En la víspera del 205 aniversario del Grito de Dolores que marcó el inicio del movimiento independentista de México respecto de España y que se consumó en 1821, 11 años después tras ser colonizados a sangre, fuego y religión en 1521, cuando el ejército al mando de Hernán Cortés conquistó la ciudad de México-Tenochtitlan; la casa Parametría aplicó una muestra demoscópica en viviendas que arroja resultados más que desalentadores.

Dicen los que se dedican a trabajar sobre la historia del país desde la docencia y la investigación, que país que no tiene mediana claridad de su pasado, difícilmente puede construir un mejor futuro. Pero los presidentes de hoy y de ayer, como Enrique Peña Nieto, estiman que “México está predestinado” a ser una de las cinco economías principales de la aldea global. Lo mismo juraba Felipe Calderón en medio de la impugnación ciudadana en julio-septiembre de 2006, cuando realizó encuentros sobre un futuro promisorio. Y que difícilmente llegará con tan dramático desconocimiento de nuestro pasado: la mitad de los encuestados (51 por ciento) desconoce de cual potencia colonial se independizó México.

Sorprende sin duda, pero también resulta explicable si figuras del mundo del espectáculo, como Cristian Castro, ostentan en horario estelar del Canal de las estrellas que no distinguen entre Miguel Hidalgo y Costilla y Benito Juárez García. Amén de que Televisa y Tv Azteca con su programación y contenidos destruyen en forma sistemática los resultados que se obtienen con una ardua y costosa aunque deficiente labor educativa, realizada por la escuela pública y la privada; además de linchar a los profesores que no obedecen los dictados del gobierno y la patronal (Mexicanos Primero que dirige un hijo de la plutocracia) en la materia y que resultaron ser los mismos.

Para el 13 por ciento de los encuestados, México se independizó en 1810-21 de Estados Unidos e incluso 3 por ciento mencionó otros países, lo cual Parametría estima erróneo y tiene razón, pero no tanta si registramos que desde la ratificación del Tratado de Guadalupe Hidalgo, el 30 de mayo de 1848, con el que Estados Unidos despojó a México de más de la mitad del territorio, pasó a una creciente dependencia de Washington que vive momentos culminantes de subordinación a sus intereses imperiales.

Un dato ilustrativo, 2015 registró el porcentaje más bajo de ciudadanos que indican correctamente el país del que se independizó México. Cuando la casa fundada en 2001 por Francisco Abundis, preguntó sobre el tema por primera vez en 2009, el 46 por ciento señaló que nos emancipamos de España. Para abril de 2010, este porcentaje creció a 53, no obstante cinco años después descendió a 21 por ciento.

En 2010, con Felipe del Sagrado Corazón de Jesús, fue celebrado el bicentenario de la independencia de México, el gobierno realizó un importante número de actividades para conmemorar la fecha con un gasto enorme y del que no se rindieron cuentas, además las obras fueron magras frente a las que un siglo antes dejó el dictador Porfirio Díaz, hoy tan reivindicado.

Lo anterior explica el comportamiento de la mencionada variable, sobre todo reconfirma el enorme papel que juega el duopolio televisivo y el oligopolio radiofónico en la formación de la conciencia y los valores cívicos –desatendidos en la escuela– de muchos mexicanos incluidos los capitalinos que con todo y sus 10 grados de escolaridad promedio, sólo 46 por ciento atinó a contestar correctamente.

Utopía, 23-IX-15

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