Están excomulgados

22/06/2014
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Desde siempre nos había llamado la atención la falta de una condena contundente de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana al crimen organizado.
 
Tal parecía o aún parece que había o hay cierto consentimiento con las mafias locales, nacionales e internacionales.
 
Para nadie es un secreto que los mafiosos son extremadamente creyentes, es probable, que por vivir en constante peligro.
 
También es público que estos grupos delincuenciales, en forma más precisa, sus líderes, conocidos como capos, son muy dados a las dádivas millonarias a los clérigos, a tal grado que muchas de las suntuosos templos son costeados íntegros por los mismos.
 
Si la Iglesia difunde como parte sustancial de su doctrina los llamados “10 Mandamientos de la Ley de Dios” y el Quinto dice “No Matarás”, porque la vida desde su comienzo es Dios quien la crea, era y es de extrañar esa contemporización con la delincuencia organizada.
 
Tuvo qué suceder una vendetta brutal de la mafia italiana y que ascendiera al pontificado un Papa, como Francisco, para que viniera, como nunca antes en la historia de la Iglesia, la más severa condena para los integrantes del crimen organizado.
 
Con toda severidad, el Papa latinoamericano, condenó: a todos “Aquellos que eligen el camino equivocado, como los mafiosos” para luego precisar, “no están en comunión con Dios. Están excomulgados”
 
Las palabras de Francisco no sólo retumbaron en la tristemente célebre región de Calabria, donde se asienta la mafia "Nidrangheta" con alcances trasnacionales, sino en todo los países del mundo, como México, que sufren el flagelo del narcotráfico y su modus operandi, el crimen organizado.
 
En enero pasado, el mundo se conmovió con el asesinato de un niño de 3 años ocurrido en el municipio sureño italiano de Cassano allo Ionio. Por la guerra del control de los territorios, una célula quemó vivos al pequeño, a su abuelo y a la novia de éste, al prenderle fuego en el automóvil en que viajaban.
 
El único antecedente que se recuerda de severidad contra los mafiosos, fue cuando el extinto Papa Juan Pablo II, en 1993 criticó a la mafia Siciliana con esta frase: “Si la adoración por Dios es sustituida por la adoración del dinero, se abre el sendero del pecado, la vanidad y la opresión”.
 
Francisco ha sido más preciso y claro: “Si la adoración por Dios es sustituida por la adoración del dinero, se abre el sendero del pecado, la vanidad y la opresión”… “la Ndraghetta es exactamente eso: la adoración del mal, el desprecio del bien común. Contra ese mal hay que luchar”.
 
Luego llamar a los jóvenes a resistir “las tentaciones del dinero rápido”, aseguró que la Iglesia ejercerá todos sus esfuerzos para combatir el crimen organizado. “Nuestros hijos lo están pidiendo, nuestros jóvenes lo están pidiendo. Necesitan esperanza y la fe puede ayudar a responder a esta necesidad”, concluyó.
 
Señores jerarcas de la Iglesia en México, ¿Les queda claro? “los mafiosos, no están en comunión. Están excomulgados”.
 
- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
https://www.alainet.org/en/node/86558?language=en
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