Escuela de las Américas: una historia que no acaba
14/11/2006
- Opinión
Muchos piensan que la Escuela de las Américas es una historia del pasado, pero no. El padre Roy Bourgeois, en reciente visita a nuestro país, solicitó al gobierno de Michelle Bachelet terminar con el envío de militares chilenos a dicho instituto militar. El Ejército asegura que las denuncias contra la Escuela de las Américas son "un mito", a la par que confirman que este año más de 170 oficiales viajaron a Estados Unidos al "entrenamiento militar". Muchos de quienes "desfilan" por los tribunales de justicia requeridos por su participación en violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad son precisamente "graduados" de la Escuela de las Américas.
El 6 de octubre de 2006, encontraron muerto al ex agente de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), Gonzalo Asenjo Zegers. Estaba solo. Afirmado en su escritorio. En el suelo, una pistola 9 milímetros debidamente inscrita, y un balazo en el pecho que le habría quitado la vida. Era uno de los responsables del desaparecimiento de cinco militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), ocurrido en 1987.
En enero de 2005, otro de sus "colegas", Germán Barriga Muñoz, se habría quitado la vida al lanzarse del piso 18 de un edificio en la comuna de Las Condes. Barriga, poco tiempo antes de su muerte, había sido "funado" en su lugar de trabajo por activistas de derechos humanos. Era jefe de Seguridad de Supermercados LIDER. Estaba involucrado en el caso conocido como "calle Conferencia", operativo de exterminio que realizó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en 1976, y donde fue detenida y echa desaparecer la cúpula clandestina del Partido Comunista.
Ambos militares eran investigados por la justicia. Es muy posible que se suicidaran cansados de soportar el peso de sus culpas. Aunque sus muertes levantan más de alguna sospecha. Su historia y la de muchos militares ha estado íntimamente ligada a la formación recibida en Estados Unidos.
Escuela de asesinos
Asenjo y Barriga fueron entrenados en la Escuela de las Américas. Academia militar dirigida por el Ejército estadounidense que ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en "técnicas de combate", "tácticas de comando", "inteligencia militar" y "técnicas de tortura"; inicialmente establecida en Panamá, en 1946, fue luego trasladada a Estados Unidos, en 1984.
Hace diez años, la prensa estadounidense dio un golpe noticioso. Dio conocer la existencia de "Manuales de Entrenamiento" utilizados en la Escuela de las Américas. Dichos manuales instruían cómo "...aplicar torturas, chantajes, extorsión y pago de recompensas por enemigos muertos". Los documentos le dieron la razón definitivamente al movimiento de derechos humanos que siempre denunció que allí se entrenaba a torturadores y asesinos.
Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, asesinados y desaparecidos por soldados y oficiales latinoamericanos "entrenados" en la Escuela de las Américas.
El propio Plan Cóndor -coordinación de los militares del Cono Sur de América durante las dictaduras militares-, demuestra la estrecha unión que alcanzaron los uniformados para reprimir y exterminar al "enemigo interno", incluso más allá de sus fronteras.
La Doctrina de Seguridad Nacional que adoptaron los ejércitos latinoamericanos fue elaborada por los Estados Unidos. Su semillero de propagación fue precisamente la "Escuela de Asesinos", como también es conocida.
Uno de cada cuatro agentes de la DINA se "graduó" en la Escuela de las Américas. Entre ellos los asesinos y torturadores Alvaro Corbalán Castilla, Miguel Krassnoff Marchenko, Pablo Belmar Labbé, Haroldo Latorre Sánchez, Humberto Gordon Rubio, José Zara Holger, Carlos Herrera Jiménez, Raúl Iturriaga Neuman, Odlanier Mena Salinas, Armando Fernández Larios, Fernando Lauriani Maturana, Ernesto Baeza Michelsen, Álvaro Guzmán Valenzuela y Manuel Contreras Sepúlveda.
El 2001, por su mala reputación, el Pentágono decidió cambiarle el nombre a Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC). Pero sigue siendo una escuela de entrenamiento en "contrainsurgencia". "Otro nombre, la misma vergüenza", dicen quienes se oponen firmemente a ella. Amnistía Internacional expresa: "Aunque el Ejército estadounidense afirma haber cerrado la Escuela de las Américas, por casualidad el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC) está ubicado en el mismo espacio físico y es esencialmente la misma escuela, con la misma misión principal, la de transmitir técnicas militares a miembros de las Fuerzas Armadas latinoamericanas". El mismo edificio, emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando lecciones de similar crueldad y cuestionable legalidad.
Campaña Internacional
Desde los años 90 en Estados Unidos, el movimiento Observadores de la Escuela de las Américas (SOAW), que dirige el sacerdote católico Roy Bourgeois, lucha por cerrar este centro de entrenamiento militar. Dicen, "no en nuestro nombre": "No queremos que nuestros impuestos se ocupen en entrenar a militares latinoamericanos que luego vuelven a sus países a violar los derechos humanos".
El 2005, el congresista demócrata Jim McGovern, presentó un proyecto de ley para investigar y suspender las operaciones del Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica. Sin embargo, aún no reúne los votos necesarios para aprobar su propuesta legislativa. Cuentan, empero, con el apoyo nada despreciable de 188 congresistas. Por tal razón, este año una delegación de SOAW, encabezada por el padre Bourgeois, visitó varios países de América Latina intentando conseguir que los propios gobiernos suspendieran el envío de tropas a Estados Unidos.
Su visita logró importantes avances. Argentina, Bolivia y Uruguay se comprometieron a no seguir enviando a sus militares a la Escuela de las Américas. Nilda Garré, ministra de Defensa de Argentina, afirmó: "No solamente no mandaremos militares a la Escuela de las Américas, sino que será ilegal mandarlos". En el mismo sentido, Venezuela y Brasil ya habían tomado igual determinación, años atrás. Sin embargo, la delegación de Soaw no encontró la misma respuesta de los gobiernos de Perú, Ecuador y Chile que prefirieron seguir enviando militares al instituto militar.
El 28 de agosto, la delegación norteamericana se reunió con la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. Lisa Sullivan, Coordinadora de Latinoamérica de Soaw, nos señaló: "La ministra Blanlot sabe muy bien lo que fue la Escuela de las Américas. Por lo tanto, nos expresó, que va a sugerir, pero no imponer, que el Ejército termine con los envíos de militares a esa institución".
Ricardo Frodden, director ejecutivo de la Comisión Ética contra la Tortura (CECT), plantea al respecto que "el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet debe terminar definitivamente con estos envíos". Frodden señala que "es una vergüenza que una presidenta, cuyo padre fue muerto en tortura, no se atreva a impedir que se sigan preparando torturadores y criminales chilenos en Estados Unidos. El tema no es sugerir, sino imponer soberanamente que se acaben los envíos de tropa a esta singular escuela de torturas", dice.
El sacerdote José Aldunate -fundador del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo-, se manifiesta muy preocupado de que "sigan enviando militares a formarse a Estados Unidos que durante tantos años han sembrado tanta violencia. Se hace urgente y extremadamente necesario poner fin a esta práctica", sentencia.
El Ejército chileno en un comunicado publicado por La Nación Domingo, señaló que existía una "cierta mitología" con respecto a la Escuela de las Américas, afirmando que, a su juicio, "no era verdad que allí se entrenará en contra de los derechos humanos". A la par, informó que la referida institución cumplía con los "parámetros de formación que necesitaban adquirir los soldados chilenos" y que, por lo tanto, hasta el momento "170 militares chilenos han viajado a recibir entrenamiento".
Lisa Sullivan, rebate firmemente esa versión. Nos reitera que "siguen los abusos de parte de los graduados de la Escuela de las Américas. En los 80, El Salvador fue el líder en violaciones a los derechos humanos. Durante el conflicto en Chiapas, México, fueron los militares mexicanos entrenados en Estados Unidos quienes reprimieron a los indígenas. Actualmente son los militares colombianos, entrenados en la Escuela de las Américas quienes violan los derechos humanos de su pueblo. La Escuela de las Américas sigue siendo el lugar donde soldados latinoamericanos aprenden a reprimir a su propio pueblo cuando este lucha por sus derechos. En el golpe de estado de 2002 en Venezuela, dos de los líderes eran 'egresados' de Escuela de las Américas. En la 'guerra del agua', en Bolivia, el 2003, el responsable de los asesinatos también era un graduado de este instituto militar", sostiene.
"Graduados" chilenos
En nuestro país, muchos de los graduados de la Escuela de las Américas han estado implicados en torturas, asesinatos, tráfico de armas y casos de corrupción. La justicia investiga actualmente varios casos en que están implicados militares que recibieron entrenamiento en Estados Unidos.
En febrero de 1992, fue encontrado en el Cajón del Maipo el cuerpo sin vida del coronel Gerardo Huber Olivares. Un balazo le destrozó el cráneo. Huber estaba implicado en el caso de la venta ilegal de 370 toneladas de armamento y pertrechos a Croacia, delito descubierto en 1991. El militar había pertenecido a la Dina y era un graduado de la Escuela de las Américas. Durante más de una década, el Ejército sostuvo que el coronel Gerardo Huber se había "suicidado". Sin embargo, su esposa sostenía que lo habían matado sus mismos camaradas. Recién el año pasado, el ministro en visita Claudio Pavez procesó a tres generales, dos brigadieres y un mayor en retiro del Ejército por su participación en el homicidio del militar. Entre los procesados por el crimen se encuentran Víctor Lizárraga Arias y Manuel Provis Carrasco también "graduados" en la Escuela de las Américas.
En abril de 1995, fue encontrado en la Costa de Oro, Uruguay, el cadáver del químico Eugenio Berríos, ex agente de la DINA. Según las investigaciones, Berríos fue sacado de Chile por la Inteligencia Militar por orden del general Hernán Ramírez Rugange, en 1992. Berríos se llevó consigo varios "secretos", entre éstos los asesinatos del ex canciller Orlando Letelier, del diplomático español Carmelo Soria, y el extraño fallecimiento del ex presidente Eduardo Frei Montalva, entre otros. "No fue el único eliminado por sus 'camaradas de armas' para ocultar delitos. Extraños suicidios y desapariciones acompañan esta historia de intriga y ocultamiento en que la principal rama de las Fuerzas Armadas aparece implicada hasta 'más arriba del paracaídas'", señala la página Memoria Viva. Uno de los autores del homicidio de Berríos es el ex general (r) del Ejército uruguayo, Tomás Casella, también alumno destacado de la Escuela de las Américas.
Recientemente informó la prensa chilena que seis testimonios de ex uniformados vinculan al general recientemente pasado a retiro Miguel Trincado Araneda en la remoción de 26 cadáveres de prisioneros políticos asesinados en Calama. Los restos de estos ejecutados políticos fueron arrojados al mar en la operación conocida bajo el nombre cifrado de "Retiro de televisores". Trincado también fue un "buen alumno" de la Escuela de las Américas.
El actual comandante en jefe del Ejército chileno, Oscar Izurieta Ferrer, quien ha expresado su deseo de rendirle honores al ex dictador Pinochet cuando muera, también es un graduado de la Escuela de las Américas.
- Arnaldo Pérez Guerray Pablo Ruiz Espinoza son editores de la Web Liberación
http://www.liberacion.cl/
El 6 de octubre de 2006, encontraron muerto al ex agente de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), Gonzalo Asenjo Zegers. Estaba solo. Afirmado en su escritorio. En el suelo, una pistola 9 milímetros debidamente inscrita, y un balazo en el pecho que le habría quitado la vida. Era uno de los responsables del desaparecimiento de cinco militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), ocurrido en 1987.
En enero de 2005, otro de sus "colegas", Germán Barriga Muñoz, se habría quitado la vida al lanzarse del piso 18 de un edificio en la comuna de Las Condes. Barriga, poco tiempo antes de su muerte, había sido "funado" en su lugar de trabajo por activistas de derechos humanos. Era jefe de Seguridad de Supermercados LIDER. Estaba involucrado en el caso conocido como "calle Conferencia", operativo de exterminio que realizó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en 1976, y donde fue detenida y echa desaparecer la cúpula clandestina del Partido Comunista.
Ambos militares eran investigados por la justicia. Es muy posible que se suicidaran cansados de soportar el peso de sus culpas. Aunque sus muertes levantan más de alguna sospecha. Su historia y la de muchos militares ha estado íntimamente ligada a la formación recibida en Estados Unidos.
Escuela de asesinos
Asenjo y Barriga fueron entrenados en la Escuela de las Américas. Academia militar dirigida por el Ejército estadounidense que ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en "técnicas de combate", "tácticas de comando", "inteligencia militar" y "técnicas de tortura"; inicialmente establecida en Panamá, en 1946, fue luego trasladada a Estados Unidos, en 1984.
Hace diez años, la prensa estadounidense dio un golpe noticioso. Dio conocer la existencia de "Manuales de Entrenamiento" utilizados en la Escuela de las Américas. Dichos manuales instruían cómo "...aplicar torturas, chantajes, extorsión y pago de recompensas por enemigos muertos". Los documentos le dieron la razón definitivamente al movimiento de derechos humanos que siempre denunció que allí se entrenaba a torturadores y asesinos.
Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, asesinados y desaparecidos por soldados y oficiales latinoamericanos "entrenados" en la Escuela de las Américas.
El propio Plan Cóndor -coordinación de los militares del Cono Sur de América durante las dictaduras militares-, demuestra la estrecha unión que alcanzaron los uniformados para reprimir y exterminar al "enemigo interno", incluso más allá de sus fronteras.
La Doctrina de Seguridad Nacional que adoptaron los ejércitos latinoamericanos fue elaborada por los Estados Unidos. Su semillero de propagación fue precisamente la "Escuela de Asesinos", como también es conocida.
Uno de cada cuatro agentes de la DINA se "graduó" en la Escuela de las Américas. Entre ellos los asesinos y torturadores Alvaro Corbalán Castilla, Miguel Krassnoff Marchenko, Pablo Belmar Labbé, Haroldo Latorre Sánchez, Humberto Gordon Rubio, José Zara Holger, Carlos Herrera Jiménez, Raúl Iturriaga Neuman, Odlanier Mena Salinas, Armando Fernández Larios, Fernando Lauriani Maturana, Ernesto Baeza Michelsen, Álvaro Guzmán Valenzuela y Manuel Contreras Sepúlveda.
El 2001, por su mala reputación, el Pentágono decidió cambiarle el nombre a Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC). Pero sigue siendo una escuela de entrenamiento en "contrainsurgencia". "Otro nombre, la misma vergüenza", dicen quienes se oponen firmemente a ella. Amnistía Internacional expresa: "Aunque el Ejército estadounidense afirma haber cerrado la Escuela de las Américas, por casualidad el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC) está ubicado en el mismo espacio físico y es esencialmente la misma escuela, con la misma misión principal, la de transmitir técnicas militares a miembros de las Fuerzas Armadas latinoamericanas". El mismo edificio, emplazado en los mismos terrenos, mantiene a los mismos instructores enseñando lecciones de similar crueldad y cuestionable legalidad.
Campaña Internacional
Desde los años 90 en Estados Unidos, el movimiento Observadores de la Escuela de las Américas (SOAW), que dirige el sacerdote católico Roy Bourgeois, lucha por cerrar este centro de entrenamiento militar. Dicen, "no en nuestro nombre": "No queremos que nuestros impuestos se ocupen en entrenar a militares latinoamericanos que luego vuelven a sus países a violar los derechos humanos".
El 2005, el congresista demócrata Jim McGovern, presentó un proyecto de ley para investigar y suspender las operaciones del Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica. Sin embargo, aún no reúne los votos necesarios para aprobar su propuesta legislativa. Cuentan, empero, con el apoyo nada despreciable de 188 congresistas. Por tal razón, este año una delegación de SOAW, encabezada por el padre Bourgeois, visitó varios países de América Latina intentando conseguir que los propios gobiernos suspendieran el envío de tropas a Estados Unidos.
Su visita logró importantes avances. Argentina, Bolivia y Uruguay se comprometieron a no seguir enviando a sus militares a la Escuela de las Américas. Nilda Garré, ministra de Defensa de Argentina, afirmó: "No solamente no mandaremos militares a la Escuela de las Américas, sino que será ilegal mandarlos". En el mismo sentido, Venezuela y Brasil ya habían tomado igual determinación, años atrás. Sin embargo, la delegación de Soaw no encontró la misma respuesta de los gobiernos de Perú, Ecuador y Chile que prefirieron seguir enviando militares al instituto militar.
El 28 de agosto, la delegación norteamericana se reunió con la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. Lisa Sullivan, Coordinadora de Latinoamérica de Soaw, nos señaló: "La ministra Blanlot sabe muy bien lo que fue la Escuela de las Américas. Por lo tanto, nos expresó, que va a sugerir, pero no imponer, que el Ejército termine con los envíos de militares a esa institución".
Ricardo Frodden, director ejecutivo de la Comisión Ética contra la Tortura (CECT), plantea al respecto que "el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet debe terminar definitivamente con estos envíos". Frodden señala que "es una vergüenza que una presidenta, cuyo padre fue muerto en tortura, no se atreva a impedir que se sigan preparando torturadores y criminales chilenos en Estados Unidos. El tema no es sugerir, sino imponer soberanamente que se acaben los envíos de tropa a esta singular escuela de torturas", dice.
El sacerdote José Aldunate -fundador del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo-, se manifiesta muy preocupado de que "sigan enviando militares a formarse a Estados Unidos que durante tantos años han sembrado tanta violencia. Se hace urgente y extremadamente necesario poner fin a esta práctica", sentencia.
