Se reduce el espacio de maniobra para EEUU en Puerto Rico

28/09/2015
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SAN JUAN, Puerto Rico, 28 de septiembre de 2015 (NCM) – Con una deuda pública cuyo monto oscila entre los 150.000 y más de 190.000 millones de dólares y el crecimiento de la brecha fiscal del Estado equivalente a más del 66 por ciento del producto nacional bruto, la situación de Puerto Rico ha entrado en una fase acelerada de cambios inciertos y radicales.

 

De seguir ahondándose como hasta ahora el déficit entre los activos totales del Estado y sus deudas, en unos cuantos años la economía puertorriqueña no podrá sostener su estructura de gobierno.

 

El panorama deja poco espacio de maniobra a Estados Unidos para articular políticas que le permitan continuar el dominio colonial de esta nación isleña del noreste del Caribe. Pero las alternativas pasan todas por campos minados debido a los reclamos contradictorios de todos los actores del drama, que hasta ahora terminan embotándose unos a otros con sus choques.

 

El Congreso de EEUU sigue evaluando qué hacer ante la crisis puertorriqueña, en Wall St., los principales bonistas siguen presionando por el pago de la deuda, en América Latina está aumentando el consenso para la descolonización de Puerto Rico y en Puerto Rico, la lucha facciosa sigue desangrando las dos principales formaciones políticas pro EEUU. Tampoco hay suficiente apoyo interno –por el momento- para el Plan Fiscal del Ejecutivo.

 

Las voluntades de los actores, pues, se combinan para sostener la noción de estancamiento, y de que nada tendrá consecuencias.

 

Los números, sin embargo, son indicadores fríos de otra dimensión de la realidad.

 

En la página 12 del mismo Plan Fiscal, hay dos notas al calce que revelan que a los 71.100 millones de dólares de deuda que paga servicio anual a los bonistas, habría que sumarle los bonos que se pagan una sola vez y los compromisos sin fuente de pago en los sistemas de retiro del Estado, todo lo cual suma casi 150.000 millones de dólares de deuda. Esas cifras, que fueron confirmadas en el Palacio de Santa Catalina, sede de la gobernación, no toman en cuenta los informes auditados oficiales, en los que se consigna que los intereses de otros bonos suman más de 40.000 millones, con lo que la deuda pasa de los 190.000 millones.

 

En esos mismos estados auditados aparece cómo en 2002 la brecha fiscal del Estado era de poco más de 10.000 millones y sobrepasó los 147.000 millones ya para el año 2013, con un ritmo de crecimiento alto y cada vez más acelerado. Esas cifras ponen la brecha en el nivel equivalente a dos tercios del producto nacional bruto y acelerándose, proporción alarmante al considerar que, en general, una brecha fiscal de más del ocho por ciento hace prender las luces de alarma prácticamente en cualquier país.

 

Las fórmulas para calcular la brecha fiscal se basan en el porciento al que corresponde del producto bruto, porque si fuese al revés, la economía sencillamente no podría sostener las estructuras de gobierno.

 

Mientras tanto, proliferan señales de inestabilidad colonial, como al ocurrir lo que nadie se hubiera esperado cuando una tormenta devastó la isla de Dominica. Transcurrido un mes desde el desastre, todavía no había permiso de viaje para un médico, el único que quedaba de cerca de cuarenta socorristas que trataron de ir. Ha sido un grave deshonor para un país famoso por su solidaridad desde por lo menos 1902, cuando el pintor Francisco Oller donó una obra maestra para ayudar a la Martinica, afectada por la erupción de un volcán.

 

Mientras la principal colonia estadounidense en el Caribe quedaba fuera del esfuerzo internacional para atender la emergencia, Venezuela se distinguía por el envío rápido y masivo de recursos, al punto que el Presidente Nicolás Maduro viajó a la isla para entregar 300 casas. Allí recibió palabras elogiosas del Primer Ministro Roosevelt Skerrit y del Presidente Charles Savarin para con la República Bolivariana y para las alianzas de PetroCaribe y ALBA, dos puntales de la política exterior venezolana.

 

No se trata de que los puertorriqueños se hayan ausentado de todo protagonismo en eventos de la región. Por ejemplo, el ex gobernador de Puerto Rico Aníbal Acevedo Vilá fue testigo formal de la firma de la alianza entre el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicana, que hace casi segura la reelección del Presidente Danilo Medina y da estabilidad a los planes público-privados para la conducción económica de esa nación.

 

El éxito de la gestión diplomática de Acevedo Vilá no fue muy valorado en Puerto Rico, al punto que el vocero de la gobernación, despachó como un asunto de “prerrogativa” privada del ex gobernador el haber aceptado la invitación de la República Dominicana, sin mostrar mayor interés por el asunto. También resultó opacado por el triunfo resonante de Cuba, con las negociaciones entre el Gobierno de Colombia y las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que podrían poner fin dentro de seis meses a una guerra civil que lleva ya más de medio siglo.

 

En el cuadro del cabildeo diplomático, se destaca este mes la participación del Secretario General del Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, en Ecuador, en un seminario en el que se discuten puntos de la agenda latinoamericana, entre ellos la descolonización. Es un evento de importancia estratégica en momentos en que el Ecuador ostenta la presidencia de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) y la del comité de las Naciones Unidas sobre el tema de la descolonización y cuando en menos de un mes inicia la discusión de ese asunto en la Cuarta Comisión de la ONU.

 

Al viaje de Dalmau a Ecuador, se sumó Wilma Reverón, el de la copresidenta del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, a Venezuela y del presidente del Movimiento Nacionalista Revolucionario, Francisco Torres, a México.

 

Los cambios en Guatemala y Trinidad-Tobago señalan también que avanza una corriente en el Caribe, sin que esté clara la dirección en que empujará a Puerto Rico.

 

https://www.alainet.org/en/node/172662
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