Buena noticia la salida de Pinzón del Ministerio de Defensa. Fueron varios meses demandando su retiro. Era un francotirador de la ultraderecha fascista contra el proceso de paz. Ahora si podemos decir que la paz va por muy buen camino. Que descanso.

 En mi tierra -el Quindío- hay un sabio refrán que me viene a la memoria. El mismo dice que "con tal de que se vaya, aunque le vaya bien". Cae como anillo al dedo para el evento que propicia estos comentarios, la salida del señor Pinzón del Ministerio de Defensa.

 Chao Pinzón, ojalá termine bien lejos, para que no siga estorbando el proceso de paz, tal como lo ha hecho a lo largo de los diálogos de La Habana en los últimos 30 meses.

Su discurso y su gestión al frente de los asuntos militares es más bien un caso de travestismo político deliberado. Entenderlo implica recurrir a la caja de herramientas lacaniana. Por su boca se expresaba el alma ultrareaccionaria y uribista del propio Santos. Esa figura ambigua es propia de la personalidad oportunista de los políticos burgueses acostumbrados a la trampa y la traición. Además de ser un mitómano consumado. Uno que se come hasta sus propios embustes.

Nada en Pinzón era de su propia cosecha, todo lo inducia su jefe en la Casa de Nariño. El objetivo era confundir la tropa con el discurso paramilitar del caballista de San Antonio de Pereira. Pero este, más astuto, conservo y mantiene sus enclaves en el aparato militar gubernamental.

 Era un juego como a treinta bandas. Pero se necesitó lo de Buenos Aires/Cauca, para que Santos entendiera que las cosas de la paz o de la guerra hay que tomarlas con seriedad.

 Es el valor de los denominados "acontecimientos verdad" tan bien elaborados por el filósofo maoísta francés Alain Badiou.

 Después del mismo, en los salones presidenciales entendieron que urgía dejar los juegos y artimañas.

Seguidamente se encuentran las jefaturas de las guerrillas revolucionarias en La Habana para profundizar la estrategia de la paz democrática y con justicia social; no va más el veneno gringo contra la coca (ojalá descarten la plaga del Fracking que promueven en Ecopetrol y la Agencia Nacional de Hidrocarburos) y ahora excluyen del cuadro político inmediato a la cotorra que intoxicaba con su pestilente verborrea el difícil proceso de paz.

Ojalá entiendan que los medios de comunicación de la oligarquía perturban la paz y sus progresos, con sus mentiras y montajes mediáticos. Democratizar la prensa, la televisión y la radio es un imperativo.

Ojalá también entiendan que depurar los aparatos militares de tanta ficha fascista y paramilitar es inexorable.

 Ojalá entiendan que más corrupción de la casta politiquera y más neoliberalismo como el del Plan de Desarrollo dinamitan gravemente las posibilidades de una Colombia en paz en el corto plazo.

Con la salida de Pinzón la paz se ve más cierta. Son los actos que reclaman una opinión pública y una sociedad cansada de la violencia de los poderosos.

Cierro señalando que tal vez la salida de Pinzón se pueda explicar cómo otra cortina de humo de las que acostumbra el señor Santos. En este caso se trata de desviar la atención respecto de la terrible tragedia de los mineros de Riosucio y de la calamidad de Salgar/Antioquia. Todos estos muertos no son más que la consecuencia de la corruptela de la mermelada santista y del neoliberalismo del plan de Desarrollo.

----------------

 Nota 1. Los indios Sikuani, casi 30 mil, de Puerto Gaitán/Meta, están protagonizando un levantamiento social contra Pacific Rubiales en los campos Rubiales y Quifa. Son víctimas de la violencia paramilitar patrocinada por esa corporación de los hidrocarburos en asocio con el señor Bolaños, un cacique santouribista que saquea la Alcaldía municipal de Gaitán y Acacias. Es el nuevo mandamás de la región. Apoyamos la rebelión indígena.

Nota 2. Murió en Armenia Jairo Cardona, líder del magisterio y un revolucionario integro. Paz en su tumba y solidaridad con su familia y camaradas.