Comisión de Derechos Humanos condena "asesinatos masivos" de Israel

16/04/2002
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La Comisión de Derechos Humanos (CDH), en los últimos cinco días, votó tres resoluciones en las que condena a Israel por violaciones a los derechos humanos, pero a Ariel Sharon le tiene sin cuidado la opinión internacional y continúa castigando colectivamente al pueblo palestino. Pero esto no es suficiente. Sharon no quiere testigos y niega la autorización para que una misión de Observación encabezada por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, vaya a la zona de conflicto.  

 

El 12 de abril, mientras salía a luz la magnitud de la tragedia del campo de refugiados de Jenin, en donde, según el embajador palestino en la ONU, Nabil Ramlawi, hubo por lo menos 500 muertos, la CDH, adoptó una resolución casi unánime (52 votos a favor y uno en contra, el de Guatemala) en la que se declara profundamente preocupada y llama a poner fin a la continuación de las actividades de implantación israelí en los territorios palestinos, principalmente la instalación de colonos en los territorios ocupados, la expropiación de tierras la demolición de casas, la confiscación o destrucción de bienes, la expulsión de palestinos y la construcción de vías que modifican el carácter físico y la composición demográfica de los territorios ocupados, incluido Jerusalén del Este.

 

 En una segunda resolución del 15 de abril, la CDH, se muestra aún más explícita y frontal, ya que condena a Israel por los asesinatos masivos perpetrados por las fuerzas israelitas contra el pueblo palestino. Así mismo, repudia una vez más las violaciones graves del derecho internacional por Israel, las ejecuciones extrajudiciales, los bombardeos a zonas residenciales y la muerte de hombres, mujeres y niños, como el caso reciente de los campos de refugiados palestinos.

 

 Cuarenta países de los 53 que componen la Comisión adhirieron a esta resolución, cinco votaron en contra (Alemania, Reino Unido, Canadá, República Checa y Guatemala), siete se abstuvieron y uno no asistió.

 

La Unión Europea se presentó dividida a esta sesión: mientras Francia, España, Suecia, Portugal, Austria y Bélgica apoyaron la moción, Alemania y Gran Bretaña votaron en contra e Italia se abstuvo.  Unos países europeos negociaron con la Organización de la Conferencia Islámica para suavizar el texto, logrando que en lugar de “terrorismo de Estado” para referirse a las acciones de Israel en los territorios ocupados se ponga “asesinatos masivos”.

 

  Alemania y Gran Bretaña votaron negativamente ya que consideraron que el texto era incompleto al no contemplar una condena manifiesta de los atentados suicidas palestinos. Finalmente, el 16 de abril la Comisión aprobó una nueva resolución por 41 votos a favor, 9 abstenciones y dos votos en contra (Guatemala y Canadá) propuesta por Pakistán a nombre de los países islámicos. En esta, la Comisión expresa “su profunda consternación por que la resolución 2002/1 del 5 de abril no haya sido aplicada por falta de una respuesta positiva de la potencia ocupante no obstante que la situación de los derechos humanos ha seguido empeorando”.

 

 La resolución 2002/1 se refiere al envío de una misión de observación encabezada por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, quien se ha quedado con las maletas listas pues Ariel Sharon le ha negado la autorización para visitar el teatro de los acontecimientos. Esta última resolución pone en aprietos a la Alta Comisionada pues hace un llamado a aplicar lo resuelto el 5 de abril y le insta a que presente un informe a la Comisión sobre la situación derechos humanos en los territorios palestinos ocupados “sobre la base de información verídica de todos los organismos internos presentes en los territorios ocupados”.

 

 Para cumplir su misión la Alta Comisionada debe necesariamente desafiar las prohibiciones de Sharon quien no quiere observadores independientes ni prensa extranjera que atestigüe las acciones genocidas que está cometiendo su ejército de ocupación.  Durante los debates, Canadá consideró que las acciones de la Comisión no deben interferir con otras iniciativas en curso como la del secretario de Estado de Estados Unidos Colin Powell.

 

 El representante de la Autoridad Palestina consideró que la misión de Powell es de otra índole y que el objetivo de la Sra. Robinson debe ser investigar las violaciones a los derechos humanos. Pakistán, por su lado, señaló que la Comisión no puede quedar silenciosa e inactiva, en tanto que el representante de Argelia, Mohammed-Salah Dembri, dijo que “la credibilidad no está con nosotros”, refiriéndose a la Comisión. “Hay que ir al terreno de los acontecimientos aún sin visa... necesitamos brigadas internacionales pacifistas para impedir el genocidio”, agregó.

 

  Finalmente, el representante de Nigeria, a nombre del grupo africano, expresó su indignación y decepción por el hecho de que la misión de observación no haya podido cumplir con su cometido. ¿Por qué el régimen israelita desafía a la comunidad internacional? ¿Por qué no hace caso de las decisiones de Naciones Unidas? ¿Por qué puede darse el lujo de ser tan arrogante e intransigente? Es indudable que Israel se siente respaldado por las potencias occidentales, comenzando por Estados Unidos. Es muy revelador que hasta ahora no hayan asumido una posición firme y seria para detener los “asesinatos masivos”.

 

  Los países que mayor influencia tienen en la Unión Europea –Gran Bretaña, Alemania- se niegan a condenar al régimen de Sharon y otros países desarrollados como Canadá más bien están abiertamente de su lado. La exhortación que hizo el gobierno de George W. Bush a Sharon de que se retire de los territorios ocupados resulta ridícula porque no fija fecha y deja que Sharon ponga sus propios calendarios y condiciones.

 

 Tras concluir la gira de Powell prácticamente sin ningún resultado, Estados Unidos amenaza con suspender el reconocimiento diplomático y congelar los activos de la Autoridad Palestina si Arafat no hace un llamado inmediato al cese al fuego.

 

Las explicaciones del comportamiento diplomático de las potencias occidentales hay que encontrarlas en otro lado.  Históricamente los lazos de Estados Unidos con Israel han sido muy estrechos. Desde 1948 la ayuda estadounidense a Israel alcanza la suma de 132.000 millones de dólares. Solo en el año 2002, la ayuda militar ascendió a 2.000 millones de dólares, más otros 720 millones en ayuda económica.  Estados Unidos equipa al ejército de Israel: son “made in Usa” el 100% de los misiles suelo-aire israelitas, el 100% de los aviones de combate, el 100% de los helicópteros de combate y el 90% de los vehículos blindados (Tribune de Genéve 12-04-02) Amnistía Internacional manifestaba en diciembre de 2001 que la “mayor parte de los helicópteros de la armada israelita y de las piezas de artillería han sido provistas por Estados Unidos, el Canadá y el Reino Unido”.

 

 Y añadía que “aparentemente estos países continúan proveyendo a Israel”. España ha declarado que desde hace meses ha dejado de comerciar armas con Israel. Pero esto no puede afirmar Suiza que, pese a su llamado a que Israel se retire de los territorios palestinos, se niega a romper las estrechas relaciones de cooperación que mantiene con el complejo militar israelí.

https://www.alainet.org/fr/node/105781?language=es
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