Canadá y el coronavirus
- Opinión
La película franco-canadiense Las invasiones bárbaras (Les invasions barbares) (2003) del laureado cineasta Denys Arcand, narra la historia de Rémy, un cincuentón quien reside en Montreal y que padece un cáncer terminal. A pesar de estar divorciado, su exmujer cuida de él y llama al hijo de ambos, Sebastien, radicado en Londres, para que lo visite. Sebastien hace el viaje y se reúne con su padre. La relación padre-hijo es conflictiva. Sin embargo, al ver las condiciones del hospital público en que Rémy es atendido, Sebastien, tras una larga discusión, lo convence de que viajen a Estados Unidos para tener una segunda opinión. El diagnóstico es corroborado. De vuelta a Montreal, Sebastien soborna a los empleados y al sindicato del hospital, donde se observa un hacinamiento y sobre cupo, para que su padre pueda tener una habitación independiente y mejor atención. La película se hizo acreedora a múltiples premios, incluyendo el Óscar a mejor película extranjera.
Más allá de los méritos cinematográficos, narrativos y actorales, Las invasiones bárbaras presenta una imagen del sistema de salud canadiense -o bien, en este caso, quebequense- preocupante. En el continente americano se reconoce que Canadá cuenta con el mejor sistema de salud. Ello es especialmente visible cuando se le compara con el estadunidense, mismo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) considera como uno de los peores en el mundo desarrollado. Empero, Canadá no deja de tener dificultades, si bien, considerando las cifras de casos confirmados por COVID-19 frente al número de defunciones, Canadá se encuentra bien posicionado para salir adelante ante la pandemia. En el momento de escribir estas líneas, Canadá tiene 24 380 casos confirmados y 717 defunciones, siendo las provincias de Quebec y Ontario con 328 y 274 decesos, respectivamente, quienes concentran a buena parte de las víctimas fatales por la pandemia en estos momentos. ¿Qué está haciendo bien Canadá y por qué, a pesar de ser un país con una población que ha envejecido en los pasados 25 años, registra una cifra de personas fallecidas tan reducida?
Canadá: datos básicos
Canadá se integra por 10 provincias y tres territorios. La mayor parte de la población se asienta en el sur del país, a dos horas o menos de distancia (en automóvil) de la frontera con Estados Unidos. Su territorio, el segundo más extenso del planeta con casi 10 millones de kilómetros cuadrados (cinco Méxicos cabrían en ese espacio), cuenta con una población de alrededor de 38 millones de habitantes. La densidad demográfica en el país norteamericano es de 3. 92 habitantes por kilómetro cuadrado.
Situación demográfica y epidemiológica
Canadá tiene una población longeva: la esperanza de vida promedio de los canadienses, pasó de 79. 24 años en el año 2000 a 82. 3 años hacia 2016. Claro que estas cifras no revelan las desigualdades en la calidad de vida de que gozan los canadienses del sur respecto a las comunidades indígenas que mayoritariamente habitan en los territorios del norte del país. Baste mencionar que la esperanza de vida de las comunidades que se identifican a sí mismas como indígenas es 12 años menos que la media nacional para los inuit; 11. 2 años menos para las primeras naciones (first nations), y 6. 9 años menos para los métis.[1]
Los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) ubican a Canadá como “un buen lugar para vivir.” Figura en la 13ª posición y goza de un desarrollo humano muy alto (a manera de comparación, Estados Unidos ocupa el 15° lugar, mientras México está en la 76° posición).[2]
Como una sociedad longeva, Canadá presenta una epidemiología en la que predominan las enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles. Como se puede observar en el cuadro 1, la principal causa de muerte hacia 2018 a nivel nacional es el cáncer, seguido de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, lesiones no intencionales -por ejemplo, accidentes automovilísticos-, enfermedades respiratorias, diabetes, Alzheimer, suicidio y enfermedades renales. Destaca notablemente la ausencia, fuera del rubro de enfermedades respiratorias, de padecimientos transmisibles.
Esta epidemiología es importante porque constituye un reto para el sistema de salud, con una población envejecida y una baja tasa de nacimientos (1. 5 hijos por mujer, frente a 1. 77 en Estados Unidos y 2. 16 en México).
El gasto en salud en Canadá
En Canadá el sector público aporta el 70 por ciento del gasto total en salud. Algunas provincias también cobran a sus residentes una prima para contribuir a sufragar el costo de la atención médica. Empero, el no pago de esta cuota no impide el acceso a los servicios de salud necesarios. Los hospitales y médicos se financian sobre todo mediante el sector público, mientras que el sector privado cubre principalmente el costo de otros profesionales de la salud (no incluye enfermeras) y medicinas. En el 2015, había 415 864 enfermeros registrados, con escasez en algunas jurisdicciones, en particular las rurales y las remotas.