El Ejército chileno en un comunicado publicado por La Nación Domingo, señaló que existía una "cierta mitología" con respecto a la Escuela de las Américas, afirmando que, a su juicio, "no era verdad que allí se entrenará en contra de los derechos humanos". A la par, informó que la referida institución cumplía con los "parámetros de formación que necesitaban adquirir los soldados chilenos" y que, por lo tanto, hasta el momento "170 militares chilenos han viajado a recibir entrenamiento".
Lisa Sullivan, rebate firmemente esa versión. Nos reitera que "siguen los abusos de parte de los graduados de la Escuela de las Américas. En los 80, El Salvador fue el líder en violaciones a los derechos humanos. Durante el conflicto en Chiapas, México, fueron los militares mexicanos entrenados en Estados Unidos quienes reprimieron a los indígenas. Actualmente son los militares colombianos, entrenados en la Escuela de las Américas quienes violan los derechos humanos de su pueblo. La Escuela de las Américas sigue siendo el lugar donde soldados latinoamericanos aprenden a reprimir a su propio pueblo cuando este lucha por sus derechos. En el golpe de estado de 2002 en Venezuela, dos de los líderes eran 'egresados' de Escuela de las Américas. En la 'guerra del agua', en Bolivia, el 2003, el responsable de los asesinatos también era un graduado de este instituto militar", sostiene.
"Graduados" chilenos
En nuestro país, muchos de los graduados de la Escuela de las Américas han estado implicados en torturas, asesinatos, tráfico de armas y casos de corrupción. La justicia investiga actualmente varios casos en que están implicados militares que recibieron entrenamiento en Estados Unidos.
En febrero de 1992, fue encontrado en el Cajón del Maipo el cuerpo sin vida del coronel Gerardo Huber Olivares. Un balazo le destrozó el cráneo. Huber estaba implicado en el caso de la venta ilegal de 370 toneladas de armamento y pertrechos a Croacia, delito descubierto en 1991. El militar había pertenecido a la Dina y era un graduado de la Escuela de las Américas. Durante más de una década, el Ejército sostuvo que el coronel Gerardo Huber se había "suicidado". Sin embargo, su esposa sostenía que lo habían matado sus mismos camaradas. Recién el año pasado, el ministro en visita Claudio Pavez procesó a tres generales, dos brigadieres y un mayor en retiro del Ejército por su participación en el homicidio del militar. Entre los procesados por el crimen se encuentran Víctor Lizárraga Arias y Manuel Provis Carrasco también "graduados" en la Escuela de las Américas.
En abril de 1995, fue encontrado en la Costa de Oro, Uruguay, el cadáver del químico Eugenio Berríos, ex agente de la DINA. Según las investigaciones, Berríos fue sacado de Chile por la Inteligencia Militar por orden del general Hernán Ramírez Rugange, en 1992. Berríos se llevó consigo varios "secretos", entre éstos los asesinatos del ex canciller Orlando Letelier, del diplomático español Carmelo Soria, y el extraño fallecimiento del ex presidente Eduardo Frei Montalva, entre otros. "No fue el único eliminado por sus 'camaradas de armas' para ocultar delitos. Extraños suicidios y desapariciones acompañan esta historia de intriga y ocultamiento en que la principal rama de las Fuerzas Armadas aparece implicada hasta 'más arriba del paracaídas'", señala la página Memoria Viva. Uno de los autores del homicidio de Berríos es el ex general (r) del Ejército uruguayo, Tomás Casella, también alumno destacado de la Escuela de las Américas.
Recientemente informó la prensa chilena que seis testimonios de ex uniformados vinculan al general recientemente pasado a retiro Miguel Trincado Araneda en la remoción de 26 cadáveres de prisioneros políticos asesinados en Calama. Los restos de estos ejecutados políticos fueron arrojados al mar en la operación conocida bajo el nombre cifrado de "Retiro de televisores". Trincado también fue un "buen alumno" de la Escuela de las Américas.
El actual comandante en jefe del Ejército chileno, Oscar Izurieta Ferrer, quien ha expresado su deseo de rendirle honores al ex dictador Pinochet cuando muera, también es un graduado de la Escuela de las Américas.
- Arnaldo Pérez Guerray Pablo Ruiz Espinoza son editores de la Web Liberación
http://www.liberacion.cl/
https://www.alainet.org/es/articulo/118266?language=en
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