlo aquí y que Don Samuel nos responda. Entonces, en un momento dado le dijeron a Don Samuel que “estaba buscando la lucha de clases”, “que estaba buscando la liberación de los pueblos”, y respondió “yo es lo único que anuncio, yo no tengo nada que ver con el capital, ni con el marxismo. Yo anuncio el evangelio y el evangelio es de por sí liberador del hombre” punto y se acabó. Entonces el concepto del hombre que tiene el evangelio es universal, no estamos inventando un hombre diferente, no, es el mismo. Tiene la misma capacidad de organización social y comunitaria de nuestros hermanos están por tradición preparados para hacerla es la que quisiéramos tener todos nosotros. No hay nada especial, son los valores universales que nos contienen. En mi mente esta que son los valores que aprendí en el evangelio que son los valores que tienen las grandes religiones, el respeto al hombre, a la paz y a la libertad.
 
Don Samuel no se reconocía dentro de la Teología de la Liberación, ni usted tampoco ¿es políticamente incorrecta la teología de la liberación?
 
No, no, no, porque Don Samuel pues, decía ¡no señor! Todos los que… así… le dieron un tinte… de la misma manera que Cristo no quiso dejarse encerrar en una idea de mesías triunfalista, una idea de mesías milagrero, una idea de mesías ad hoc, que era el que querían los grupos sectarios de Israel. Jesús por eso siempre decía, no digan, lo dijo enfrente de los apóstoles, hasta que no resucite el hijo del hombre, no hablen de esto por favor. Les dijo. Entonces, Don Samuel también aprendió. Lo querían etiquetar en la Teología de la Liberación para pasarse a esa Teología de la Revolución que es lucha de clases. Los calificativos que le empezaron a dar a la Teología de la Liberación se los querían… por eso, Don Samuel, y yo también decimos, discúlpeme pero es la Teología Latinoamericana. Desde el momento en que dicen “sí eso es Teología de la Liberación”, pero momento, todas las etiquetas que se le pusieron a la reflexión teológica latinoamericana para echar atrás, desde los círculos oficiales de la Iglesia, echar atrás todo el proceso de renovación conciliar que se emprendió en América Latina se justificaban en esto: Que la teología de la liberación era marxismo, que la teología de la liberación era comunismo, que la teología de la liberación era revolución armada. Dime si Don Samuel iba a permitir que lo identificaran, y que me identifiquen a mí. Yo no quiero que me identifiquen, ¿para qué nos trasladen las etiquetas? ¡Jamás!. Es el evangelio. Yo por eso hablo de la teología latinoamericana. Y la misma teología de la liberación era eso. Pues no vamos a darle pie, como Jesús nunca dio pie a eso. Ni Don Samuel con la guerra, ni yo la busco, ni nadie la busca. Cuando se habló de la Teología de la Liberación fue en base a un texto en donde dijeron, cuando Moisés escuchó a Dios dice “He venido a liberar a mi padre”. Entonces cuando la iglesia se propone hacer toda una reflexión teológica desde la justicia, desde los pobres para liberar de las estructuras de opresión en las que en ese momento estaban los pobres. Por eso hablaron de liberación, pero una liberación que parte del evangelio, que parte de la búsqueda de paz y que parte de la búsqueda de la restauración de la justicia. Pero de ninguna manera que se entendiera eso como una propuesta revolucionaria. Que en un momento hubo un sacerdote, como Camilo Cienfuegos que decidió porque en ese momento no había otro camino. Eso no era la teología de la liberación de ninguna manera.
 
Volvamos a los procesos ¿Cómo se articularía los resolutivos del TPP y el proceso del constituyente con otros procesos de base, por ejemplo los Espejos zapatistas, los acuerdos entre el CNI, y el EZLN?
 