En los últimos años, Canadá ha presenciado un aumento sustancial en el número de médicos en el país. El incremento ha sido superior al de la población, de manera que mientras que la demografía creció en un 4. 6 por ciento entre 2014 y 2018, el porcentaje de profesionales de la salud lo hizo en un 12. 5 por ciento en el mismo período. Destaca también que se ha visto un aumento de mujeres en el personal médico. En 2018 se había logrado contar con unos 90 mil médicos en todo el país lo que significa una tasa de 241 galenos por cada 100 mil habitantes.[3]
Canadá destinaba en 2016 el 10. 53 del producto interno bruto (PIB) a la salud, cifra que habría aumentado en 2018 para ubicarse por arriba del 11 por ciento. Como se observa en el cuadro 2, el gasto per cápita en salud en 2019 fue de 7 068 dólares canadienses, lo que denota un incremento de 2. 9 por ciento respecto al año anterior. Es importante observar que existe una política de discriminación positiva respecto a los territorios del norte del país, en aras de mejorar la salud de las comunidades indígenas, lo que explica que, por ejemplo, Yukón, Territorios del Noroeste y Nunavut tengan un gasto per cápita en salud muy por arriba del de las provincias canadienses.
Canadá tiene el 10° mercado para productos farmacéuticos a nivel mundial y un gasto per cápita en medicinas de los más altos del mundo, a razón de 1 074 dólares canadienses. El país carece de producción local importante, por lo que el 84 por ciento de la demanda de medicamentos de patente se cubre a través de importaciones, porcentaje que sube al 87 por ciento en el caso de los genéricos. De hecho, la balanza comercial en productos farmacéuticos es deficitaria para Canadá, con – 6 007 millones de dólares canadienses. Los principales socios comerciales del país en este sector son Estados Unidos, Suiza y Alemania, por lo que las diez principales empresas farmacéuticas que operan en Canadá son estadunidenses y europeas, con una presencia predominante de corporativos como Johnson & Johnson, Novartis, Pfizer, etcétera. Estas empresas son responsables de alrededor de la mitad de las ventas de productos farmacéuticos en Canadá,[4] y entre ellas se encuentra la única canadiense de la lista: el gigante de los genéricos Apotex, empresa con una importante presencia en México.[5]
Cómo opera el sistema de salud en Canadá
El sistema de salud canadiense, como se explicaba, es predominantemente público y opera conforme a cinco principios básicos, a saber:
- es accesible a toda la población, independientemente de su nivel de ingreso;
- ofrece servicios completos;
- es gestionado por el gobierno;
- es de acceso universal también para los residentes permanentes; y
- aplica dentro y fuera del país.
La política de salud la establece el gobierno federal. Sin embargo, cada provincia y territorio administra localmente el sector con planes propios para proporcionar los servicios respectivos. A grandes rasgos, los servicios médicos son pagados con primas mensuales y a través del impuesto sobre la renta (ISR) conforme a lo previsto en el Acta de Salud de Canadá de 1984. Si bien la adhesión a las condiciones de esta norma es voluntaria dada la naturaleza del sistema democrático del país, cada gobierno provincial y cada territorio tienen la obligación de financiar el sistema público de salud. Esto significa que los planes de seguro médico gratuito y el aprovisionamiento de medicinas con recetas varía de provincia a provincia o respecto a los territorios. Sin embargo, el acta posibilita la transferencia de recursos federales para salud a provincias y territorios.
Por ejemplo, en Columbia Británica el plan del gobierno provincial se denomina Medical Services Plan o MSP, al cual tienen derecho de cobertura todos los ciudadanos canadienses, los migrantes, los refugiados ayudados por el gobierno, los estudiantes internacionales con permiso de estancia por seis o más meses y los trabajadores temporales con permiso de trabajo. El MSP cubre gran parte de los gastos de salud, méficos, exámenes y tratamientos. Es público, pero no gratuito: de hecho, es la única provincia que financia la atención médica a través de primas mensuales que son de 54 dólares por persona; 96 dólares por pareja; o bien 108 dólares por una familia de tres o más hijos.[6]
En Ontario y Manitoba, por citar otros dos casos, el seguro de salud es gratuito y se denomina, respectivamente, Ontario Health Insurance Plan y Manitoba Health Services Insurance Plan. En estos planes hay una cobertura similar a la descrita para el caso de Columbia Británica, pero, por ejemplo, los estudiantes internacionales no tienen cobertura y deben contratar un seguro privado.[7]
Canadá y el coronavirus
El primer caso de coronavirus COVID-19 en Canadá fue confirmado el 25 de enero de 2020. Se trata de una persona procedente de Wuhan, República Popular China, quien arribó al aeropuerto internacional de Toronto. De manera coincidente, hace 17 años, cuando el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) se convirtió en un serio problema de salud pública en países de Asia y también en Canadá, Toronto fue el epicentro de esa enfermedad. Hoy la situación es un poco diferente.
