Este fin de semana se realizan las elecciones en España, donde la crisis económica y social ha hecho estragos con millones y millones de ciudadanos españoles y migrantes. Pues las propuestas, como siempre, se han puesto de moda en estas semanas. Existen algunas diferencias con pasadas elecciones: la aparición de partidos nuevos o alternativos y la terrible crisis económica. Entre los partidos nuevos está PODEMOS, que al parecer intenta realmente ser alternativo a los tradicionales Partido Socialista y Partido Popular de derecha. Veremos si esos presagios son ciertos. Lo que sí es cierto es que a estas alturas de las circunstancias históricas, los partidos tradicionales como son el Socialista y el Popular son la misma cosa. Dirían los españoles cabreados: la misma mierda. No existen diferencias sino de matices y vulgares formas políticas de marketing, para consumo de masas. Nada más y nada menos.

 Las burguesías y oligarquías europeas utilizan las ideologías para consumo de los pobres. Porque los negocios son para ellos. Socialistas o derechistas son de la misma familia. No existen diferencias algunas sino de engaños matizados para el consumo de masas. Pasaron los tiempos, si es que los hubo, en donde ser socialista era más o menos ser un hombre nuevo, comprometido y dispuesto a los sacrificios por los sueños de las mayorías. Hoy los socialistas españoles son más cabrones que los derechistas del PP, porque engañan con descaro, porque utilizan las ideas socialistas para disfrute suyo del poder y de las riquezas y de la corrupción. Sí, los socialistas españoles son los más corruptos de Europa, incluso más que los socialistas franceses. Los encubrimientos de tantos casos de corrupción, son la especialidad de los socialistas españoles. De los señoritos bien socialistas, porque son lo más burgués y señorial de la sociedad española. El poder les enriqueció más de la cuenta, como les alejó para siempre de sus bases y pueblos. La traición no les preocupa, es la regla general de la política europea, en especial española.

 Pues sí, no existen diferencias ni filosóficas, ni políticas ni siquiera partidarias entre la derecha y los socialistas españoles. Unos y otros pelean para seguir mangueando del poder, y seguir de lame de los norteamericanos, que son los que manejan los hilos de las marionetas europeas desde hace medio siglo y más. Los demás partidos de izquierda también se han rendido ante el sistema, ante los poderes invisibles y visibles de los bancos y las financieras, que son los amos absolutos en estos tiempos donde todo se ha prostituido, incluidos los señoritos de las izquierdas y socialistas. Están más preocupados de salir bien peinados y vestidos en la televisión, que realmente comunicar algo a los pueblos. Su frivolidad burguesa huele peor que las cloacas medievales: a traición y corrupción.

 Es también una pena inmensa y dolorosa, como el pueblo español se ha rendido al modelo y al sistema. Prefieren pasar hambre, humillaciones e incertidumbres que destruir al sistema. Que enfrentarse al sistema, como lo hacían sus antepasados revolucionarios cuando se enfrentaban a ministros, ejecutándolos en las puertas de sus casas. O de policías corruptos ejecutados de la misma manera. Cuando fusilaban burgueses corruptos. A pesar de la tragedia en la guerra civil española, la izquierda sí demostró que soñaba y no se rendía sino ante las balas y la guerra. Tiempos de acción directa, de verdadera vocación revolucionaria y soñadora. Tiempos donde la traición se pagaba con la misma vida. Tiempos en donde las ideas sí tenían sentido glorioso y místico. Olvidados, postergados por unos platos de lentejas. El modelo se ha impuesto, con todo ese poder engañoso de la legalidad oligárquica y financiera. El pueblo se ha rendido, postrado y humillado. Ya no sueña sino en los moldes de lo impuesto, del Estado financiero y corrupto. Al extremo que prefieren pasar hambre y miseria, sin reacción alguna frente al despropósito de quiénes salen en televisión riéndose de ese pueblo.

El escenario español es de espanto. Millones de desocupados; pero sin reaccionar contra nada: domesticados y adormecidos por el sistema. Esclavos y funcionales a sus esclavistas. Jóvenes sin futuro alguno, sin el Estado del bienestar desmontado por las oligarquías sin patria ni nación. Y con partidos socialistas que merecen hace mucho tiempo la guillotina de la revolución, porque dan asco y repugnancia con tanto engaño y poniendo en escena su frivolidad de niñas bien, con sonrisas esqueléticas y tontas en los canales de televisión del sistema. Pues ojalá que los partidos llamados alternativos, sean en serio al menos un escape a esa tragedia griega española. Ojalá esos partidos nuevos no estén mirando de reojo los esquemas corruptos del Estado español, para incluirse como competidores a los tradicionales socialistas. Y ojalá que los socialistas españoles pierdan este fin de semana, porque son peores que el mismo fascismo europeo. Y no exagero.

La Paz, 19 de mayo de 2015.