Noviembre en Panamá, nada que celebrar!

01/11/2011
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El mes de noviembre es el mes de la Patria en Panamá. El 1 de noviembre es el día del Himno Nacional, el 3 la separación de Panamá de Colombia, el 4 día de la Bandera, el 10 el grito de la Villa de los Santos, el 28 la separación de Panamá de España. Pero para los Pueblos Indígenas panameños, no hay nada que celebrar. 
 
Para un estudiante Kuna, Ngäbe, Bri bri ó Emberá, están obligados a cantar en las escuelas el Himno Nacional de Panamá, para vanagloriar al genocida de Cristóbal Colón, aquel que inicio la carnicería indígena en Abya Yala, con el secuestro y asesinato de la familia del Ngäbe Kibian, para cajearlo por oro y plata.
 
“Adelante la pica y la pala,
Al trabajo sin más dilación,
Y seremos así prez y gala
                                               De este mundo feraz de Colón.” (Himno de Panamá)
 
El 3 de noviembre de 1903, se crea el Estado panameño sin que los Pueblos Indígenas se enterarán, actualmente tenemos familias divididas Kunas, Emberá, Wounaan en Colombia y Panamá, familias divididas Ngäbe, Bri Bri, Naso en Panamá y Costa Rica. Hoy el pueblo Naso, un pueblo aguerrido contra la invasión española, actualmente no tiene un territorio propio, tierras acaparadas por ganaderas e hidroeléctricas con la complicidad del Estado.
 
En Panamá la moneda oficial es el Balboa, además de llamarse una cerveza muy popular, hay una estatua de Balboa que se erige en la cinta costera, hay parques, avenidas, puertos, hasta un cráter de la Luna, lleva el nombre de Balboa, historiadores oficiales ensalzan su figura, pero para las comunidades indígenas Balboa fue un genocida, asesino a niños indígenas Kunas y nuestro gobierno informa que festejará en 2013, los 500 años del “descubrimiento del mar Pacífico.” Pobre ancestros nuestros que ignoraban la existencia del mar Pacífico, pero que conocían de astronomía y orfebrería.  
 
El 4 de noviembre es el día de la Bandera panameña, sus colores representa el partido liberal y conservador de la época, pero esos mismos partidos explotaron y despojaron tierras de los Ngäbes, traicionaron y asesinaron al indígena y General Ngâbe: Victoriano Lorenzo. Esas tierras despojadas están ahora al servicio del comercio mundial marítimo: el Canal de Panamá y a espaldas del desarrollo económico de los Ngäbes Buglé.
 
El 10 de noviembre de 1821 vino a ser un tsunami campesino denominado: el Grito de la Villa de los Santos, un ejemplo de valor de campesinas y campesinos que hacen un llamado a los ejércitos del Libertador Bolívar, obligando a los comerciantes de la ciudad de Panamá a sumarse, 18 días después el 28 de noviembre de 1821, Panamá se independiza de España. Para los Pueblos Indígenas luego de apoyar a los movimientos independentistas, inicia la lucha del colonialismo interno, luchas fratricidas por la tierra y los territorios a lo largo de toda Abya Yala.
 
Como pueden celebrar el mes de la Patria los Pueblos Indígenas, si todas las leyes de Diputados y Decretos Ejecutivos emitidos por todos los gobiernos de Panamá desde 1903 a la fecha han sido en prejuicio de sus tierras, territorios, recursos naturales, amenazando la vida, lengua, costumbre, cosmovisión, nuestra estructura política. Que prócer o gobernante actual no se encuentra bajo tierras desposeídas de comunidades indígenas, que multinacionales de minerías, hidroeléctricas, turismo residencial no se encuentran en territorios indígenas y campesinas. Porque el Estado reprimió con fuego y asesino a niños y dirigentes indígenas Ngäbe en 2010. Porque el gobierno se empeña en crear bases navales en territorios indígenas sin la consulta de los Pueblos Indígenas.
 
Cuando nos tomemos una refrescante cerveza de Balboa y paguemos con ella, con una moneda que muestra la imagen de un “generoso conquistador”, cuando veamos el paso militar de las bandas estudiantiles y el exaltado sonido de las trompetas, cuando veamos la bandera ondeada en instituciones y cantinas, cuando cantemos el Himno Nacional ó escuchemos cantar a Rubén Blades, su canción Patria ó veamos en postales el Canal de Panamá.
 
Existe otro Panamá olvidado, marginado, excluido. Una Asamblea de Diputados, un Ejecutivo, una bandera, un himno que nunca ha representado a los Pueblos Indígenas, pero estamos construyendo un Panamá, que no podemos ignorar, ni excluir del aporte de las naciones indígenas, ni de su historia y memoria, ni de sus derechos humanos, colectivos y territoriales, somos un país con muchas identidades y culturas y por ente plurinacional y multilingüe. Un país que su población se niega a vender tierras, ríos, costas, mares a inversionistas nacionales o extranjeros, que nos somos un país “pro mundi ni beneficio”.  
https://www.alainet.org/es/active/50606

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