Como se puede observar en el gráfico 3, con datos al 12 de abril de 2020, el país cuenta con alrededor de 25 mil casos confirmados de COVID-19 de los que un poco más de la mitad se localizan en la provincia de Quebec. Ontario tiene más de 7 mil casos, en tanto las provincias del oeste como Columbia Británica y Alberta suman más de 3 mil. La razón de que Quebec sea el lugar más afectado por la pandemia obedece, al decir de los expertos, a una respuesta un poco tardía del gobierno provincial. Hay factores adicionales como el retorno de canadienses al país tras el invierno -muchos salen de Canadá para vacacionar en lugares con climas menos hostiles-, lo que, pese a las medidas adoptadas por las autoridades, coadyuva a la incidencia de la enfermedad.
Con todo, es de destacar el consenso y la confianza de la población ante las medidas adoptadas y la información proporcionada por las autoridades locales, provinciales y federales respecto a la pandemia. En este sentido, el Primer Ministro, Justin Trudeau, se ha convertido en protagonista de la lucha contra el COVID-19 en Canadá. Como se recordará, el pasado 12 de marzo se dio a conocer que Sophie Grégoire Trudeau, esposa del Primer Ministro, dio positivo al COVID-19 tras su regreso de una visita al Reino Unido. Acto seguido, Sophie Grégoire y su marido se aislaron por 14 días, aunque, al no mostrar signos de la enfermedad, Justin Trudeau optó por no hacerse la prueba respectiva.[8]
Tras este hecho, el Primer Ministro canadiense aparece cada día ante los medios de comunicación, explicando las medidas que el gobierno está adoptando para enfrentar la enfermedad; dando a conocer acciones para mitigar el impacto económico del confinamiento de los trabajadores; apoyando a empresas con diversos estímulos fiscales u otros en esta coyuntura, etcétera.
Los videos del Primer Ministro, disponibles en YouTube y en este enlace https://pm.gc.ca/en/videos, lo presentan solo, de frente a la cámara, hablando con una voz pausada, mostrando una actitud empática. No emplea un lenguaje catastrofista. No minimiza la situación. Su actitud es positiva. Su lenguaje brinda esperanza. Una revisión de los temas abordados por Trudeau en los videos revela que está mirando en todas las direcciones posibles en que el COVID-19 está impactando a la sociedad, la economía y al sistema de salud de Canadá. Lo mismo ha hablado del apoyo a los científicos y al trabajo que realizan para entender y combatir la enfermedad, que, de los insumos médicos requeridos, los existentes y los que se adquieren para atender la emergencia; al igual que de los bancos de alimentos y del trabajo para asegurar el abastecimiento a todos los canadienses.
Un hecho a destacar es que, en Canadá, a diferencia de lo que se observa en Estados Unidos y otros países, todas las fuerzas políticas han cerrado filas con el Primer Ministro. Como se recordará, en octubre pasado tuvieron lugar los comicios federales en Canadá, donde Trudeau venció y el partido liberal al que encabeza, apenas obtuvo 157 escaños de los 338 de que consta el Parlamento. En este sentido, no obtuvo la mayoría absoluta de 170 escaños y, para muchos, la aplanadora del carismático personaje se apagó a diferencia de lo que se vio cuatro años atrás.[9] Los medios de comunicación reportaron que Trudeau “ganó, pero perdió.”
