Acelerada deforestación
16/09/1997
- Opinión
Según la FAO, solo en los últimos cinco años se han destruido más de 2 millones y medio de
hectáreas, una hectárea cada minuto
Ante la actitud impasible del Gobierno Nacional, la destrucción de bosques en Venezuela continúa
en forma alarmante. Según la Organización de Naciones Unidas, Venezuela ha venido registrando
durante los últimos quince años una de las más altas tasas de destrucción de bosques de América
Latina.
Durante la década de los 70, los bosques de Venezuela fueron talados a una tasa de 245.000
hectáreas por año.
En la década de los 80 la destrucción aumento en forma dramática, para alcanzar un promedio de
600.000 hectáreas por año. Así, en esos diez años, se destruyeron en el país 6 millones de
hectáreas de bosques, una superficie superior a la de toda Costa Rica.
De esta manera, Venezuela se convirtió en uno de los países con las mas altas tasas de destrucción
de bosques de América Latina. La tasa de deforestación en Venezuela, durante esa década, fue de
1.2 por ciento anual, equivalente al doble de la del Brasil, y tres veces superior a la del Perú (FAO,
Forest Resource Assessment, 1993).
A pesar de que cerca de la mitad del país se encuentra cubierta por bosques, el 80 por ciento de
estos recursos se encuentra al sur del río Orinoco. En la mitad norte del país, con el 90 por ciento
de la población venezolana, los bosques cubren apenas el 20 por ciento de la superficie. Se
encuentran además fraccionados y severamente degradados. Se estima que cerca de dos tercios de
la superficie forestal original de Venezuela al Norte del Orinoco ya ha sido destruida.
La mayor parte de la deforestación se debe a la expansión de la frontera agropecuaria. La
proporción de la población rural de Venezuela es de sólo 14 por ciento, una de las mas bajas de
América Latina, y similar a la de muchos países europeos. Sin embargo, entre 1980 y 1990, la
superficie agrícola pasó de 24 millones de hectáreas a 32 millones de hectáreas, mientras que el país
continúa importando la mitad de la comida que consume.
Una de las consecuencias de la destrucción de bosques es la escasez de agua que hoy afecta a una
buena parte de la población venezolana, tanto para el consumo doméstico, como para la irrigación
de tierras agrícolas o la producción de energía eléctrica. La escasez mas pronunciada se reporta en
la altamente poblada zona costera central, incluyendo a las ciudades de Caracas y los centros
industriales de Valencia y Maracay, una región con mas de la mitad de los habitantes del país.
Otras consecuencias son: la perdida progresiva e irreversible de buena parte del patrimonio
biológico del país; el significativo aumento en la frecuencia e intensidad de sequías e inundaciones,
con daños a la producción agrícola, represas hidroeléctricas, sistemas de irrigación, vías de
comunicación, empresas y hogares; erosión y perdida de la fertilidad de los suelos; y crecientes
dificultades en el suministro de leña, alimentos, medicinas, materiales de construcción y otros
productos tradicionalmente suministrados por los bosques a comunidades indígenas y campesinas.
En su última evaluación de la situación de los bosques a nivel mundial (State of the World's Forests
1997), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, ratifica
que la destrucción de bosques en Venezuela continúa en forma alarmante. Durante el período
1990-1995, los bosques venezolanos continuaron cayendo a la alarmante tasa de 503.000 hectáreas
por año, una hectárea cada minuto.
De esta manera, la tasa de deforestación en Venezuela continúa siendo equivalente al doble de la
del Brasil o Colombia, tres veces superior a la del Perú, y casi el doble del promedio para toda los
países del trópico Sur Americano.
_____________________________________
PAIS TASA DE DEFORESTACION
Período 1990-1995
_____________________________________
Brasil 0.5 % anual
Colombia 0.5 %
Venezuela 1.1 %
Perú 0.3 %
SAT 0.6 %
_____________________________________
SAT= Sur América Tropical
Fuente: State of the World's Forests, FAO 1997
Según el Ministerio del Ambiente, la tasa de deforestación en Venezuela en la actualidad
"sobrepasa el 2.8 por ciento anual" (Hoja Ambiental No. 5, Marzo 1997, publicada por la
Dirección General Sectorial de Educación Ambiental del MARNR). Esto sería equivalente a 1.3
millones de hectáreas anuales. De ser esto cierto, Venezuela debería ser declarada en emergencia
nacional, por registrar una de las tasas de destrucción de bosques más altas del mundo. De
mantenerse una tasa de deforestación de esta magnitud, Venezuela se convertiría en un desierto en
menos de 40 años. Mas probablemente, esta cifra es solo una expresión mas de la ligereza y desidia
con que el Ministerio del Ambiente maneja al sector forestal venezolano, y de su incapacidad para
mantener una base de información medianamente adecuada sobre los recursos naturales del país.
La destrucción de bosques en Venezuela se ha convertido en una amenaza a la estabilidad
ecológica, y por ende a la estabilidad económica y social del país. Sin embargo, el Gobierno
Nacional no ha sido capaz de diseñar una política coherente para revertir este proceso. Con los
bosques se pierde uno de los principales sustentos de modelos de desarrollo efectivamente
sostenibles en el tiempo.
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