Lugo representa a sectores de la superestructura intelectual de América Indolatina, comprometida esta vez con pobres, postergados, trabajadores, campesinos, clases medias, etnias y técnicos en Paraguay y la región toda. Es respuesta de los pobres de siempre contra las élites oligárquicas. Paraguay se parece históricamente por esto a las zonas orientales de Bolivia como chiquitanía, moxos, chaco y amazonía, regiones con preponderancia de la etnia guaraní, entre otras, ricas en cultura, historia y tradiciones productivas. Pero lastimosamente postergadas por oligarquías en sus países y regiones, tanto en Paraguay como en Santa Cruz, Chuquisaca, Tarija, Beni y Pando y el resto también. Así como en provincias argentinas guaraníes postergadas aledañas a las vías fluviales Paraguay-Paraná-Pilcomayo-Bermejo.

Ahora Lugo en la presidencia paraguaya se mantiene todavía como obispo progresista católico que desea lo mejor para los paraguayos, pero de aquí en más deberá tomar medidas progresistas y seguramente Bolivia revolucionaria le servirá de ejemplo para realizarlas con aceptación o no de las élites conservadoras agropecuarias y agroindustriales del Paraguay.

Bolivia y Paraguay estaban y están llamadas por la historia a entenderse en diversos planos económico, cultural y social desde el siglo XIX por poseer ambos países pueblos ancestrales y laboriosos en producción de alimentos y por haberse gestado desde inicios republicanos gobiernos contestatarios al imperio inglés primero y gringo después.

En la guerra denominada de la Triple Alianza del siglo XIX, entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay progresista que la destruyó completamente y casi para siempre, Bolivia fue el único país limítrofe que estuvo dispuesto a mandar tropas para ayudarla. Eso sucedió con el gobierno boliviano de Melgarejo que apoyó a Paraguay en su lucha contra las oligarquías contra-revolucionarias y pro-inglesas de la región. Bolivia en definitiva como país y como pueblo no intervino en la destrucción casi total de Paraguay en el siglo XIX.

Ya en el siglo XX una guerra entre pobres concluyó en las arenas candentes del Chaco con el abrazo de hermanos que continua hasta hoy. Pero con Lugo esta hermandad promete llegar a niveles nunca vistos en la relación de ambos países mediterráneos, hasta el punto de poder llegar a liderar junto a Evo Morales la construcción del llamado tecno-socialismo mediterráneo con el liderazgo explícito de ambos países y gobiernos y la participación de provincias, estados y departamentos que rodean a ambos países en Sudamérica. Es decir se trata de unir a la Sudamérica interior que siempre buscó integrarse y comerciar con ultramar.

En este emprendimiento estarían involucrados la mayor parte de los estados del Brasil interior, provincias del norte y oeste argentino y toda Bolivia, pero especialmente los departamentos ligados a la hidrovía internacional Paraguay-Paraná. Aunque también los vinculados a la hidrovía Madera-Amazonas en el norte amazónico de Bolivia y Brasil.

Con esta geoestrategia y geopolítica de integración y desarrollo integral acelerado que se encuentra en consonancia con el espíritu bolivariano de países UNASUR recientemente creado, se podría planificar la producción de grandes cantidades de energía para consumo endógeno y exportación regional en fuentes hidro- como termoeléctricas y geotermales.

De hecho Paraguay ya tiene grande potencia instalada en millones de KW en asociación con Argentina y Brasil, pero que podría agrandarse en otras condiciones financieras más favorables con la participación de Bolivia. De hecho Brasil y Argentina pagan poco a Paraguay por la energía eléctrica consumida y después de varias décadas Paraguay no ha logrado liberarse de la deuda contraída por construcción de las represas. Esto significa que Paraguay recibe pocas divisas pese a la exportación de millones y millones de KWh de energía para el desarrollo brasileño y argentino, pero que en definitiva queda poco para su propio desarrollo integral y las necesidades de la población paraguaya pobre especialmente.

Este tratamiento de países grandes contra pequeños debe terminar en Sudamérica y el mundo. Como también lo mismo sucede con el precio barato del gas exportado por Bolivia a Brasil y Argentina que apenas llega a 6 USD por MPC cuando a nivel internacional el precio se encuentra elevado en más de 15 USD por MPC ( millar de pies cúbicos ). Pese a la subida lograda por el Gobierno popular de Evo Morales, ya que el precio era menor todavía.

Para contrarestar esta situación desventajosa deberá primar planificación y entendimiento entre Bolivia y Paraguay y construirse nuevas represas con financiamiento proveniente de Bancos SUR, ALBA y CAF, donde Bolivia es fundadora y podría facilitar que se abone el financiamiento necesario a Paraguay para la instalación de nuevas represas hidroeléctricas sin dependencia externa como ocurre actualmente. Bolivia lógicamente participaría como socia de Paraguay y se beneficiaría de energía eléctrica abundante para el desarrollo chaqueño y oriental especialmente, en condiciones propicias como debe ocurrir entre buenos socios.

Igualmente Paraguay podría participar en producción siderúrgica en la ciudad del acero Mutún con tecnología y acciones. Para ambos países esto constituiría avance grande dada la cantidad inmensa de hierro en el Mutún ( 40 mil millones de toneladas ), hecho que haría a ambos países exportadores conjuntos de aceros en muchas formas y en aleaciones especiales de hierro con manganeso, vanadio, tantalio, niobio y otros metales raros existentes en abundancia en el escudo chiquitano.

La integración no tendría límites ahora con ambos países ya gobernados por gobiernos progresistas y populares y podría abarcar áreas culturales, científicas, tecnológicas, industriales y de infraestructura. El. Chaco es bello, prodigioso y feraz, pero no tiene aeropuertos y puertos fluviales de dimensión internacional para llegada segura de turistas o exportaciones regulares de soya, maíz y algodón, por ejemplo.. El turismo podría ser el mejor de Suramérica porque está en medio de las cuencas platense y amazónica, con el inmenso pantanal rico en biodiversidad.

Paraguay deberá enseñar a los agro-empresarios bolivianos cómo producir soya a 100 dólares o menos la tonelada y no a 200 como se produce actualmente en Santa Cruz, por ejemplo, pese a recibir diesel subvencionado por YPFB en casi 500 millones USD año. Lugo deberá enseñarnos que gobiernos izquierdistas, socializantes y mediterráneos son posibles en tierras tropicales chiquitanas, chaqueñas y guaraníes. Paraguay podrá enseñar y aprender mucho a y de Bolivia en este sentido. Y así ambos países podrán mostrar al mundo que tecno-inteligencia y tecno-política de ambos países progresistas pero denominados chicos se convierte de pronto en ejemplo a seguir por los llamados grandes del continente como Brasil, Argentina, México, Chile, Colombia y Perú, entre otros.

Ricardo Ángel Cardona,
Sociedad Escritores de Bolivia, SOBODE-SODESBO www.redbolivia.com