No hay ningún problema. En el TPP lo que se escuchó fue la vida de los pueblos. No hay ninguna manera, no hay ningún modelo de organización social. El TPP de ninguna manera es un grupo que crea un movimiento, no. El TPP lo único que hizo fue someter a juicio al gobierno mexicano desde las acusaciones que contra él hizo el pueblo. La victimización que está haciendo en este momento los mecanismos gubernamentales y las víctimas que por todos lados están son las víctimas que crea este sistema injusto en el que estamos. Entonces, lo único que hizo el TPP fue hacer una revisión orgánica de esa injusticia pero a través de muchos sectores, muchos sectores que escuchó. Entonces en este momento nosotros lo único que estamos haciendo es ver el legado en el diagnóstico que da la sentencia final, las acusaciones y la descripción del periodo espantoso que vive México, el país más destruido de la tierra. Entonces en eso coincidimos perfectamente todos, ahí están incluidas estas desgracias. El TPP no es de ninguna manera como un grupito. No, en el TPP se habló de distintos dictaminadores y dictaminadores. Esos dictaminadores son de muchas partes del pueblo y tienen una calidad moral de lo que debe ser este país. Pueden estar en el mundo artístico, pueden estar en la academia, especialistas en derecho internacional, especialistas en el cuidado ambiental, especialistas en atención psicológica a las víctimas de la violencia. Son personas, esas eran los jueces, personas con un gran interés de la tragedia humanitaria que en este momento estamos viviendo en México. Entonces de ninguna manera es una creación ideológica, no, no. Es la visión y la identificación de las comunes causas que ahí surgen. Es todo, es una iluminación para que nosotros tengamos un camino a seguir, que no es distinto del camino a seguir que están buscando todas estas personas. O sea, no hay ningún problema, estamos unidos porque tenemos enfrente al mismo enemigo de la vida, de la paz y de la justicia en que se ha convertido en este momento el gobierno mexicano, punto y se acabó. Ahora, de ninguna manera vamos a enfrentar eso, bueno podrá haber algunos que dicen “vamos por el derrocamiento”, ahí es donde ya surgen los diferentes caminos para enfrentar esto, y yo creo que nuestros hermanos aquí lo demostraron porque ellos si conservaron la ley del diálogo, los que no conservaron su palabra fue el gobierno que engendró a los paramilitares, engendró muerte y engendró violencia. O sea estamos exactamente en lo mismo.
 
¿Y la autonomía que rol juega en este proyecto del nuevo constituyente?
 
Por supuesto que juega un rol. Somos ciudadanos libres, somos ciudadanos con derecho a construir y por supuesto que tenemos que reconocer en este sentido que somos varios pueblos, que somos varias naciones. Eso nos tiene que quedar claro en la constitución. Y una de las recomendaciones finales de los jueces es que se reconozcan los acuerdos de San Andrés. Ahí está.
 
Finalmente Don Raúl, ¿considera que en México existe el capital humano para poder lograr esta propuesta?
 
El capital humano que ya existe ahí está. Lo tenemos que organizar, y también nos tenemos que dar tiempo para generar ese capital que todavía no existe. Por eso nos estamos proponiendo que vayamos a formar los cuadros ahí a las aldeas, a los parajes, a las rancherías, a los barrios. Eso es, es un camino de crecimiento de los ciudadanos, como ciudadanos críticos que quieren participar, que todos participemos en la construcción del país. Ese es el empoderamiento. El pueblo dice “yo dicté esta constitución, es mía, no me la dieron esos señores” que se piensan que les dimos el derecho a hacer leyes de todo tipo incluyendo la porquería que nos están dando ahora con la Ley Federal del Trabajo, la Ley de Aguas, todo, todo. Es vender, vender, por el amor de Dios. ¿Por qué?, porque a lo que le apuesta el capitalismo neoliberal es a la eliminación de una parte de la humanidad. A eso le apuesta. Ahora es eliminar personas, porque no quieren. La razón fundamental dicen ellos es “no debe de estar en la tierra más gente que consuma energía, porque no estamos dispuestos los que ya vivimos este nivel de vida, no estamos dispuestos, a rebajar nuestro nivel de vida. Si empezamos a compartir la energía que la tierra produce para todos nosotros vamos a tener que vivir más modestamente, y ya nos propusimos el 1% de los habitantes de la tierra que vamos a seguir en el lujo, que vamos a seguir en el despilfarro”. ¡Esa es la raíz del capitalismo neoliberal, esa es! Es eliminar gente porque quieren vivir porque quieren vivir siempre de lujo y como siempre han vivido.
 
¿Y qué opinión merece un partido verde en Chiapas, que supuestamente está en la protección de los derechos ecológicos y vemos que invierte mucho en imagen pero abre los territorios a la inversión extractiva y proyectos de desarrollo que afectan a las comunidades?
 
Pues eso está muy verde para que sea un partido verde. Están muy verdes para que sean lo que dicen ser. Por sus obras conocerán al árbol. Sus obras los delatan son ambiciosos que se han colgado de otro partido dictador que es especialista en despojar, son otros… Mientras sean socios de un partido al que se asociaron, ¿quién les cree?, desde ese momento nadie les cree y cada vez le salen más los picos. Cada día le van a salir más los picos. Verdad, con un presidente como el que tenemos que nada más le falta que lo titulen “La Sábila” porque cada día le salen nuevas propiedades.
 
¿Existe actualmente las condiciones de la construcción de un diálogo social para un pacto social y de paz con el Estado en el contexto actual?
 
