La hermosura peligrosa

21/12/2015
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 eeuu israel
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Una ciudad, con una hermosura que se torna peligrosa, al no tener como sobrevivir. Las iglesias y refugios temporales, aguardan por los indigentes, que han terminado en la calle como producto de las políticas individualistas, que impulsa la cuna de donde nace la maldad política y militar, para con el resto del mundo, Washington D.C.

 

 Washington D.C. 20 de diciembre de 2015. Cuando fallecen los Estados del mundo, a través de las guerras, nadie se entera.

 

El poder de la guerra mediática internacional, surca los pensamientos de los receptores en el mundo, para diseñar un mundo fantasioso, según lo estipula el manual de inteligencia en Washington D.C.

 

Las primeras víctimas de este atrofio  son los ciudadanos blancos que habitan la nación de los Estados Unidos, quienes desconocen cómo sus gobernantes obedecen el guion de las grandes corporaciones, cuya filosofía antihumana radica en hilvanar guerras, desastres naturales, implementación de modelos económicos “friedmanitas” (Milton Friedman), en fin, una infinita lista de cómo mantener vigente su poderío.

 

 El continuo ataque contra Palestina, liderado por la coalición estadounidense-sionista israelí, es el ejemplo más visible de esta realidad desbordada en el asesinato de miles de seres humanos, en menos de un mes.

 

Mi estadía en la capital estadounidense comprobó la teoría del lavado de cerebros indirecto, que sufren sus habitantes.

 

Un comportamiento programado para actuar en lo que su gobierno estipula “normal”, sin pensar más allá de lo abstracto, es decir olvidar el lenguaje cognoscitivo que expande la inteligencia humana, para dar apertura a un único lenguaje: el tangible.

 

Concretamente, sólo existe lo que se observa en tu entorno. Esta es la principal directriz que los órganos de inteligencia estadounidense han logrado implementar con más fuerza en estas dos primeras décadas del siglo XXI, sin embrago este trabajo inhumano nace en los años veinte del siglo pasado.

 

La vida de un típico estadounidense blanco o negro, aún mantiene la perspectiva racista como si viviese en la década de los setentas del siglo XIX, pero existe de una manera más sutil, para convencer de que la igualdad, la fraternidad y la libertad, aún resplandecen en el emblema estadounidense.

 

 El dios del consumo, establece los parámetros de la relación entre los seres humanos que coexisten en Washington D.C. Sí usted es una persona que no posee efectivo o tarjetas de crédito, es un ser invisibilizado, cuya moral es repudiada por quienes se dicen ser amantes de los derechos humanos y luchan contra la injusticia militar estadounidense, pero que en esencia, son todo lo contrario.

 

 Una solidaridad  es una supuesta acción llena de falsedades ambiguas que estimulan el odio y el racismo contra todo ser no blanco que habita en D.C.

 

 Basta vivir un tiempo prudencial para enterarse de que el amor al prójimo, es ahora un cuento de hadas en Washington D.C. Los pobres se convierten en una carga para su gobierno y son depositados en los hermosos parques que adornan su ciudad.

 

 Una hermosura que se torna peligrosa, al no tener cómo sobrevivir. Las iglesias y refugios temporales, aguardan por los indigentes, que han terminado en la calle como producto de las políticas individualistas, que impulsa la cuna de donde nace la maldad política, para con el resto del mundo, Washington D.C.

 

Todo ello, no es mencionado en los medios de comunicación masiva, ni mucho menos en la prensa local de la capital estadounidense, puesto que los discursos de Donald Trump concentran toda la inteligencia de una clase media que repudia la verborrea de este politiquero republicano, pero que la acepta sin mediar palabra.

 

Sí, el papel de los medios de comunicación en D.C. de lavar los cerebros de sus receptores, lo cumplen a cabalidad, con mensajes saturados de idioteces faranduleras o noticias que se vuelven extremas, como la persecución policiaca de un automóvil en una avenida importante, mientras cerca de allí, existe una familia afro estadounidense o de origen no blanco, sin alimentación.

 

Todo ello ocurre, mientras invisibilizan a Palestina, Siria, Libia, Irak, el triángulo norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), Haití, Somalia, en fin los países que son invadidos por este poderío mediático imperial del nuevo orden económico, que se establece.

 

- Texto y fotografía por Ronnie Huete S., Periodista y Activista de DDHH, Cooperante Internacional

https://www.alainet.org/es/articulo/174397
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