El cerco político y económico contra Venezuela se profundiza

06/06/2018
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Foto: lavozdemarquezote.com
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En artículos recientes, he pretendido construir una narrativa y destacar ciertos y determinados hechos, a fin de contextualizar los recientes análisis que he venido formulando. Se requieren en estos momentos análisis serenos en medio de las complejidades y amenazas que se ciernen en estos momentos sobre nuestro Estado-Nación.

 

Ya hemos venido advirtiendo sobre la realización de diversas reuniones: la de 70 diputados y diputadas de la Asamblea Nacional el pasado viernes 1 de junio en Cúcuta. La misma, a mi criterio ha sido parte del preludio del aquelarre montado por el gobierno de Estados Unidos y sus subordinados del denominado “Grupo de Lima”, que más que una expulsión de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), -organismo del cual denunciamos la Convención Americana que rige a este organismo, y estamos en el cumplimiento de los lapsos para concretar nuestra salida, la cual se materializará a finales de abril del año 2019 si las cuentas no me fallan- buscan es legitimar la posibilidad de una intervención de carácter humanitario en el país.

 

Asimismo caben destacar las sendas reuniones protagonizadas por María Corina Machado en la línea fronteriza colombo- venezolana. Primero con el ex presidente y senador colombiano Álvaro Uribe Vélez, acompañado por el también ex mandatario Andrés Pastrana y la compañera de fórmula de Iván Duque, candidato del uribismo a la Presidencia de la República de Colombia. Y en el día de ayer, la reunión del propio aspirante del denominado Centro Democrático de Colombia, con la susodicha, hacen presagiar intenciones no muy buenas para Venezuela.

 

A ello hay que agregar que en las postrimerías del mandato del actual mandatario Juan Manuel Santos, Colombia se adhiere a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que hace que haya que tomar muy en cuenta las advertencias realizadas por el presidente Nicolás Maduro, sobre el trabajo que viene realizando el Jefe de Estado de Colombia de generar todas las condiciones y de servir la mesa – ante la posibilidad cada vez más factible del triunfo de Duque en esta segunda vuelta- para un conflicto bélico con la República Bolivariana de Venezuela.

 

De la misma forma y continuando en el plano internacional, el gobierno de Guyana, en una estrategia concertada con el Departamento de Estado y la Exxon Mobil, violentando las disposiciones del Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado entre el gobierno de ese país de aquel entonces con Venezuela, pretende dirimir la justa reclamación que tenemos sobre el territorio del Esequibo por la vía de la Corte Internacional de Justicia. La primera reunión de representantes de ambos países ante el referido órgano jurisdiccional internacional está prevista para el 18 de junio de 2018.

 

Asimismo, el denominado Frente Amplio Venezuela Libre, ha convocado a acciones de protesta a partir del 8 de junio de 2018. Es evidente el intento de concertación de actores políticos internos y externos en el despliegue de acciones tendientes a fomentar el caos y la ingobernabilidad en Venezuela que precipite una crisis política que justifique una irrupción violenta en contra del Gobierno Bolivariano. Evidentemente, por parte de algunos grupos vinculados con sectores de la oposición, pese a la atomización y fragmentación que en estos momentos hay en sus filas, no obstante, están en un proceso de reorganización, articulación y acumulación de fuerzas para poder constituir un frente interno para el despliegue de estos planes.

 

Como lo señalan los compañeros de Misión Verdad, en un extraordinario trabajo publicado en fecha 4 de junio de 2018 titulado: “Claves y objetivos de los beneficios otorgados a los políticos presos”, coincido plenamente en el punto 4, que textualmente señala lo siguiente: “Los contextos violentos de 2014 y 2017 se han producido en medio de un plan para fragmentar la institucionalidad venezolana y el pacto social contenido en la Constitución Nacional. En ese sentido, Maduro ha previsto crear mecanismos para establecer puentes con factores del antichavismo, desde varias direcciones simultáneas. Llamando al diálogo a los ex candidatos presidenciales y consiguiéndolo con Javier Bertucci, al igual que con los gobernadores opositores que figuran como garantes del proceso. Al establecer compromisos con factores antichavistas que permanecen alineados dentro de la política, apuesta a establecer vínculos necesarios con los factores que han sido proclives a la violencia para profundizar la fractura opositora”.

 

Solamente complementaría a esta apreciación, la opinión del ex candidato presidencial de UPP89, Reinaldo Quijada, quien reconoció los resultados de los comicios, y ha manifestado disposición a dialogar con el Primer Mandatario Nacional, en contraposición a la postura de Henri Falcón, cuyo accionar, desde mi punto de vista, se aproximará y llegará a un punto de encuentro con factores como la extinta Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el denominado Frente Amplio Venezuela Libre.

 

En el punto 5 del citado trabajo publicado en el portal de Misión Verdad, se señala también algo en lo que personalmente coincido, y por ende procedo a citarlo también: “En el ámbito interno, el desconocimiento de las elecciones presidenciales, el desplazamiento de parte de la dirigencia antichavista a la promoción de presiones desde el extranjero y la peligrosa fragmentación táctica en las fuerzas opositoras, fungen como elementos catalizadores para nuevas situaciones violentas en Venezuela. Maduro se anticipa a ellas. Entiende que el desconocimiento de las elecciones presidenciales por parte de los factores de la trama externa al país, liderados por Estados Unidos, reviste un factor que promueve posibles espasmos violentos. Adquiere particular premura establecer, por adelantado, puentes y vías para encarrilar en la política a todos los factores posibles. Desarmar la guerra en ciernes es una maniobra transversal en momentos complicados durante los últimos años”.

