Los mexicanos saben que tienen derechos entre ellos y de manera sobresaliente figura la educación; proceso sin el cual no se concibe un sistema político. Pese a los grande problemas que caracterizan nuestra educación, se busca un sistema de alta calidad, sobre todo que llegue a la totalidad de sectores y clases. Por otro lado son varios los aspectos que rodean el proceso educativo e influyen directamente en su desarrollo. Por lo tanto actualmente no podríamos dejar de hablar de un gran proceso de modernidad, llamado: Globalización. Si, este proceso que en algún momento veíamos lejano e improbable ha llegado, ya lo han declarado destacados personajes del ámbito gubernamental y empresarial así como "prestigiosos" intelectuales, ellos han afirmado lo obsoleto y estorboso que es la soberanía nacional reforzando la idea de que cada nación forma parte de procesos totalizantes. Ante este panorama ¿hacia donde se dirigen nuestras reflexiones como educadores? Sería retrogrado oponerse a un hecho del que con o sin conciencia de ello ya nos encontramos inmersos ; cuando ya tenemos globalizados hasta "el pan de cada día". Tal vez sería más provechoso plantearnos : ¿Cómo agentes educativos cómo vamos a formar parte de ella? ¿Cómo gestar la escisión entre el mundo del conocimiento y el mundo de las necesidades humanas? Cuando desde hace mucho nos encontramos con grandes controversias, por ejemplo la enorme distancia entre el frío mercado de trabajo y las grandes necesidades de la población . ¿Cuál es la mejor forma de incidir, a través de la educación en los procesos económicos y sociales de nuestros países? Los educadores, los que estamos conscientes de los problemas de la educación mexicana, en particular la educación superior pública. Proceso ya de por si víctima de una gran crisis de identidad y de propósitos, no podemos dejar de cuestionarnos: ¿hasta donde la magnitud de este fenómeno rebasará nuestros sueños de bienestar que toda sociedad tiene derecho? La reflexión hacia las respuestas a estas preguntas son el motivo central del presente escrito. La pedagogía de Paulo Freire de cara a los retos de la globalización. La complejidad de los problemas educativos frente al proceso globalizante, nos invita a entrar en ese cause dirigido hacia diversos planteamientos que nos permitan visualizar alguna posible alternativa de solución. Por fortuna los educadores tenemos una gran "trinchera" pedagógica, en este caso se expondrán algunas percepciones referentes a algunos clásicos de Paulo Freire, como un gran maestro que abordó la pedagogía y la acción social con el pensamiento de la educación popular latinoamericana; siendo solo un acercamiento hacia la obra de P. Freire, dirigidos a los que todavía creemos en el cambio, a los sembradores de sueños y esperanzas. La inquietud del acercamiento a la obra de Freire frente al proceso "Globalizante" es una especie de invitación a la acción transformadora, a la multiplicación de las preguntas y como dirían sus propios discípulos a la pedagogización de los conflictos y la democratización de nuestras organizaciones y de la sociedad. P. Freire representa para muchos educadores un incitador de la esperanza, al desafío, así como una especie de "muleta" ante nuestros cansancios dudas y luchas cotidianas, que a veces padecemos los educadores ante desafíos tan grandes (a escala planetaria) sustentadas por la "fiebre neoliberal", que excluye, que margina, que nos hunde más (...). Resulta inconcebible, que mientras la dominación de individuos y pueblos se hace global, las expectativas de justicia y liberación son declaradas expectativas no racionales. De ahí que como fenómeno reciente (es un decir, porque sabemos que estos procesos son gestados con mucha antelación, por el propio sistema capitalista), y de gran magnitud, la Globalización resulta avasallante, rebasa todo cálculo e introduce en una inmensa confusión, de valores, de creencias y sobre todo desde el punto de vista educativo, modifica enormemente las formas de abordar la realidad, lo cual nos obliga a combinar lo mejor posible rigor e imaginación, para asumir la más rígida racionalidad a tal ansiado, sueño de bienestar. La pedagogía del oprimido vs la globalización En el escenario de la educación, tan sensible como el humano mismo, en donde la esperanza y la desesperanza juega un papel de suma importancia, cabe citar las siguientes palabras Freirianas: (...) pensar que la esperanza sola trasforma el mundo y actuar movido por esa ingenuidad, es un modo excelente de caer en la desesperanza, en el pesimismo, en el fanatismo. Pero Prescindir de la esperanza en la lucha por mejorar el mundo, como si la lucha pudiera reducirse exclusivamente a actos calculados, a la pura cientificidad, es frívola ilusión. Cabe destacar que para Freire, es esencial no caer en extremos que juegan un papel determinante en nuestra misión de educadores y que en determinado momento obstaculizan dicho proceso; es decir la esperanza debía estar fundamentada en acción, la acción en lucha y la lucha en el trabajo de cada día, en esa entrega total