El apoyo mundial solidario, es decir de las masas del mundo incluyendo a gobiernos y líderes, a Evo Morales y su gobierno campesino y popular es consecuencia del hecho que en Bolivia existe un proceso socializante conducido por sectores sociales, sindicatos y la COB (Central Obrera Boliviana), militares nacionalistas y líderes emergentes.

El apoyo a los objetivos perseguidos con la huelga de hambre instalada en palacio de Gobierno precisamente por Evo contra los sectores conservadores y reaccionarios, como la necesidad imperiosa de legislar las elecciones nacionales de diciembre del 2009 y con ello poder aplicar desde 2010 el contenido democrático, popular y social de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), ha sido inmenso y masivo.

Esta vez sin embargo se busca avanzar en mejores condiciones de correlación de fuerzas que las existentes hasta ahora, hecho que ha sido comprendido perfectamente por los pueblos del mundo y del mismo país que en poco tiempo ya tenía cientos de piquetes de huelga de hambre en apoyo a la iniciativa pacifista pero firme del presidente..

En realidad con esta forma de lucha pacífica y consecuente en función del programa de liberación nacional y social en Bolivia se está mostrando el camino a seguir por los pueblos y naciones pobres del planeta aglutinados en el llamado tercer mundo que representa casi al 80% de la población mundial, incluidas China comunista, Irán, Sudáfrica, Egipto, Libia, Argelia, Marruecos, Indonesia y la India popular y democrática.

Pero si se tuviese en cuenta también a los sectores pobres, miserables y pauperizados que vegetan sin techo y trabajo seguro tanto en el primero como en el segundo mundo, entonces esta cifra se acercaría al 90% del total de la humanidad que vive en condiciones infrahumanas o poco humanas con menos de cinco dólares por día, pero que al mismo tiempo intuye y avizora que es posible salir de la pobreza y enfermedades mediante la lucha política, social, cultural y tecnoproductiva en forma organizada.

Lo anterior es un indicador visible de la rebelión de los pueblos a nivel mundial pero esta vez con programa tecnoproductivo y tecnointeligente en la conciencia de las masas. Se trata de la revolución de la tecnointeligencia y del conocimiento que exige a todos sin excepción aplicar el programa del desarrollo integral sostenible en forma planificada.

Bolivia misma todavía es un país pobre del tercer mundo con un PIB (producto interno bruto) nacional de apenas 15 mil millones de dólares para diez millones de habitantes, pero con un programa de desarrollo nacional (PDN) elaborado por el gobierno del MAS que de ser aplicado consecuentemente podría duplicar este PIB en corto tiempo.

Bolivia representa entonces para al menos cinco mil millones de seres humanos (70%) del planeta tierra, la fórmula programática y base teórica para salir del atraso cultural y científico, dependencia, pobreza y falta de oportunidades individuales y sociales, como lo demuestra las soluciones planteadas en el PND y en la nueva CPE.

Este logro y seguridad histórica en Bolivia y de los bolivianos se debe en gran parte al liderazgo de Evo Morales y el equipo que lo acompaña (excluyendo a corruptos que merecen un análisis paralelo), pero también a la seguridad histórica de las masas bolivianas (tanto de diez millones endógenos como los cinco que trabajan en el exterior) adquirida por la praxis ofrecida después de la revolución nacional de 1952.

En forma pacífica tanto Evo como el pueblo boliviano han vencido o están venciendo poco a poco a la derecha y oligarquía internas y al imperio gringo que no le interesa el desarrollo social integral y sostenible de los pueblos.

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Pero por eso mismo ahora debe venir la etapa de consolidación política y social que no puede ser efectuada empíricamente sino en forma de programa y praxis superior.

Este programa significa el tecnosocialismo bolivariano y tercermundista que pudiera llevar a Bolivia en diez años a ser parte del segundo mundo, es decir de los países que tienen ingresos per-cápita de al menos 10 mil dólares año hasta 25 mil. En este caso Bolivia debiera crecer el PIB nacional hasta cien mil millones de dólares. Esta meta es perfectamente posible. Veamos las razones históricas, científicas y tecnológicas.

Primero que la voluntad política del estado boliviano es eliminar el atraso cultural y existe el programa de post-alfabetización que integrará en poco tiempo más a todos los habitantes sin exclusiones a la formación técnica media y superior. Con formación técnica, tecnológica y gerencial se pudiera elevar la producción, productividad y competitividad de la producción en alimentos y manufacturas, actividad que el pueblo campesino originario viene realizando con técnicas endógenas que vienen del Tiwanaku (andes) y Paitití (amazonas) desde hace quince mil años al menos.

Ahora se debiera ingresar y añadir nuevas tecnologías de punta como centros de semillas mejoradas, biotecnologías, ingeniería genética, producción más limpia y sostenible y eco-eficiencias gerenciales.

En las ferias agropecuarias de Cochabamba especialmente se puede observar el gran potencial alcanzado por la UMSS (universidad estatal), tecnológicos y ONGs especializadas en agricultura, ganadería, semillas, energías, agro-pecuaria, planificación, elaboración de alimentos orgánicos y planes de eliminación de la desnutrición en forma planificada, junto a la exportación posible de alimentos.

Pero esta actividad se observa igualmente en todo el país en forma entusiasta y acelerada. En los 328 municipios productivos de manejo integrado y en las 112 provincias descentralizadas. Todas instituciones conducidas por nuevos líderes locales capacitados in situ por universidades, tecnológicos, ministerios, municipios y prefecturas.

Se calcula que con diez millones de toneladas de quinua y amaranto producidos al año (sin contar otros productos como carnes, lácteos y frutas) y con diez millones de KW de potencia instalada en termo e hidroeléctricas (sin sumar energías renovables abundantes por definición), el ingreso asegurado del país considerado como un todo se incrementaría en 30 mil millones de dólares año. Con el PIB actual sumado se podría estar en puertas de alcanzar los 50 mil millones de dólares año ansiados en el lapso de diez años..

Con la huelga de hambre se da inicio a este plan, este programa y estos proyectos de desarrollo industrial integral y empresarial ecológicamente sostenible en Bolivia.

Para financiarlos se debiera acudir a fuentes novedosas y posible ya creadas por los países de la región, es decir Bancos Sur, ALBA, CAF, comercio intra-regional en monedas locales, inversiones públicas (ahorro estatal) y privado-sociales (bolivianos tienen ahorros propios de al menos cinco mil millones de dólares en bancos privados endógenos). Y por supuesto llamar a invertir a los países UNASUR en valor agregado y en los términos ya pactados contractualmente, es decir para garantizar la seguridad alimenticia y energética de Suramérica en condiciones pacíficas y de beneficio mutuo.