Los días se suceden, como los meses y los años, las noticias se acumulan aburridas cada vez más profundamente en el cuerpo de los periódicos, hay que buscar con paciencia de orfebre en la web y en la televisión y la radio ni los menciona. Hay que reconocerlo… Boko Haram indefectiblemente ha pasado de moda.

Una de sus últimas apariciones dejó al menos 24 muertos y 112 heridos en un doble atentado suicida en un mercado de Meme, al norte de Camerún; este último viernes, dos terroristas se inmolaron mezclados entre los asistentes pocas horas después de haber abierto el mercado.

Más allá que Occidente y especialmente Europa, se interesan por otras cuestiones, no menos importantes que Boko Haram y atienden:  al precio del petróleo; o como terminará resultado el plebiscito al que ha llamado David Cameron; o quién va cargar con el millón 200 mil refugiados que todavía no han encontrado destino; se preguntan expectantes si sobrevivirá la Unión Europea tras la crisis migratoria; mientras observan graciosamente a Donald Trump, tal como lo hicieron con Hitler hace casi 90 años y esperan ahora que finalmente Putin termine con la guerra en Siria y se cargue de paso al presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, que tan molesto se ha puesto últimamente, con sus extorsiones, su corrupción y sus atentados.

Estos y otros infinitos problemas han hecho que la prensa internacional guardara como una camisa pasada de moda al alucinado Abubakar Shekau, el líder de Boko Haram, y sus muchachos.

El atentado en el mercado de Meme sin dudas es una devolución de gentilizas por la incursión del ejército camerunés en la localidad de Goshi (Nigeria),  centro de sus operaciones en la zona entre el 11 y el 14 de febrero pasado que produjo, según fuentes oficiales, 162 salafistas muertos.

El vocero del ejército explicó que fue la mayor operación de Camerún contra Boko Haram, que utiliza a  Goshi, próximo a su frontera, como centro operacional.

Boko Haram que está próximo a cumplir un año de haber jurado lealtad a Estado Islámico, ha expandido sus ataques no solo a Camerún, sino también a Chad y Níger.

Si bien cualquier elección presidencial es conflictiva en cualquier país africano,  las que se desarrollan el domingo 21 en Níger lo son todavía más.

El actual presidente Mahmadou Issoufou debe revalidar su cargo en plenos combates contra Boko Haram. Vencer a la banda salafista ha sido una de sus promesas de campaña ya que las incursiones de Boko Haram, se han hecho una realidad en diferentes puntos del país.

En Diffa, una de las regiones más pobres del mundo, a finales de año, un ataque produjo 25 muertos entre la población civil. Los desplazados nigerinos internos están en constante aumento, solo en el sector de Níger Bosso, se han desplazado 200 mil de sus 600 mil habitantes.

Escalada o Déjà vu

Si bien Boko Haram se ha expandido más allá de las fronteras nigerianas, no deja de asolar con persistente crueldad el interior del país.

Durante estos últimos meses sus ataques y secuestros se repiten de manera incesante, tanto y de tal manera que muchas veces podemos confundir la escalada con un persistente y perverso déjà vu.

A principios de febrero se conoció el ataque a la aldea de Dalori, que se había producido el día 31 de enero, en el estado de Madiguri, al norte de Nigeria, donde fueron ejecutadas 86 personas, los sobrevivientes denunciaron que los salafistas quemaron vivos a un grupo de niños. El viernes 29, 11 personas habían sido asesinadas en Gombi, Estado de Adamawa; en Chibok, donde en abril de 2014 se produjo el secuestro de más de 220 alumnas, un ataque causó cerca de una veintena de muertos el miércoles 27; el lunes 25, hubo cuatro atentados suicidas, de los cuales al menos dos fueron realizados por menores.

La banda de Abubakar Shekau, se ha convertido en el grupo terrorista más letal de África, entre 2014 y 2015 llegan casi a 20 mil los muertos provocados en diferentes atentados (en muchos casos utilizando a niñas que se creen forman parte del grupo de secuestradas en Chibok), el grupo salafista tributario de al-Qaeda,  al-Shabbab de Somalia, lo sigue con casi 4 mil asesinatos en el mismo periodo.

La escalada de Boko Haram no se detiene y sus consecuencias son impensadas, solo el año pasado ha sido el responsable del desplazamiento forzado de 1.5 millones de personas en su mayoría campesinos musulmanes. Cerca de 200 mil han debido refugiarse en Chad, Níger y Camerún.

La fuerza militar panafricana compuesta por  8700 hombres de Níger, Nigeria, Chad, Camerún y Benín, conformada para combatir a Boko Haram, según fuentes oficiales, le ha restado muchos de su territorios por lo que se cree que ha incrementado tanto sus acciones.

Según la UNICEF, en  el 75% de  los ataques suicidas por parte de Boko Haram, fueron  utilizadas mujeres y niñas. Cerca de 2 mil mujeres y niñas han sido secuestradas por Boko Haram desde principios de 2014, siendo utilizadas como esclavas sexuales o combatientes, han sido convertidas literalmente en bombas humanas. Se conoce que 100 mujeres y 8 niños ya han sido utilizados para realizar diferentes atentados como el que se produjo en el campamento de Dikwa, que tiene una población de unos 50 mil refugiados, ubicado a unos 80 km al noreste de Maiduguri, capital del Estado de Borno, epicentro de Boko Haram. Allí unas 70 personas murieron y otras 80 resultaron heridas tras un doble ataque suicida. En septiembre pasado se produjo un ataque similar en el campamento de Malkohi, cerca de Yola, en Adamawa, con un saldo de 23 personas muertas.

Si bien se sabe mucho de Boko Haram, su creación, su conformación, su modo de operar y la región donde se localiza, poca información existe acerca del modo que tienen para conseguir el sofisticado y la cantidad de armamento con que cuentan.

Se cree que varias pueden ser las fuentes de abastecimiento, por un lado jefes de los mismos ejércitos que dicen combatirlos que les están vendiendo armas, vehículos y parque; por otro, contrabandistas que llegan desde el golfo de Guinea, que deben saber manejarse muy bien para no ser “detectados” por los satélites norteamericanos,  y finalmente se cree que ya que algunas empresas multinacionales, especialmente petroleras establecidas en el sur de Nigeria, han debido recurrir a diferentes empresas de seguridad sudafricanas, para protección de sus plantas y ejecutivos, podrían estar abasteciendo también a Boko Haram.

En las mismas horas que los dibujantes de Charlie Hebdo, eran asesinados en París por los hermanos Kouachi, en la localidad nigeriana de Baga, en unas pocas horas Boko Haram asesinó a 2 mil campesinos, hasta ahora y como queda visto nada hace pensar que no puedan repetir la “hazaña”.

- Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC