Comerciando nuestro futuro

07/10/2003
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El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos fue aprobado ayer (07/10) en la Cámara Baja por el 85% de los diputados presentes en la sala. Esto es 87 votos a favor, 8 en contra y 8 abstenciones. No se presentaron a votar 17 diputados. De estos 16 votos "disidentes" de la orden gubernamental, la mayoría pertenecen a Renovación Nacional, colectividad que registró 7 rechazos al tratado, por parte de los diputados René García, José Antonio Galilea y Germán Becker (IX región); Rosauro Martínez y Nicolás Monckeberg (VIII región); Osvaldo Palma (VII región) y Roberto Delmastro (X región). El octavo voto negativo fue del diputado socialista Sergio Aguiló (VII región), único político oficialista que tuvo el coraje de votar en conciencia a pesar de la orden del gobierno y de los partidos de la concertación. Sergio Aguiló argumentó su voto señalando que el TLC significa una visión del desarrollo económico nacional que no puede ser indiferente: "En consecuencia, es fundamental una discusión pública transparente e informada". Agregó que los grandes grupos empresariales serán los ganadores con el TLC y que muchos sectores vulnerables" estarán expuestos a la extinción, como las Pymes (Pequeñas y Medianas Empresas), la agricultura tradicional y el comercio minorista". Aguiló está en lo cierto, por ello es paradójico que la DC, el PPD y la mayoría del Partido Socialista, que se supone representan y defienden a estos sectores, hayan dado su aprobación al Tratado. Por su parte, las 8 abstenciones estuvieron lideradas por otro partido de oposición, la Unión Demócrata Independiente, cuyos representantes Eduardo Díaz (IX región); Gastón Von Mühlenbrock, Javier Hernández y Carlos Recondo, (X región) e Ignacio Urrutia y Pablo Prieto (VII region), completaron 6 abstenciones; a ellas se sumaron las del RN Maximiliano Errázuriz (RM). Y la valiente abstención de Alejandra Sepúlveda –representante demócrata cristiana por la VI región, quien también desafió las presiones gubernamentales. Adicionalmente aquellos 17 que no quisieron enfrentar la orden de gobierno y de sus partidos, no concurrieron a votar. Los parlamentarios de oposición, ligados a sectores de derecha que rechazaron el TLC, representan a regiones agrícolas, áreas que se verán obligadas a la reconversión productiva al eliminarse las bandas de precios de productos agrícolas como consecuencia del acuerdo. Este escenario significa 33 diputados, es decir 27,5% de los 120 parlamentarios lograron expresar su rechazo o reservas al TLC. Un buen indicio dada la brutal presión política y la propaganda hegemónica de los medios de comunicación. Hegemonía que incluso se expresó en la cobertura sobre el rechazo ciudadano desde las tribunas el día de la votación. La mayoría de los medios sólo destacó la oposición del Partido Comunista, en circunstancias que no había directivas partidarias sino organizaciones sindicales como la CUT, los Metalúrgicos y el Colegio de Profesores, las Asambleas Populares, los ecologistas del Programa Chile Sustentable entre otros, miembros de Attac y de otras organizaciones sociales críticas al modelo de desarrollo y apertura comercial de Chile. Las organizaciones ciudadanas continuaremos expresando nuestra oposición a este tratado tan anti-democráticamente negociado, pues estamos seguros que intensificará los actuales impactos del modelo económico sobre los sectores medios, los pobres y el medio ambiente. Adicionalmente, el Tratado no es conveniente para Chile, ya que reducirá aún más los fondos públicos por baja de aranceles, los que deberán ser compensados por los chilenos de medios y bajos ingresos, pagando un IVA adicional de 1% a partir del mes en curso. Finalmente el TLC restringe mas aun a los chilenos para cambiar aspectos fundamentales de las regulaciones vigentes tales como la legislación sobre recursos naturales: especialmente el royalty y la tributación minera, la Ley de Bosque Nativo, el Código de Aguas, el Ordenamiento territorial y la legislación urbana y las reformas pendientes en el área de la salud educación, empleo y derechos indígenas. Esperamos una mayor profundidad y apertura en el proceso que se inicia desde ahora en el Senado. * Sara Larraín es Directora del Programa Chile Sustentable
https://www.alainet.org/es/articulo/108519?language=es
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