 

Asimismo, el punto 6 nos expresa lo siguiente: “Aunque en diversas ocasiones Maduro ha afirmado que "no puede haber paz sin justicia", también es cierto que ha operado a dos manos para gestionar el conflicto interno promovido por el antichavismo. Con una mano ha empleado el aparato de seguridad integral del Estado para contener o erradicar amenazas latentes, pero también ha ofrecido su otra mano para el diálogo, la reconciliación y la reparación. En ese sentido, no hay novedades que deban sorprendernos. Su rol decisor en estas instancias ha estado signado por un evidente pragmatismo. Se ha colocado en posturas inamovibles cuando muchos han dicho que "no debe hacerlo", y en otras ocasiones, como ésta, ha flexibilizado su postura cuando muchos han considerado también que "no debe hacerlo". En términos prácticos, el desarme de la guerra en ciernes al sostener la paz, contra muchos pronósticos, ha sido una política probada como exitosa”.

 

Asimismo debemos tener muy claro, que todo este accionar de actores, en coordinación con operadores comunicacionales y conglomerados mediáticos a nivel internacional hacen presagiar que el cerco político, diplomático y económico contra Venezuela posterior a los comicios del 20 de mayo se profundizará, se desarrollará y adquirirá nuevas modalidades dentro de una estrategia de escalamiento sobre el cual es muy difícil producir sus resultados en el corto, mediano y largo plazo. Es por ello que, para tratar de atenuar y romper el cerco se impone la necesidad de establecer mecanismos no convencionales, luego de que otras posibilidades se han agotado, y sobre todo tomando en cuenta las particularidades de la administración Trump.

 

Y para muestra un botón: el desplazamiento de Thomas Shannon, interlocutor habitual con Venezuela, y de una línea moderada si se quiere, y el ascenso de Marco Rubio como un factor que articula ese espacio político evidencia el ascenso de una burocracia errática y temperamental a la sombra de Trump. Circunstancia que, aunque se ha traducido en una nefasta y agresiva política para Venezuela, crea también espacios pequeños para maniobrar, dado que todo este entramado tiene también un matiz de cambio de tonos y modificación de posturas. Ha sido ese un elemento característico de la gestión Trump en diversos frentes.

 

Asimismo, debemos destacar y resaltar el punto 15 del mencionado trabajo: “Recordemos algunas lecciones de la historia de la política exterior. Aun los países que han sobrevivido dignamente a décadas de sanciones norteamericanas, como Cuba o Corea del Norte, han sostenido reiteradamente lo nefastas que han sido las acciones de bloqueo. También han sido países que, sin arrodillarse, han insistido vehemente y abiertamente en la necesidad de diálogo con sus agresores. Pero también es indispensable recalcar que no han sostenido, absolutamente, todas sus posiciones frente a los agresores. Han creado concesiones”. (Resaltado y subrayado del articulista).

 

Igual el punto 16: “El común denominador en estos países, y pese a la distancia de sus contextos, ha sido la obligación de que todo Jefe de Estado en un país bajo bloqueo debe actuar rigurosamente para romperlo, partiendo de la trágica realidad de que en el entramado financiero global los países no hegemónicos tienen muy poco margen de maniobra, y que en el mundo no se conoce todavía el primer caso de un país que es "salvado" del bloqueo estadounidense por otra potencia adversaria a Estados Unidos, más allá de las ayudas, apoyos o gestos. Todo país bloqueado navega en sus propias aguas, a expensas de sí mismo, y sin contar con soluciones milagrosas de otros factores externos. Maduro entiende esto”. (Resaltado y subrayado del articulista).

 

Y de ahí es que manifesté mi más enérgica condena a la postura de algunos dirigentes hasta ayer chavistas, y que se han pasado a la oposición y son integrantes del hoy denominado Frente Amplio Venezuela Libre. Ciertamente, y ha sido mi estilo, aunque no comparta ideológicamente su posición, le respeto su deseo a querer hacer oposición al proyecto político bolivariano hoy en el gobierno nacional. Pero de ahí a avalar el aquelarre de la OEA, y congratularse con ello, configura desde el punto de vista legal y moral una traición a la patria que debe ser rechazado y condenado de la manera más enérgica.

 

Nos queda en el tintero el tema de la evaluación de la correlación de fuerzas internas en el chavismo, y de cómo esto incidirá en los debates internos, en la construcción de las nuevas líneas de gobierno que sin duda incidirá en la conformación del nuevo gabinete ejecutivo que se definirá en los próximos meses, salvo excepciones de acuerdo a la dinámica y coyuntura política. Así como también el desarrollo del tema de la gestión en tiempos de presiones. Esperemos que la actual coyuntura y múltiples obligaciones nos permitan desarrollar estos temas.

 

Juan Martorano

Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas

http://juanmartorano.blogspot.com

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jmartoranoster@gmail.com

 @juanmartorano

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193330?language=en
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