Todo el mundo sabe que hoy se iza la bandera de los EEUU en la antes SINA hoy devenida embajada, en la zona vedadense del Malecón habanero. … y todo tranquilo.

Desde el amanecer de hoy 14 de agosto del 2015, hay colocadas en la zona del Vedado, alrededor de la ex SINA de los EEUU, postas de agentes de la policía cubana compuestas, casi todas por muchachas jovencitas, la imagen agresiva de los cuerpos de represión en La Habana, solo la hemos visto en imágenes fotográficas y de video acerca de otros lugares del mundo como los EEUU.

La capital amaneció tranquila

Un emérito sociólogo cubano reflexionó hace muy poco, acerca de que si bien las gentes no prestaban toda la atención al discurso oficial, no existía el más mínimo interés por las tendencias disidentes, ni siquiera por una propuesta inexistente de proyecto que no implicase sometimiento a intereses de potencias como los EEUU. Sencillamente las gentes en Cuba están concentradas en la solución de los problemas de una cotidianidad tan difícil como la ha podido complicar el bloqueo genocida de los EE UU contra la isla, vigente desde hace más de medio siglo.

Lo que hasta aquí llega acerca del debate “cruento” sobre desmantelar o no ese bloqueo, que se suscita en la Cámara de Representantes estadounidense, es más risible que otra cosa. El presidente Barack Hussein Obama no ha movido ni la uña de un dedo para emitir variantes que aflojen al llamado por ellos “embargo”. Algunas cosas relacionadas con esa intención de normalizar las relaciones entre ambos países van adquiriendo un sesgo poco serio.

Fidel Castro, el líder histórico de la revolución cubana llegó ayer a los 89 años, sin que lo roce ni una mosca de la CIA. ¡Más de 650 intentos de asesinato! Y nuestro viejo estuvo a punto de irse por muerte natural. Y ni la parca, que parece tener muy mala puntería con él. El día de su cumpleaños publicó un artículo que define muy bien la posición política del gobierno revolucionario cubano.

Nicolás Maduro, presidente de la Venezuela Bolivariana, y Evo Morales presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, llegaron a Cuba para pasarla con Fidel, al tiempo que inauguraban en la capital del país una escuela con el nombre de Bolivia.

Lamentablemente el arribo del Secretario de Estado angloestadounidense John Kerry es posible que pase sin la pena necesaria, ni un tercio de la gloria posible. Quizás venir caminando con muletas hubiese hecho más entretenido el evento; pero ni eso. Debo admitir mi asombro; jamás imaginé que a la gente de aquí le diera tanto lo mismo que un yanqui de esa importancia se aparezca en la capital del país. Y eso que el último, antes que él, pasó por aquí hace más de sesenta años.

Se habla de “movilizaciones” de las “madres de blanco” y de los “padres de rosado”; pero en realidad, con la sequía que hay en Cuba, el agua no solo no llega al rio, sino que olvidó dónde está.

Seguramente los doscientos periodistas de más de cuarenta agencias de información que actualmente ocupan la ciudad para cubrir el asunto de Kerry con la nueva embajada, que está en el mismo sitio de siempre, no podrán mentir. Alguien por el “norte” quería un espectáculo.

Pero como dice el aforismo árabe: Por mucho que uno diga turrón… no se endulza la boca.