Venezuela

Pa’ matalo. Sobre la eternidad de Hugo Chávez

Beatriz Aiffil

08/03/2014

Opinión

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Más lo matan, más vive.

Esta es nuestra ley: El comandante Hugo Chávez vive y vive. La lucha sigue y sigue. Nada nos importa lo que piensen algunos que nos gritan que nadie nos lo va a devolver. ¿A quién le dicen eso? Al pueblo pobre de pobreza racializada. Su mente no les permite entender que ¡Chávez vive y vive! ¡La lucha sigue y sigue!

Tenemos paz y más paz vamos a tener, dice el pueblo. Que toquen, que toquen, que toquen cacerolas, para sacar a Chávez tienen que echarle bolas. Y como nos lo asesinaron decimos: que toquen, que toquen, que toquen cacerolas, pa sacar a Maduro tienen que echarle olas. Y seguiremos cambiando la letra si tenemos que hacerlo porque aquí lo que hay es revolución indetenible. El hombre está hecho millones. Toquen.

Los ricos taban tranquilos, dice Gino, pero llego el “tenientico” y puso de moda la fiebre del comunismo. No la doctrina, no, sino el comunismo en esencia, el colectivismo, el vivir pensando en que uno somos todos, en que yo comparto este mundo contigo y mis hijos lo han de compartir con tus hijos. Chávez se volteó a ver a los que se habían quedado atrás y cuando los miró a los ojos impregnó sus almas literalmente. “Yo no soy yo” comenzó a decir en intercambio de almas. Piensen, yanquis queridos, piensen bien por qué juntos somos Chávez. Chávez no murió, se multiplicó.

Y puso al descubierto la falsa igualdad que no era más que estar igualado a los que más tenían derechos y privilegios a cuenta de ser más blanquitos, más billetúos, más apellido tal. Pensar como ellos piensan, sentir como ellos sienten y despreciar a nuestros verdaderos iguales, a nuestra propia clase, a nuestro propio color, nuestra propia nacionalidad. Pero comenzó la Revolución Bolivariana y el pueblo no está dispuesto a volver atrás.

Seguimos construyendo socialismo aunque es duro roer el hueso de la alienación que aun padecemos y que impide que el pobre se reconozca a sí mismo como ser humano que es uno con los demás aunque viva en mejores condiciones, ejerza sus derechos y tenga mejores ingresos.

Seguimos haciendo revolución aunque estemos infiltrados porque algún día esos infiltrados van a entender que el buen vivir de unos tiene que ser el buen vivir de todos. O no será de ninguno. Así que, mis queridos yanquis, váyanse pallá porque aquí hay un pueblo digno. Pa matalo tienen que echale.

El pueblo lo grita y tiene razón, ¡aquí quien manda es Chávez y la Revolución!

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