Constancia histórica

Aportes femeninos en la creación de la República de Guatemala

01/05/2013
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A lo largo de la historia las mujeres no solo han sido tratadas como seres inferiores, sino que fueron descalificadas, vilipendiadas, anuladas, y sus aportes ocultados o invisibilizados. En los documentos que testifican el desarrollo de la humanidad hemos sido seres casi contemplativos e inertes. En la Usac debieron pasar 238 años para que la primera mujer fuera admitida en esa casa de estudios, y fue en 1919 que se graduó la primera licenciada en Farmacia, mientras que la primera mujer indígena en recibir el título de médica y cirujana fue la doctora Flora Otzoy, en 1976.
 
Por eso es altamente gratificante que destacadas intelectuales estén empeñadas en escarbar, de hoja en hoja, de renglón en renglón, usando una lupa, dónde estaban las mujeres en las distintas etapas de nuestra historia, y no porque no hicieron nada, sino porque son escasamente mencionadas.
 
La semana anterior, por iniciativa de la Unesco, la Escuela de Historia de la Usac, el Instituto de la Mujer y la Cátedra Alaíde Foppa, se presentó un libro insólito dedicado a reivindicar el papel de las mujeres, titulado Mujeres en el Bicentenario. Aportes femeninos en la creación de la República de Guatemala. Las autoras hicieron un rescate de mujeres excepcionales de los siglos XIX y XX, quienes tuvieron en común haber sido mestizas, con una posición económica privilegiada que les permitió vivir esa ambivalencia relatada: despreciar el estatus y tener que vivir en él y con él.
 
La lectura de este libro nos conduce por los senderos tortuosos que esas mujeres transitaron, muestra sus luchas contra las restricciones sociales y los límites que eran impuestos a su participación y creatividad. Desafiaron abiertamente los mitos que querían mantenerlas en los roles y cánones establecidos.
 
Se trata de políticas, literatas, poetisas, periodistas, subversoras del orden impuesto. Su osadía tuvo un precio, fueron despreciadas, en ocasiones ovacionadas, pero inmediatamente rechazadas visceralmente.
 
Josefa García Granados, “la revoltosa”, es reflejada en el ensayo El Imaginario Retrato, escrito por la doctora Aída Toledo, como una mujer que tomó la decisión de combatir por sus ideales a través del periodismo y la literatura.
 
La maestra Regina Fuentes Oliva revela aspectos del periodismo femenino de esos años, donde las mujeres eran consideradas peligrosas.
 
La reconocida académica, primera rectora universitaria en nuestra historia, Guillermina Herrera, coordinó el libro y nos regala en un ensayo la vida y utopía de Lola Montenegro, una mujer fuera de serie en una época equivocada, política audaz, protectora de perseguidos como Ismael Cerna. Marcada por la adversidad, no se dejó inhibir.
 
En el libro, con honestidad se reconoce que es parcial, que recupera historias de mujeres urbanas, educadas, con accesos; hay otras que fueron extraordinarias. En 1814, Francisca Xcapta encabezó un acto de rebeldía contra las autoridades españolas en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá. Felipa Soc, en Totonicapán, se alzó contra el pago de tributos a la corona española. Falta mucho para recuperar esa parte de la historia.
 
Guatemala, 1 de mayo de 2013.
 
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA - http://cerigua.info/portal/
https://www.alainet.org/en/node/75763
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