Empero, ante el coronavirus, Trudeau se ha mostrado como un líder a los ojos de los canadienses. No importa a estas alturas que sólo la tercera parte del electorado haya votado por él.[10] Sus adversarios políticos, todos aquellos que lo defenestraron en la contienda electoral de octubre pasado, no sólo le han manifestado públicamente su apoyo, sino que, incluso, como en el caso del gobernador de la provincia de Ontario, Doug Ford, otrora detractor, hoy alaba el liderazgo del Primer Ministro. A su vez, a pesar del protagonismo adquirido por Ford en semanas recientes en el manejo de la crisis en Ontario, Trudeau no ha obstaculizado ni criticado su labor, todo lo contrario.[11]
Es muy posible que el éxito de Canadá hasta ahora mostrado en la lucha contra el COVID-19 sea explicable por la solidaridad y la cohesión mostrada por los canadienses. En el país de la hoja de arce, a diferencia de Estados Unidos, a los canadienses les gusta un gobierno grande, una autoridad que apoye y promueva la solidaridad. Para Canadá, su sistema de salud, con los asegunes señalados, es motivo de orgullo frente al de Estados Unidos, el cual desampara a una parte importante de la población en el nombre de “la libertad de elegir” y del “Estado mínimo”, con resultados poco satisfactorios. Los canadienses, además, a diferencia de los estadunidenses, reposan sus fuentes de información sobre el COVID-19 no tanto en redes sociales ni en medios tradicionales sino en sus autoridades locales, provinciales y federales, además de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que refleja un mejor nivel educativo y una capacidad de discernir que, lamentablemente el sistema educativo de la Unión Americana, sobre todo a nivel primaria y secundaria, no promueve. Los medios de comunicación en Canadá, de todos modos, parecen actuar de manera más responsable que, por ejemplo, Fox News, cuando hace algunas semanas una de sus presentadoras -que luego fue despedida- afirmó que el COVID-19 era parte de una estrategia de los demócratas para desprestigiar a Donald Trump (sic).[12]
Justin Trudeau tiene muchas diferencias con Donald Trump, pero quizá la que más se acentúa en estos momentos, es el entendimiento de la gravedad de la pandemia y la importancia de que su gobierno, el de Canadá, de una respuesta a una sociedad atribulada, preocupada, recluida, llena de incertidumbre respecto al presente y el futuro. Eso es liderazgo, el mismo del que carecen Donald Trump y el mundo en general ante el COVID-19. Esto también es una lección para México.
Notas
[1] Minister of Health (2018), Key Health Inequalities in Canada: a National Portrait, Ottawa, Public Health Agency of Canada, p. 58, disponible en https://www.canada.ca/content/dam/phac-aspc/documents/services/publications/science-research/key-health-inequalities-canada-national-portrait-executive-summary/hir-full-report-eng.pdf
[2] UNDP (2019), Informe sobre desarrollo humano 2019. Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI, Nueva York, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pp. 344-347.
[3] Paloma Martínez (30 de septiembre de 2019), “Aumenta el número de médicos en Canadá, principalmente mujeres e inmigrantes”, en Radio Canadá Internacional, disponible en https://www.rcinet.ca/es/2019/09/30/aumento-del-numero-de-medicos-en-canada-sobre-todo-mujeres-e-inmigrantes/
[4] ICEX (2019), El mercado de productos farmacéuticos en Canadá, Madrid, España Exportación e Inversiones, p. 3, disponible en https://www.icex.es/icex/GetDocumento?dDocName=DOC2019828012&rendition=AlternateWeb&urlNoAcceso=/icex/es/registro/iniciar-sesion/index.html?urlDestino=https://www.icex.es:443/icex/es/navegacion-principal/todos-nuestros-servicios/informacion-de-mercados/estudios-de-mercados-y-otros-documentos-de-comercio-exterior/DOC2019828012.html&site=icexES
[5] Apotex es la productora de genéricos número uno en el mercado canadiense y tiene presencia en 115 países y 21 plantas en todo el mundo. Véase Fernanda Celis (agosto 23, 2017), “Apotex, la farmacéutica que apuesta por medicamentos baratos”, en Forbes México, disponible en https://www.forbes.com.mx/apotex-la-farmaceutica-que-apuesta-por-medicamentos-baratos/
[6] Bra Intercambio (2018), Salud pública en Canadá. ¿Cómo funciona y cuáles son las diferencias entre provincias?, disponible en https://3raintercambio.com/es/salud-publica-en-canada-como-funciona/
[7] Ibid.
[8] El Universal (12/03/2020), “Esposa de Justin Trudeau da positivo a coronavirus”, disponible en https://www.eluniversal.com.mx/mundo/coronavirus-esposa-de-justin-trudeau-da-positivo-covid-19
[9] BBC News Mundo (22 de octubre de 2019), “Trudeau gana las elecciones en Canadá pero pierde la mayoría absoluta” disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-50139170
[10] Andrew Cohen (March 24, 2020), “Why Canada´s Response to COVID-19 is so different from that of the US”, en Ottawa Citizen, disponible en https://ottawacitizen.com/opinion/cohen-why-canadas-response-to-covid-19-is-so-different-from-that-of-the-u-s/
[11] Michael Taube (April 7, 2020), “A crises can forge great leaders. Doug Ford is showing that in Canada”, en The Washington Post, disponible en https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/04/07/crisis-can-forge-great-leaders-doug-ford-is-showing-that-canada/
[12] Andrew Cohen, Ibid.
María Cristina Rosas es profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
https://www.etcetera.com.mx/opinion/canada-y-el-coronavirus/
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