¿Dónde se localiza el poder? ¿En las armas?

La última masacre perpetrada en la discoteca Pulse en la ciudad estadounidense de Orlando no es sino la confirmación de que la actual hegemonía angloestadounidense ubica al poder dónde están las armas.

Lo criminal del asunto está en el doble rasero con que la política angloestadounidense manipula criminalmente al movimiento LGBT. Le convoca a separarse del resto de los movimientos sociales que reclaman sus derechos y contra las violaciones flagrantes de los derechos humanos; les atiende dejando caer por aquí o por allá, reconocimientos “legales” a parejas diversas, algún discursito puñetero y “solidario” de Obama; para después aparecerse en un discoteca estadounidense y masacrar a cincuenta personas sexo-diversas a través de la apariencia de un supuesto “loco” musulmán.

Lo que demuestra que el “tiro al pato” o “´época de caza a lo distinto” que rige en las calles estadounidenses por parte de los cuerpos represivos y los grupos extremistas, no se limita a la llamada “minoría” afroamericana, sobre todo jóvenes; sino que se extiende a todo lo que las normas WASP dilucidan como inadmisible para el “excepcionalismo” angloestadounidense.

Quizás no sea más que el principio de un “progrom” fascista.

De todas formas resulta esencial reiterar que es una manifestación deshistorizada del poder imperialista. Tal poder no descansa o se localiza en las armas sino en las relaciones históricas de dominación impuestas por ese poder imperialista como “vencedor”.

No existe consenso posible dentro de tales relaciones. Quizás no resulte una casualidad que durante ese segundo y último mandato de Obama aumente la violencia contra lo diverso de una manera que únicamente tiene referencia en la evocación fascista de los genocidios contra los judíos, los comunistas y los gays en la Alemania nazi; en tal sentido nada ha cambiado. O, bueno sí; se abandona por parte del poder esa manipulación del consenso con la población LGBT.

El imperialismo angloestadounidense y sus adláteres van a por todas; las trasnacionales para la producción y comercialización de las armas o ¿sociedad del rifle? Van a por todas; en algo hay que emplear esa producción para que continúe rindiendo acumulación rentista al capitalismo.

El mercado por excelencia para los consorcios armamentistas angloestadounidense es el llamado “terrorismo internacional”. ¿Albur o causalidad?