y única que se da en educadores natos. Por otro lado la idea "Totalizante" conduce a presentarnos como entes ahistóricos , lo cual facilita la plena inserción de los individuos al nuevo reino del mercado total, siendo aquí donde Freire plantea la educación liberadora partiendo de la pedagogía del oprimido : Debe ser elaborada con él y no para él, en tanto hombres o pueblos en la lucha permanente de la recuperación de su humanidad. Tal parece que la misma globalización, también pretende decretar un "totalitarismo" ideológico" es decir fragmentar la movilización de las conciencias en los actores sociales ; es aquí cuando el propio Freire refiere la dicotomía del oprimido, es decir por un lado se concibe al oprimido como parte del totalitarismo y por otro lado, él mismo reconoce la importancia del "reconocimiento crítico de la razón de esta situación". La globalización actúa también en una especie de desmovilización de las conciencias, en un dominante desencanto entre los actores sociales que por supuesto se ha encargado de disgregar a través del neoliberalismo, y es justo aquí cuando Freire capta ese mecanismo enajenador que hace que los "oprimidos" alojen en su psicología al opresor: Uno de los elementos básicos de la mediación opresores-oprimidos, es la prescripción , toda prescripción es la imposición de la opción de una conciencia a otra, de ahí el sentido alienante de las prescripciones que trasforman a la conciencia opresora. Por esto el comportamiento de los oprimidos es un comportamiento prescrito. Se conforma sobre la base de pautas ajenas a ellos, la pauta de los opresores. Es asombrosa, la reflexión planteada sobre la manera en que podemos ser envueltos por los grandes paradigmas, como es el de la globalización, cayendo De inmediato en la desesperanza y de ahí a la inmovilidad, incluyendo por supuesto a sujetos clave, para el cambio: los educadores. Realmente esta es una situación grave, ya que si se cae en dicha dinámica, ¿qué transmitiremos? ¿desesperanza? ¿Inmovilidad? , es interesante lo que propone Freire para evitar lo anterior : "un proceso en el que el reconocimiento crítico de la razón ocupa un lugar primordial". Este es el trágico dilema de los oprimidos, dilema que su pedagogía debe enfrentar. Por esto, la liberación es un parto .Es un parto doloroso . El hombre que nace de él es un hombre nuevo, hombre que solo es viable en y por la superación de la contradicción opresores-oprimidos que, en última instancia, es la liberación de todos. Para finalizar esta parte diríamos, en términos pedagógicos que nuestra acción debería partir de la actitud crítica, actuar sin perder la esperanza, luchar sin dejar de hacer, lo cual resume Freire de la siguiente manera: La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados .El primero, en el cual los oprimidos van descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, en su transformación y, el segundo, en que una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en el proceso de permanente liberación. Es precisamente aquí en donde está nuestra acción, nuestra gran labor, el conocimiento y la transmisión del mismo, de la forma más sencilla, participativa, compartida y por supuesto crítica. Conclusión. Realmente, asomarse a los clásicos de Paulo Freire, es una tarea extensa con una coherencia asombrosa. Esta modesta reflexión del pensamiento Freiriano nos conduce al maravillosos mundo de su filosofía y desafío educativo en estos grandes procesos, es un poco como el hilo de una gran madeja, en que hay muchísimo por conocer y hacer desde este escenario educativo. Nos corresponde como diría el propio Freire, a los educadores comprometidos con la liberación no hacer nuestro saber como un monopolio de la verdad. Es necesario desprenderse de visiones "Borrosas" , que a final de cuentas no nos deje ver las realidades, ser críticos sin irnos a los extremos. La globalización es un nuevo reto, que debemos encarar los educadores y es a través de pedagogías, que tienen como base la acción social, con pensamientos de educación popular latinoamericana, como la Freiriana que nos acerca a los que luchamos por un mundo más justo ético y solidario. Dicho texto analizado invita a la acción transformadora, a la multiplicación de preguntas para que a través de ellas empecemos a sistematizar el conocimiento y más tarde dar las respuestas. Tal vez este acercamiento a la pedagogía Freiriana nos de más condiciones de ofrecer conocimientos más sólidos y por supuesto esperanza a nuestros educandos y renazca entre nosotros la alegría de la enseñanza, compartida y sobre todo del caminar juntos en este complejo camino de la enseñanza. * Carmen Vera, Profesora de la Lic. en Nutrición, Universidad Autonoma Metropolitana Xxochimilco. México, DF. noviembre 2000 Referencias bibliográficas 1. Freire, P.; Pedagogía de la esperanza; Siglo XXI, México, D.F.. 1993. 2. Freire, P.; Pedagogía del Oprimido; Siglo XXI; México, 1996. 3. Colectivo Nacional del Ceeal en Cuba; Paulo Freire Entre Nosotros; Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, A:C; México 1998.