Saberes africanos
30/10/2011
- Opinión
El paisaje se repite en las matas de cacao, yuca y quimbombó, en el mar, en el río y en la laguna. En la pasión y libertad que rezuman las paredes de bahareque. La conexión, sin embargo, se mantiene clandestina como si los perros de caza la hubiesen llevado a la casa grande donde no podemos entrar. Falta el nexo con la tierra de los padres. Dónde estarán las jirafas que se asoman a beber con las dos patas delanteras extendidas hacia los lados mientras los hipopótamos enturbian el agua con sus pesados chapoteos.
Dónde los elefantes regando sus requemados lomos con la trompa.
Dónde las cebras y los leones.
Dónde los pájaros.
Dónde el amor.
Dónde palpita lo divino.
Dónde quedaron los saberes de mi África
Será en el ritmo de tambores que marcan los pies del anciano en la fiesta del santo patrón. Será acaso en la boca de las viejas que se sientan por las tardes case la comadre a despellejar a cuanta paloma inocente pase por allí porque quien la manda a tá jugando con esa guarandinga sin guardá la cuarentena. Ahí tá pué, ¡preñá otra vé!
O en el cantío que entonan los hombres bien temprano en la mañana, antes de salí a pescá porque tamos en luna llena y la mar tá alborotá. O en la rezongadera de la mujer que piensa qué va a cociná hoy porque ya el marío tá cansao de tanta carne mechá con arró blanco y tajá.
Será en el repique de las muchachas que tocan tambores de agua en vez de ponese a lavá diuna vé, o en el de los varones que agarramos su mina, su culoepuya y no vamo pa la playa porque palante es pallá. ¿Será que los leeremos en el toque del quitiplá?
O en los susurros que se dejan colar entre los labios y las chupetas babeadas del niño que mira como tá de grande si antier namá acaba e nacé. O en el canto de la niña que imita a su madre cuando quiere que se duerma su muñeco de retazos porque tengo que hacé, lavá los pañales poneme a cosé.
Dónde estarán aquellos animalitos que nos entretenían en la laguna mientras llegaba la luna. Dónde la jirafa, dónde los hipopótamos, los elefantes, las cebras, los leones y los pájaros.
Dónde estarán los saberes de mi África.
Dónde el amor.
Texto que da bienvenida al Diplomado sobre Saberes Africanos iniciado durante el mes de octubre en el Instituto de Estudios Estratégicos sobre África y si Diáspora. (Centro de Saberes Africanos), Caracas.
Publicado en Correo del Orinoco, domingo 30 Oct 2011
Beatriz Aiffil (Venezuela)
https://www.alainet.org/es/articulo/153663
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