Sin duda alguna, la versión de Bachelet sobre la vulneración de los derechos humanos en Venezuela, parecen ser la realidad de Chile, su país natal.

Una ojeada rápida de la realidad chilena, prueba la veracidad de esta afirmación, se vulneran los derechos humanos, políticos, económicos, sociales: la muerte de niños y niñas en los recintos de tortura del SENAME (Servicio Nacional de Menores, organismo estatal encargado de la protección de Derechos de los menores de edad y adolescentes ante el sistema judicial), 1.313 muertes de menores.

Los presos políticos mapuches (por lo menos 37) han perdido garantías en las cárceles chilenas, así como el respeto a los DD.HH. a los cuales se deben ceñir los Estados.

La violencia sexual ejercida por los carabineros chilenos, hacia detenidas adolescentes. Hay 284 denuncias por acoso (103) y abuso (127) sexual y violación (38), actos indebidos (16) por parte de los carabineros y las Fuerzas Armadas.

Y sobre las muertes extrajudiciales en Chile, no hay información, ¿por qué?

En general, según analistas políticos, durante los mandatos de Bachelet en Chile, ésta manipulo la vida social chilena de su realidad, de tal manera que, solo fue una caricatura, no la realidad, a través de imágenes y propaganda, para hacer creer que vivían en un país sin problemas de derechos humanos.

Actualmente, al presidente Sebastián Piñera de Chile, país que ha sido alabado por tener la economía más prospera de America Latina, la encuesta del Centro de Estudios Públicos CEP, lo ha colocado cuesta abajo en las encuestas, con una economía en problemas, ahora y en el futuro, y con una ciudadanía, que puede perder la paciencia en cualquier momento.

La encuestadora, reprobó su gobierno y su figura. Todas las áreas de su gobierno, obtuvieron bajas. La encuesta determinó que el presidente registró una desaprobación de 50% y cayó 12 puntos en la aprobación -respecto al último sondeo de diciembre 2018- hasta el 25%.

En general, el gobierno no aprueba en ninguna asignatura. Los encuestados evaluaron con notas “rojas” las distintas áreas de gestión del gobierno. Tanto, que la mejor evaluada es transporte público, con 3,7, y la peor, pensiones, con un 2,8 como nota. Todavía más: un 66% no le tiene confianza, versus un 28% que sí le tiene confianza.

Por cierto, este nefasto presidente chileno, ante la innombrable Alta Comisionada de DD.HH, apreció y valoró el informe de la susodicha sobre Venezuela, a lo que agregó solicitar se eleve el mismo a la Corte Penal Internacional CPI.

Y paradójicamente, la historia de estos dos presidentes tienen rasgos comunes: caídas abruptas en las encuestas, economías débiles, y prestados como serviles a los intereses imperialistas.