La vida de Lula es la vida de las luchas en contra de las injusticias. Ahora él es la víctima de la más grande injusticia cometida en contra de un líder político en Brasil.

Desde que nació Lula luchó en contra de las injusticias siendo victimizado como nordestino y como niño nordestino. Luchó en contra de esa injusticia y en contra de las injusticias que sufrió su madre, mujer nordestina.

Después Lula siguió siendo víctima de las injusticias, siendo lustra botas, mensajero, entre otros empleos, como niño nordestino discriminado en Sao Paulo.

Hizo un curso y se graduó como tornero mecánico, pasando a ser víctima de las injusticias de la explotación de los trabajadores, situación que lo hizo perder un dedo en la máquina.

El paso hacia volverse líder sindical fue el paso para dejar de pelear solamente en contra de las injusticias de las que él es víctima, para pelear en contra de las injusticias que afectan a todos los trabajadores.

 

Cuando fundó el PT y lanzó su candidatura a la presidencia de Brasil, Lula se comprometió a pelear en contra de todas las injusticias de que son víctimas todos los brasileños. Cuando se convirtió en presidente de Brasil, pasó a combatir esas injusticias y lanzó ideas para se peleara en contra de las injusticias en todo el mundo.

Ahora Lula se ha vuelto víctima de la más grande injusticia en contra de un líder político en Brasil. Víctima de un proceso espurio, sin delitos y sin pruebas, basado en la convicción de un juez parcializado, apoyado en un power point ridículo, condenado por jueces que actúan, en su conjunto, para forjar una persecución con claro carácter político en contra de Lula

Las personas fueron entrando en las minucias, pensando en nombres insignificantes como Carmen Lucia, en Rosa Weber, en Barroso, mirando a los árboles, dejando a un lado las dimensiones gigantescas de la injusticia que se comete en contra de Lula, resultado de la más odiosa persecución política.                 

Todo en contraste con la grandeza moral y política de Lula, además del apoyo de masas, de su prueba de amor correspondida por el pueblo brasileño. La forma cómo él encara las injusticias de que es víctima, las mentiras contadas sobre él, las campañas de difamación, revelan de cuerpo entero el carácter de Lula. En ningún momento, ni en los días entre la decisión negativa de su habeas corpus en el STF hasta el mismo día en que decidió presentarse, su estado de ánimo ha cambiado. Fue siempre él el que animó a las personas, difundiendo la confianza de que se va superar también ese obstáculo, para que el desánimo y la desesperanza no se abatieran sobre las personas.

Lula no se quería presentar a la justicia. La extraordinaria movilización popular en el sindicato de los metalúrgicos en la región del ABC ha fortalecido esa posición. El factor decisivo para que los planes se alteraran fue la posibilidad de que el juez Sergio Moro decretara la prisión preventiva de Lula, a partir de la fecha y la hora definidos para su presentación.  En ese caso Lula perdería las posibilidades de solicitar habeas corpus, el mismo STF perdería cualquiera posibilidad de intervenir, dejando a Lula absolutamente indefenso frente a Moro.

Fue a partir de esa situación que se han empezado a desarrollar las negociaciones para la presentación de Lula. Él ya se había negado a presentarse en el día, hora y lugar definidos por Moro, apelando a la gran movilización alrededor en el sindicato. Asimismo, los efectos de la decisión arbitraria del STF ha fortalecido la versión de que Lula efectivamente es víctima de una persecución política, de que las acusaciones en contra de él no tienen fundamento, de que él se volverá un prisionero político. Además de que, con la decisión apresurada de Moro, queda plenamente configurado de que los riesgos de prisión alegados en el pedido del HC eran plenamente justificados, aumentando las posibilidades de que Lula logre un habeas corpus. Además de la posibilidad de una decisión favorable al restablecimiento del derecho constitucional a la presunción de inocencia, discusión en la agenda del STF de la próxima semana.

Hay así la expectativa positiva de que Lula pueda recuperar la libertar en un plazo relativamente corto. En ese caso, su imagen, que ya cataliza hoy el desgaste de un sistema podrido, sin legitimidad, se fortalezca aún más. Además de que, en el tiempo en que esté preso, habrá muchas movilizaciones de apoyo, visitas de grandes personalidades brasileñas y de otros países, haciendo de la detención de Lula un problema mucho más grande para los que lo han detenido que para el mismo Lula.

Ningún líder político que ha ocupado los espacios nacionales e internacionales más importantes, como Lula, puede volar hacia su sindicato de origen y ser acogido de la forma tan extraordinaria, revelando como Lula siguió fiel a sus orígenes. Nunca antes como en estos tiempos la imagen de Lula se ha proyectado de manera tan formidable por todo el país. Nunca el brillo de un líder político fue tan alto, como la luz que proyecta Lula en estos días. En su discurso de despedida, antes de presentarse, el retomó su historia política de vida, recordó que fue en aquel sindicato que él se inició en la política y se construyó como dirigente. Y concluyó recordando que “las ideas no pueden ser aprisionadas”.

El destino de Brasil sigue dependiendo de Lula, que acepta el más difícil desafío en su vida, de la cual dependerá el futuro de Brasil y, en parte, de la misma América Latina. Ahora el desafío es el de superar la monstruosa injusticia que se hace en contra de él, para volver a combatir a las injusticias que se hacen en contra de todos los brasileños.

- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).