Con un pequeño margen de ventaja se impuso el alcalde de Quito, Jamil Mahuad, al multimillonario Álvaro Noboa en las elecciones del pasado 12 de julio. Mahuad obtuvo 2.210.217 (51.3%) en tanto Noboa alcanzó 2.096.492 (48.7%), según proyecciones extraoficiales de datos reales difundidos por la Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión, que abarcaron al 93% de la votación escrutada.

Al cerrar las elecciones, Noboa se negó a aceptar los resultados del "exit poll" de los canales de televisión y se proclamó triunfador, llamando a sus seguidores a salir a la calle para evitar un supuesto fraude.

Mahuad (abogado de 49 años) se presentaba como ampliamente favorito para ganar las elecciones, pues en la primera vuelta electoral aventajó a Noboa con 8 puntos. Sin embargo, su popularidad cayó en picada a raíz de que el gobierno de Fabián Alarcón, proyectando recaudar 120 millones de dólares, subió el precio del gas de consumo doméstico de uno a cuatro dólares el cilindro de 15kg. Amplios sectores pobres afectados por la medida co-responsabilizaron a Mahuad por este incremento, pensando que Alarcón, a pocas semanas de terminar su mandato, tomó la decisión para favorecerlo. Cabe indicar, que Mahuad se ha mostrado poco crítico en relación a la gestión de Alarcón, no así Noboa que ha llamado a oponerse al continuismo.

Pese a que Alarcón derogó el alza del gas, Noboa capitalizó el descontento de la población hacia el gobierno, no solo en relación a este problema, sino respecto a su gestión caracterizada por la poca atención que ha dado a los sectores de la Costa del Pacífico afectados por el fenómeno El Niño, por la corrupción y la incapacidad para manejar la crisis fiscal, agudizada por la caída vertiginosa de los precios del petróleo.

Pero más allá de este hecho, lo que evidencian los resultados electorales es un país con profundas divisiones regionales entre Costa y Sierra, y en el que sectores marginales y excluidos expresan su rechazo, al sistema votando por las fórmulas populistas y redentoras como las que representa Noboa.

Heredero de una enorme fortuna que amasó su padre, el magnate bananero Luis Noboa Naranjo, Noboa (47 años) recurrió a un discurso paternalista y clientelar, ofreciendo vivienda, empleo y salud. Y para convencer de que sus promesas se cumplirán, repartió medicinas, camisetas y dinero, y abrió inscripciones para sus planes de empleo y salud.

 Oriundo de Guayaquil (Costa) y apoyado por el Partido Roldosista Ecuatoriana que dirige desde su autoexilio en Panamá el ex-presidente Abdala Bucaram, Noboa desplegó una campaña con marcados tintes regionalistas ("costeño vota por costeño"), ganando ampliamente en esta región y obteniendo una significativa votación en provincias empobrecidas de la Sierra y del Oriente.

El país que recibe Mahuad

El presidente electo según los datos extraoficiales, Jamil Mahuad, es de tendencia demócrata cristiana. Ha ejercido la Alcaldía de Quito, la capital del Ecuador de 1 millón y medio de habitantes, desde 1992, proyectando una imagen de buen administrador y constructor de obras como la del "trolebús", un sistema de transporte municipal que moviliza diariamente a unas 300.000 personas. Debido a ello, obtuvo un gran respaldo en Quito y en la Sierra.

Mahuad recibirá un país en bancarrota con graves problemas económicos y sociales. La pobreza alcanza al 70% de la población y el desempleo llega al 14%. La deuda externa de 15000 millones de dólares consume la mitad del presupuesto nacional, disminuido por la caída de los precios del petróleo. Se prevé que la inflación, a finales de año, bordeará el 40%. Los daños provocados por El Niño son enormes. Ante a este panorama, Mahuad piensa que podrá sacar adelante el país aplicando las recetas liberales en boga: con la inversión extranjera, con la concesión a la empresa privada de carreteras y servicios de agua y electricidad, con la construcción de un nuevo oleoducto para exportar más petróleo, etc.

Para ganar, Mahuad, al igual que Noboa, colocó a los pobres en el centro de su discurso, y ciertamente que hizo grandes ofrecimientos (900.000 empleos; reconstruir la Costa; 300.0000 soluciones habitacionales; bajar la inflación, luego de 4 años, al 10%; atención a la salud y la educación, etc.) que en un contexto de crisis será difícil cumplir.

Mahuad, sin embargo, cree lo contrario, y confía que para viabilizar sus proyectos, contará con el respaldo de una mayoría legislativa, basada en la alianza de su partido, la Democracia Popular, con el derechista Partido Social Cristiano, que dirige el ex-candidato presidencial Jaime Nebot.

Publicado en el Servicio Informativo # 276-277, ALAI, 16-07-1998, Quito