Un año después del referéndum sobre la ampliación del Canal
28/10/2007
- Opinión
Después de un año del referéndum, celebrado en octubre de 2006, las dudas sobre la construcción del tercer juego de esclusas siguen vigentes, según los expositores que participaron en el foro convocado por FRENADESO. Según los panelistas invitados al foro las dudas creadas por la propuesta han aumentado con el paso del tiempo.
El gobierno no cumplió con su promesa de diseñar un Plan de Desarrollo Nacional para aprovechar las inversiones que se realizarán entre 2007 y 2013. La concertación al Diálogo convocada por el presidente Torrijos, que coordina el PNUD, se limitó a recibir solicitudes de apoyo de diferentes sectores del país sin orden y sin objetivos precisos.
En el foro se plantearon las limitaciones técnicas que presenta el proyecto de ampliación del Canal un año después del referéndum. No se han resuelto los problemas ambientales que implica la construcción de las nuevas esclusas. Aún no se confirma el uso de tinas (falta todavía diseñarlas), concebidas para ahorrar agua. Circulan rumores que el proyecto puede recurrir nuevamente a la construcción de embalses, solución rechazada por la ciudadanía.
El biólogo Ariel Rodríguez le recordó al público que la salinización de los lagos de Miraflores y Gatún aún no cuenta con solución técnica. Igualmente, Nicolás D´Anello presentó cifras alarmantes sobre el deshielo de las capas árticas que en varios lustros permitirán convertir las rutas polares en alternativas competitivas del Canal de Panamá.
El problema financiero sigue siendo el menos transparente. Antes del referéndum se anunció que Panamá financiaría la obra sobre la base del incremento de los peajes, sin endeudarse. Esta modalidad, sin embargo, fue complementada con una opción para endeudarse con dos mil millones de dólares ( US$ 2,000 millones).
Mientras que se sabe bastante sobre los problemas ambientales, técnicos y económicos, es poco lo que se informa sobre las gestiones que se adelantan para “vender el proyecto”. El presidente Torrijos ha visitado Corea, Alemania y EEUU donde se ha reunido con inversionistas muy entusiasmados con la idea de hacer negocios en Panamá. El vicepresidente Lewis Navarro se sentó con un grupo de empresarios españoles que sueñan con llegar a costas panameñas emulando sus antepasados de hace 500 años, (ver El País de Madrid).
Los economistas William Hughes y Julio Manduley destacaron las fallas estructurales del proyecto de ampliación. La ruta que justifica la operación actual del Canal es la que une a los puertos orientales de China y EEUU. Cualquier cambio en el futuro de las relaciones comerciales o políticas entre los dos gigantes puede alterar todas las proyecciones económicas del proyecto.
La falla principal de la propuesta de construcción del tercer juego de esclusas sigue siendo su divorcio del país. El proyecto no ha sido planeado para impulsar el desarrollo del país y no contribuirá a estimular la productividad de los panameños. Es un proyecto muy similar a la construcción del ferrocarril interoceánico (en 1850) y del Canal de Panamá (1904-1914) que fue pro mundo beneficio dejando a los trabajadores abandonados y sumidos en la pobreza. Todavía hay tiempo para reconsiderar la propuesta y poner la ruta de tránsito al servicio del país y de los panameños.
- Marco A. Gandásegui, hijo, es profesor de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA.
El gobierno no cumplió con su promesa de diseñar un Plan de Desarrollo Nacional para aprovechar las inversiones que se realizarán entre 2007 y 2013. La concertación al Diálogo convocada por el presidente Torrijos, que coordina el PNUD, se limitó a recibir solicitudes de apoyo de diferentes sectores del país sin orden y sin objetivos precisos.
En el foro se plantearon las limitaciones técnicas que presenta el proyecto de ampliación del Canal un año después del referéndum. No se han resuelto los problemas ambientales que implica la construcción de las nuevas esclusas. Aún no se confirma el uso de tinas (falta todavía diseñarlas), concebidas para ahorrar agua. Circulan rumores que el proyecto puede recurrir nuevamente a la construcción de embalses, solución rechazada por la ciudadanía.
El biólogo Ariel Rodríguez le recordó al público que la salinización de los lagos de Miraflores y Gatún aún no cuenta con solución técnica. Igualmente, Nicolás D´Anello presentó cifras alarmantes sobre el deshielo de las capas árticas que en varios lustros permitirán convertir las rutas polares en alternativas competitivas del Canal de Panamá.
El problema financiero sigue siendo el menos transparente. Antes del referéndum se anunció que Panamá financiaría la obra sobre la base del incremento de los peajes, sin endeudarse. Esta modalidad, sin embargo, fue complementada con una opción para endeudarse con dos mil millones de dólares ( US$ 2,000 millones).
Mientras que se sabe bastante sobre los problemas ambientales, técnicos y económicos, es poco lo que se informa sobre las gestiones que se adelantan para “vender el proyecto”. El presidente Torrijos ha visitado Corea, Alemania y EEUU donde se ha reunido con inversionistas muy entusiasmados con la idea de hacer negocios en Panamá. El vicepresidente Lewis Navarro se sentó con un grupo de empresarios españoles que sueñan con llegar a costas panameñas emulando sus antepasados de hace 500 años, (ver El País de Madrid).
Los economistas William Hughes y Julio Manduley destacaron las fallas estructurales del proyecto de ampliación. La ruta que justifica la operación actual del Canal es la que une a los puertos orientales de China y EEUU. Cualquier cambio en el futuro de las relaciones comerciales o políticas entre los dos gigantes puede alterar todas las proyecciones económicas del proyecto.
La falla principal de la propuesta de construcción del tercer juego de esclusas sigue siendo su divorcio del país. El proyecto no ha sido planeado para impulsar el desarrollo del país y no contribuirá a estimular la productividad de los panameños. Es un proyecto muy similar a la construcción del ferrocarril interoceánico (en 1850) y del Canal de Panamá (1904-1914) que fue pro mundo beneficio dejando a los trabajadores abandonados y sumidos en la pobreza. Todavía hay tiempo para reconsiderar la propuesta y poner la ruta de tránsito al servicio del país y de los panameños.
- Marco A. Gandásegui, hijo, es profesor de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA.
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