No, aquí el dialogó va a ser entre los ciudadanos, desgraciadamente no tenemos estado mexicano ahorita, ese es nuestro problema. De ahí partimos, el diagnóstico que sale de la actividad del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), todas las pre-audiencias y audiencias que realizaron en donde las víctimas que están presentes en todo México, escogimos 10 ejes temáticos que abarcaban desde la devastación ambiental hasta los feminicidios y la violencia de género, pasando por la migración y todos los horrores que se hacen contra los migrantes en este país, el daño a la juventud, la represión a las organizaciones sociales y a los defensores de los derechos humanos, las violaciones a los derechos laborales, etc. Es decir, 10 ejes temáticos que presentan un mosaico de toda la situación que está haciendo el Estado mexicano contra la población. Pero hay una base que también se presentó ante el tribunal. Se presentaron cinco fiscalías en el TPP en la audiencia final, y le presentaron a los jueces las pruebas fehacientes de que el Estado Mexicano está usurpando el poder que le dimos para establecer mediante un servicio honesto a la sociedad la justicia en derecho a nuestra patria. Están utilizando esas facultades que les dimos para ponerse al servicio de los superricos de México. Están supeditados a los superricos porque nosotros aquí tenemos al millonario más grande del mundo, o de los más grandes del mundo. Entonces no nos vamos a poner a dialogar con un Estado mexicano que ni existe, digámoslo así con un equipo, porque del estado mexicano formamos parte todos los ciudadanos, pero el equipo del gobierno es un equipo deshonesto que no está cumpliendo con sus obligaciones y que para hacer lo que hace ha tenido que destazar a la constitución. Ha tenido que hacer sus reformas estructurales para que vengan con todas la verdad del mundo a saquearnos. ¿O acaso no llenaban de elogios en Inglaterra por sus reformas estructurales al señor Peña Nieto? Yo me acordé, es igual que Walter Raleigh el pirata de Isabel I, así como llamó Hugo Chávez a Fox, el cachorro del imperio, este cuate se va a llevar el título del “pirata de la reina”. Fue a entregar todos los energéticos mexicanos, de la misma manera que fue a llevar su regalazo de reyes el 6 de enero a Estados Unidos. Esto es lo que tenemos, no el diálogo entre el 99 por ciento de la población que no somos los destinatarios de la atención del Estado mexicano, ¿qué vamos a dialogar con ellos? O sea es un diálogo entre nosotros, Ya se demostró aquí en Chiapas, que se puede hacer dialogando con el pueblo una transformación constitucional como fue la Ley Indígena. Solamente que ahí el que paró eso fue el equipo del gobierno, el legislativo, el ejecutivo. Pararon una ley en donde el pueblo había dicho qué cosa quería. Entonces nosotros sabemos que tenemos que enfrentar primero el tema de rehacer el diálogo pero con el pueblo. No lo vamos a tener para ver ¿qué vamos a discutir? ¡Queremos redactar la constitución que necesitamos nosotros el pueblo! Es muy concreto lo que pedimos. Y también ¿Cómo podemos llegar nosotros mediante el artículo 39 de la constitución que es una vía pacífica a tener el gobierno que nosotros queremos? Dice el artículo 39, que los mexicanos pueden darse en el momento que ellos decidan el gobierno que ellos decidan. Entonces en base a una reforma y una restructuración de este país en donde nosotros tenemos que plasmar algunas bases que rijan el pacto social, que rijan las relaciones entre nosotros, que rijan las relaciones que los mexicanos tenemos con nuestra tierra, con nuestras propiedades, con nuestro petróleo, con nuestros energéticos, con nuestros metales, con nuestro maíz, eso que se rija, pero no unas leyes que de plano le están dando a Monsanto la propiedad intelectual del maíz criollo para que el día de mañana que le encuentren a un campesino maíz criollo en su casa lo terminen metiendo a la cárcel porque ya Monsanto es dueña del maíz que domesticaron nuestros pueblos originales. Entonces esto es lo que buscamos. Buscamos una relación nueva y también respetuosa entre quienes necesariamente tienen que estar al frente de la organización política y económica de nuestro país. No somos irracionales, pero ya no de la manera en que en este momento lo estamos haciendo y además en donde están reduciendo nuestra democracia a la democracia representativa haciéndonos fraudes y todo lo que se les antoje en las elecciones. No señor. Vamos a llegar mediante el plebiscito, mediante el referéndum, mediante la revocación del mandato, mediante la consulta popular, y mediante los consejos ciudadanos presentes, y ya no en esos equipos de poder fácticos que hacen como el Instituto Nacional Electoral, y como las instancias que aparentemente son de los ciudadanos y que se las apropian todos los partidos políticos. Y además queremos llegar a una elección popular de nuestros representantes populares que serán los que hagan y conformen una asamblea constituyente. Pero no queremos la participación de los partidos políticos que son los que nos han mandado barbaridad y media y bazofia a las cámaras, y nos han puesto en los ejecutivos gente deshonesta y gente truhán que se ha dedicado a desviar el poder para que nosotros seamos despojados. Entonces no se trata de un diálogo con el Estado, porque ¿qué se puede dialogar con este Estado mentiroso?
 
Foto: Revistaecclesia.com
 
 
 
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